Caleb no es un chico corriente. Ha tenido una vida complicada, quizá por las habilidades especiales que lo convierten, a sus ojos, en un monstruo. El destino lo ha llevado a trabajar para gente de moral dudosa, a hacer cosas que le han manchado las manos y el alma.
Entonces, una de sus misiones se complica y se le asigna vigilar a Victoria, una humana tan normal como cualquier otra, con un trabajo rutinario, un apartamento pequeño y un gato extraño.
Debería ser el trabajo más fácil del mundo, pero termina teniendo que elegir entre el mundo que conoce y la única persona que alguna vez le ha importado.
Caleb no es un chico corriente. Ha tenido una vida complicada, quizá por las habilidades especiales que lo convierten, a sus ojos, en un monstruo. El destino lo ha llevado a trabajar para gente de moral dudosa, a hacer cosas que le han manchado las manos y el alma.
Entonces, una de sus misiones se complica y se le asigna vigilar a Victoria, una humana tan normal como cualquier otra, con un trabajo rutinario, un apartamento pequeño y un gato extraño.
Debería ser el trabajo más fácil del mundo, pero termina teniendo que elegir entre el mundo que conoce y la única persona que alguna vez le ha importado.
Y tú, ¿serías capaz de enamorarte de alguien que desconoce el significado del amor?
Hay dolores y situaciones imposibles de olvidar.
Hay rencores que se encarnan en lo más profundo del alma y no logran disolverse con el paso del tiempo, aunque intentes comprimirlos dentro de un cofre y los sepultes en el fondo del océano.
¿Cómo se sigue adelante cuando los que más daño te causaron son aquellos que debían cuidarte y protegerte?
Annelie y Theo se esfuerzan por salir adelante, a pesar de sus historias personales. Historias de infancias robadas, violencia y excesos.
El destino insiste en cruzarlos en un afán por reparar lo vivido, pero hay bombas imposibles de desactivar, y el camino que los une se convertirá en un impulso irrefrenable hacia una última explosión.
Tras el fin de la era de los perfectos, la sociedad está sumida en un renacimiento completo... en el que la popularidad manda. Ser famoso implica tener mejor casa, mejor ropa e incluso mejores amigos. En cambio, no serlo te convierte en invisible, en un perdedor, en un completo desconocido.
En definitiva, en un extra. Aya Fuse lo es. Pero a sus quince años hay algo que tiene ya muy claro: por nada del mundo piensa resignarse al anonimato. Y, como Tally unos años atrás, Aya está dispuesta a todo para hacer realidad sus sueños...