Tras la muerte de su hermana, Dianna tiene un solo objetivo: la venganza. Pero superar el duelo no es fácil, y menos aún cuándo todo el mundo a su alrededor parece estar ocultándole algo. Samkiel, en cambio, solo quiere salvar a Dianna, no importa si el precio por ello puede llegar a ser su propia vida.
Con Kaden y su ejército acechándoles, Samkiel, Dianna y el resto de la Mano no pueden permitirse ni un solo error. Pero el tiempo se agota, y aún quedan muchos secretos por descubrir y muchas batallas por luchar.
Ya hace mucho tiempo que Tally dejó de ser una imperfecta rebelde e indisciplinada. Por aquel entonces, ella aún creía que los especiales no eran más que un rumor siniestro y aterrador: de ellos se decía que eran veloces, atractivos y crueles como nadie. Irónicamente, el destino la ha llevado a convertirse en especial, y, tras someterse a la más sofisticada de las operaciones quirúrgicas, ha recibido una misión: acabar con la resistencia...
Tras el fin de la era de los perfectos, la sociedad está sumida en un renacimiento completo... en el que la popularidad manda. Ser famoso implica tener mejor casa, mejor ropa e incluso mejores amigos. En cambio, no serlo te convierte en invisible, en un perdedor, en un completo desconocido.
En definitiva, en un extra. Aya Fuse lo es. Pero a sus quince años hay algo que tiene ya muy claro: por nada del mundo piensa resignarse al anonimato. Y, como Tally unos años atrás, Aya está dispuesta a todo para hacer realidad sus sueños...
Tras descubrir que ha sido profetizada para salvar el reino, el deber de Aya debería estar claro: volver a su patria con Will, su antiguo enemigo, para servir a su reina en la guerra que se avecina.
Sin embargo, con la traición acechando, Aya y Will se ven obligados a mentir, manipular y ocultar sus sentimientos mientras luchan por descubrir la verdad antes de que la oscuridad los destruya a todos.
Y con los secretos y engaños que persiguen a Aya allá donde va, la joven no puede sino preguntarse si es la intención de los dioses que salve el reino... o si su destino no será, por el contrario, verlo arder.
UNA BRUJA...
Rune Winters está huyendo. Desde que el chico al que amaba, Gideon Sharpe, reveló quién era y la entregó al enemigo, el mundo entero la quiere ver muerta. Si Rune quiere sobrevivir, debe aliarse con la cruel y peligrosa Cressida Roseblood, que planea recuperar la República y reinstaurar un Reino de Brujas. Y para ello necesita a Rune.
UN CAZADOR DE BRUJAS...
Al parecer, a Rune no le bastó con engañar a Gideon; ahora lo ha traicionado aliándose con la bruja que convirtió su vida en un infierno. Gideon no permitirá que la República caiga en manos de las brujas y se sumerja de nuevo en las pesadillas del pasado. Todas las brujas deben morir, especialmente Rune Winters.
EMORY Blackchurch es una mansión oculta, en un lugar remoto, a donde los más ricos envían a sus hijos rebeldes para que aprendan de sus errores.
Will Grayson siempre fue salvaje e imprudente. Disfrutaba arrinconándome en el instituto cuando nadie estaba mirando, así ni un alma sabría que al chico popular le gustaba una perdedora como yo.
Ahora me odia y está justificado. Porque es todo culpa mía. Todo. La Noche del Diablo. Los vídeos. Que los arrestaran.
Despite dreams of adventures far beyond the Salann shores, seventeen-year-old Verity Thaumas has remained at her family’s estate, Highmoor, with her older sister Camille, while their sisters have scattered across Arcannia.
When their sister Mercy sends word that the Duchess of Bloem—wife of a celebrated botanist—is interested in having Verity paint a portrait of her son, Alexander, Verity jumps at the chance, but Camille won’t allow it. Forced to reveal the secret she’s kept for years, Camille tells Verity the truth one day: Verity is still seeing ghosts, she just doesn’t know it.
Tras varios meses en las sombras, la familia de extraños intenta recomponerse. El mundo de Caleb se ha desmoronado. El tiempo transcurre, pero él sigue viviendo en esa misma noche. Sigue paralizado en ese mismo dolor. Su familia necesita que despierte. Él necesita buscarla. Y necesita encontrarla. El mundo de Victoria se ha transformado. Intenta descubrir quién es, pero su antiguo yo sigue fragmentado en cientos de pedazos. El chico que la acompaña necesita que ella sea fuerte. Ella necesita entender por qué siente esa conexión con él. Y por qué una voz en lo más profundo de su cabeza le dice que tiene un hogar al que volver. Huir ya no es una opción para nadie. La única posibilidad de supervivencia es enfrentar el pasado y desafiar el olvido. ¿Se puede cambiar el destino cuando ya ha sido escrito? ¿Se puede encontrar aquello que ya se ha perdido?
Hace un año, Amelie lo tenía todo: un novio de toda la vida, su mejor amiga de la infancia y un trabajo en el restaurante de su padre. Su vida era perfecta. Hasta que Ian se sentó junto a ella en una boda y le demostró que quizá podría apetecerle algo fuera de la carta.
Hoy, Amelie está soltera y sin trabajo, y se ha tomado un respiro de su mejor amiga. Por si fuera poco, ha perdido todo contacto con Ian. Cuando visita la ciudad de este para dar una conferencia sobre cocina, espera un gran encuentro romántico y trascendental. Sin embargo, todo vuela por los aires al descubrir que Ian es hijo del rival de su padre.
¿Puede haber un fiasco aún mayor? Él solo quiere que sean amigos. Amelie tiene una semana para hacerle cambiar de opinión y demostrarle que, pese a todo, ella es la persona indicada con la que compartir su menú de boda.
Nos contamos nuestros más oscuros y personales secretos a través de cartas y notas escondidas entre las páginas de un libro. Es divertido hasta que descubro quién es la persona del otro lado de las cartas.
Xavier Emery es el jugador de baloncesto que tiene a todos obsesionados…, y aunque me atormentaba de pequeña, creo que me estoy enamorando de él.
Aun así, las reglas son claras: no queremos saber con quién estamos hablando, y las confesiones nunca jamás pueden salir a la luz porque podría destruir la vida de muchas personas.
De todos modos, no importa. El chico más popular del instituto no descubrirá que soy yo la que responde a sus cartas, y aunque lo supiera, no se enamoraría de mí… ¿verdad?