«Una de las voces más personales, controvertidas y exuberantes de la literatura actual en español».
Jurado del Premio FIL de Literatura
Entre ironías, burlas, improperios, maldiciones, blasfemias, este librito sin pretensiones hará reír a muchos e iluminará a montones. Trata modestamente de apresar el cambio frenético que se ha apoderado del mundo. Su autor vive en la Luna y desde allá dispara. Es un francotirador lunático que abre fuego contra el que sea: presidentes, papas, reguetoneros, raperos, médicos... Y con especial delectación contra las reverendas madres, perpetuadoras de la especie, su blanco predilecto. Apunta desde arriba el selenita contra sus soldaditos de plomo, dispara y van cayendo allá abajo unos tras otras. ¡Qué puntería! ¡Qué masacre!
«A un paso de que la humanidad desaparezca por el exceso de gente, el derretimiento de los polos, la crecida de los mares y la gran fiesta nuclear que viene, juzgo oportuno enrostrarle al hombre lo cruel y atropellador que ha sido con los animales y enterarlo de la dicha inmensa que me causa su castigo y próxima desaparición». Eso dice, eso anuncia, oigámosle.
Comienza el verano en Arcachon, una pequeña ciudad de provincias francesa, y Simone Leblanc se propone reabrir el taller de costura fundado por su abuela. Impulsada por la fuerza de su creatividad, y con ayuda de Teresa, su ama de llaves y confidente, trabajan en la remodelación y al inicio de la temporada sus diseños ya están expuestos en el escaparate y el taller vuelve a llenarse de clientes.
Pero Simone aspira a más: se libera del corsé, aligera los vestidos, prefiere el lino y el algodón a la seda, experimenta con los trajes de baño, creando patrones simples con géneros rompedores para su época. Hasta que una veraneante parisina, quien se presenta como Gabrielle Chanel, irrumpe en la tienda y, con su gran ojo para reconocer el talento ajeno, le propone trabajar juntas. Así comienza una colaboración que revolucionará la indumentaria femenina y sentará las bases de la nueva elegancia, llevándolas de un balneario de la costa atlántica al París de la Primera Guerra Mundial, y de la Cuba de los años treinta a la Francia ocupada por los nazis, y se desarrolla una sinuosa y compleja amistad con inesperado desenlace. Wendy Guerra combina realidad y ficción, su talento literario y su pasión por la moda para entretejer el destino de estas mujeres que no dudarán en arriesgarlo todo por cumplir sus sueños.
Llega al catálogo de Alfaguara un título que ya es historia reciente: el libro que cambió la mirada sobre la despoblación y la señaló como un fenómeno crucial para entender la España de hoy. La etiqueta «España vacía» generó una conversación nueva, llegó a los programas políticos, llenó librerías y espacios culturales, y ha acabado por convertirse en una sección fija de los medios y las agendas electorales. El asunto de «lo rural» y «lo urbano» volvió a ser un género literario que dio pie a una enorme bibliografía y revitalizó, además, el ensayo para la generación más joven de escritores y lectores.
La España vacía habla de una gran parte de nuestro país, pero también de todo el mundo occidental, donde la vida en los pueblos se separa cada vez más de la urbana; habla de recursos, de política, de literatura y tradiciones, del pasado y del futuro, y de cada uno de nosotros, de nuestra historia y nuestras historias.
Esta nueva edición incorpora un nuevo prólogo del autor escrito en 2022, junto a todo el contenido original revisado.
Llega al catálogo de Alfaguara un título que ya es historia reciente: el libro que cambió la mirada sobre la despoblación y la señaló como un fenómeno crucial para entender la España de hoy. La etiqueta «España vacía» generó una conversación nueva, llegó a los programas políticos, llenó librerías y espacios culturales, y ha acabado por convertirse en una sección fija de los medios y las agendas electorales. El asunto de «lo rural» y «lo urbano» volvió a ser un género literario que dio pie a una enorme bibliografía y revitalizó, además, el ensayo para la generación más joven de escritores y lectores.
Cuando su padre, el duque, es llamado a combatir al frente durante la Segunda Guerra Mundial, Mariana emprende un viaje junto con su madre y su hermana hacia un destino colorido. Atrás han dejado París y su encanto de cuento de hadas, y en México encuentran un país lleno de contrastes. Mariana crece entre juegos y canciones en este mundo nuevo, si bien amparada en el privilegio de pertenecer a la élite, hasta que un hombre de claroscuros, el padre Teufel, irrumpe en su vida trocando los sueños de la infancia en una fascinación por lo prohibido. La Biblioteca Elena Poniatowska reúne la obra narrativa, ensayística y periodística de la autora que se ha erigido como la portadora de una pluma capaz de darle a la vida las múltiples posibilidades que otorga la literatura. En La Flor de Lis, imbrica la novela con la autoficción brindándonos una obra inolvidable sobre el lugar que llamamos hogar.
En 1999, Paulina Ramírez, de tan sólo trece años, fue violada y quedó embarazada. Con el apoyo de su familia, acudió a la clínica de su localidad para interrumpir la gestación, pero ni su corta edad ni las circunstancias violentas en las que se dio su embarazo le garantizaron ese derecho.
Los médicos que la atendieron argumentaron objeción de conciencia, empecinados en defender sus creencias religiosas, y se negaron a practicar el aborto, dejando a Paulina y a su familia en una encrucijada vital.
Berlín, 1956. La tarde con más frío de todo el invierno, las manos de una niña se ensucian de carbón. Berlín, 1958. En esas mismas manos hay un secreto o un recuerdo, una insignia con tres letras grabadas: PCE. Berlín,1961. La sangre de las sardinas ha quedado al otro lado porque un muro ha partido la ciudad en dos. Berlín, 1968. ¿Has pensado en lo que significa estar aquí para siempre? Berlín, 1971. Qué cosas se llevan en los viajes, cuando se huye, cuando no será posible el regreso.
La vida de Katia podría haber sido contada de muchas formas, pero la prosa de Aroa Moreno Durán, incisiva y brillante, nos la cuenta de este modo: devolviendo la belleza al peso de la Historia.
Varios años después de publicar La invasión (1967), Ricardo Piglia reescribió los relatos que integraban el libro siguiendo la máxima de Hemingway, según la cual todo lo que se saque de un relato no hará más que mejorarlo. A las diez narraciones primitivas se sumaron otras cinco, aparecidas en revistas literarias, y dos más que escribió durante el proceso. Piglia partió de la misma situación inicial, consciente de que «la misma historia con otros protagonistas es otra historia (y sin embargo en un sentido es también la misma)». Lo es, en efecto, ya que en todos los relatos emergen los temas que conforman su imaginario: la revisión crítica de la historia de Argentina, la frontera entre ficción y realidad, o las tramas metaliterarias donde sus autores de cabecera aparecen como un personaje más.
Para ser una esclava en el Saint-Domingue de finales del siglo XVIII, Zarité había tenido buena estrella: a los nueve años fue vendida a Toulouse Valmorain, un rico terrateniente, pero no conoció ni el agotamiento de las plantaciones de caña ni la asfixia y el sufrimiento de los trapiches, porque siempre fue una esclava doméstica. Su bondad natural, fortaleza de espíritu y honradez le permitieron compartir los secretos y la espiritualidad que ayudaban a sobrevivir a los suyos, los esclavos, y conocer las miserias de los amos, los blancos.
Zarité se convirtió en el centro de un microcosmos que era un reflejo del mundo de la colonia: el amo Valmorain, su frágil esposa española y su sensible hijo Maurice, el sabio Parmentier, el militar Relais y la cortesana mulata Violette, Tante Rose, la curandera, Gambo, el apuesto esclavo rebelde... y otros personajes de una cruel conflagración que acabaría arrasando su tierra y lanzándolos lejos de ella.
Esta es una historia real, llena de aristas y sombras, sobre la condición humana.
A fines de los sesenta, con trece años, la argentina Silvia Labayru era una adolescente tímida, lectora, amante de los animales, entusiasta de John F. Kennedy, hija de una familia de militares que incluía a su padre, miembro de la Fuerza Aérea y piloto civil. A esa edad ingresó en el Colegio Nacional Buenos Aires, una institución pública de gran prestigio, donde entró en contacto con agrupaciones estudiantiles de izquierda y se transformó en una militante aguerrida. En marzo de 1976 se produjo en la Argentina un golpe de Estado que dio comienzo a una dictadura militar. Para entonces, embarazada de cinco meses y con veinte años, Labayru integraba el sector de Inteligencia de la organización Montoneros, un grupo armado de extracción peronista. El 29 de diciembre de 1976 fue secuestrada por militares y trasladada a la ESMA, la Escuela de Mecánica de la Armada, donde funcionaba un centro de detención clandestino en el cual se torturó y asesinó a miles de personas. Allí tuvo a su hija que, una semana más tarde, fue entregada a los abuelos paternos.