El 3 de diciembre del 63 a.C. se produjo un debate en el senado de Roma para decidir el castigo para los cinco arrestados por su implicación directa en la conjura de Catilina. Gayo Julio César y Marco Porcio Catón defendieron puntos de vista antagónicos: mientras César defendía el derecho de cualquier ciudadano a no ser ejecutado sin un juicio; Catón exigía la inmediata ejecución de los cinco detenidos para evitar males mayores. A pesar de que Catón era un recién llegado al senado y cinco años más joven que César, después de su intervención los senadores rompieron a aplaudir y la moción de Catón quedó aprobada por una mayoría abrumadora. La propuesta de César había sido aplastada. Esta discusión sería el inicio de una rivalidad mortal entre ambos que se alargaría durante diecisiete años.
Durante siglos, muchos han argumentado que la caída de la República Romana tuvo sus raíces en la corrosión institucional.
La periodista Joana Bonet brinda homenaje a Carme Chacón, símbolo de la política española.
«Carme Chacón vivió siempre como si no tuviera el corazón al revés. Estaba hecha de esa pasta que sella el coraje con sentimiento y la disciplina con entusiasmo. No lo tuvo fácil. Luchó, y mucho. Trece médicos asistieron a su nacimiento. Los primeros días ni le pusieron nombre, pero sobrevivió.» También sobrevivió a los golpes bajos de la política, al machismo de la época, al amor y al desamor y a una cierta conciencia de fracaso. Su figura es símbolo de una generación que creció en libertad y creyó en la educación como ascensor social. Chacón rompió una esquina de ese techo de cristal que todavía somete a las mujeres al ser la primera ministra de Defensa de un gobierno de España. Política de convicciones progresistas forjadas a partir de su historia familiar y con un fuerte compromiso con la igualdad, modernizó las Fuerzas Armadas y fue la mujer que estuvo más cerca de liderar el PSOE. Se anticipó a la fractura de Cataluña con España y al movimiento 15-M e intentó renovar la vieja política de los privilegios: «Cuando decimos izquierdas, hacemos izquierdas».
“Así siento que ha sido toda mi vida: un huracán, un torbellino, un tsunami arrasador que siempre me ha traído grandes alegrías, me las ha quitado, para volverme a traer más en este incesante vaivén. ¡O tal vez el huracán soy yo! Porque allá donde voy, me dicen que siempre se arma un revolú.” - Charytín
Desde una infancia dolorosa con complicados secretos familiares a un amor muy diferente al de las novelas, Charytín Goyco nos lo cuenta todo, con su peculiar tono cargado de drama y comedia a la vez.