Pariroflexia no es un simple libro sobre libros: es un juego literario de palabras con relieve de papel. Guillermo Busutil nos propone una aventura poética para todo amante de la letra impresa y la imaginación. Como apunta Nuria Barrios en su prólogo, es un libro pequeño pero infinito; es una plantación secreta: en sus páginas hay un huerto y un parque y un jardín y un bosque y una selva. Contiene frases frondosas. Otras parecen ramas. Las hay que recuerdan hojas. Algunas aún son yemas, hay que esperar para verlas crecer. Las cosas que merecen la pena siempre requieren tiempo: el placer, el amor, la vida.
Un desafío a las doctrinas filosóficas imperantes en nuestra época.
Aunque Ayn Rand pasó a la historia principalmente por sus formidables novelas, convertidas en auténticos clásicos modernos, también alumbró un pensamiento originalísimo y tremendamente influyente. La autora, de hecho, se consideraba a sí misma novelista y filósofa al mismo tiempo.
En este libro Ayn Rand presenta los fundamentos de su filosofía a partir de extractos de sus novelas, reconstruyendo las líneas generales del armazón filosófico que está implícito en todas ellas. En el ensayo que da título al libro, Rand acomete un análisis de la cultura occidental, explica las causas de su progreso, su declive y su presente bancarrota, y señala el camino hacia un renacimiento intelectual.
«Cabe imaginarse el paraíso bajo muchas formas, pero una de las más acreditadas es la de una biblioteca», sostiene el autor al comienzo de este fascinante viaje al mundo de las bibliotecas, esos espacios fértiles donde se fragua la curiosidad, el sentido crítico y la creatividad humana. Concebidas al principio como templos del saber y restringidas moradas de un saber elitista, las bibliotecas poseen en la actualidad infraestructuras concebidas para conseguir un uso público, genérico y lo más universal posible del conocimiento y de la cultura. Pero ¿es así realmente?, ¿es verdaderamente igualitario el acceso a las nuevas formas del saber?, ¿es la digitalización la nueva panacea cultural o está sencillamente abriendo las puertas al infierno de la incomunicación y la desmemoria?