¿Puede detenerse lo irreversible? ¿Alguien puede convertirse en un teorema sin solución? ¿Es posible huir de un destino que no nos pertenece? ¿Son las redes sociales quienes nos impulsan a la batalla? ¿Un personaje de ficción puede redactar una declaración de principios? ¿Cabe toda la música en un solo cuerpo? Caminamos asediados por interrogantes, sufrimos la desigualdad que nos imponen las esferas de poder, respiramos la ira de sociedades cada vez más polarizadas. Vivimos colericos, iracundos, enrabiados. Como si se tratara de un manual sobre la rabia, Jorge Volpi disecciona, incide y profundiza magistralmente en los espacios que generan nuestras confrontaciones y en las hendiduras en las que nos precipitamos o escapamos cada uno de nosotros.
Con sus relatos, reunidos en este volumen, escritos en total libertad para la revista underground Open City, Charles Bukowski se convirtió de inmediato en una celebridad «una leyenda viviente» (New York Review of Books), cuya fama fue aumentando vertiginosamente con la publicación de sus otros libros de relatos y poemas: «el sucesor de Miller y Burroughs», comentó Le Nouvel Observateur. Con su brutalidad, su salvaje y tierno sentido del humor, su tremenda sinceridad, Bukowski borracho, enloquecido, atrapado en una sociedad cuyos presuntos valores le asquean consigue, con su estilo descarnado y escueto, conectar inmediatamente con el lector.
En otros tiempos, un heroe se alzó para salvar la humanidad. Fracasó. Desde entonces, el mundo es un erial de ceniza y niebla gobernado por un emperador inmortal conocido como el lord Legislador.
Pero la esperanza perdura. Una nueva revuelta cobra forma cimentándose en la treta definitiva: la astucia de un brillante genio del crimen y la determinación de una heroína insólita, una joven ladrona callejera que deberá aprender a controlar el poder de los nacidos de la bruma.
La intriga de esta novela está basada en la idea de un crimen sin móviles, un crimen perfecto: dos desconocidos acuerdan asesinar cada uno al enemigo del otro, forjando así una coartada indestructible. Bruno viaja en el mismo tren que Guy. Empiezan a conversar y Bruno, demoníacamente, fuerza a Guy a desvelar su punto débil, la única grieta en su ordenada existencia: Guy quisiera librarse de su mujer, que le traicionó y que puede obstaculizar su prometedor futuro. Bruno le propone un pacto: él matará a la mujer y Guy, a su vez, al padre de Bruno, a quien éste odia. Guy rechaza el plan, pero no así Bruno, quien, una vez cumplida su parte, reclama al horrorizado Guy que cumpla con la suya. Adaptada al cine por Alfred Hitchcock, Extraños en un tren lleva a cabo una indagación escalofriante en la perturbada mente de Bruno, pero lo que más le interesa a Patricia Highsmith es la relación entre éste y Guy. Y es ahí donde la novela prefigura la obsesión de su obra futura: ¿hasta qué punto no está la insania de Bruno agazapada también en Guy? ¿Cuán cercana es la amenaza de la irracionalidad en todos nosotros?
Los cinco títulos hasta ahora publicados de «Canción de hielo y fuego», Juego de tronos, Choque de reyes, Tormenta de espadas, Festín de cuervos y Danza de dragones, llegan a las librerías en una nueva edición que conquistará tanto a los fans de esta saga épica como a aquellos que esperan la oportunidad perfecta para adentrarse en sus páginas por primera vez.
«Larga vida a George Martin... Sacerdote literario, sabedor de su don para el personaje complejo, el lenguaje vívido y la visión salvaje de los mejores narradores.»
The New York Times
Publicado por primera vez en Italia en 1958 y firmado con el joyceano pseudónimo de Dedalus, Filósofos en libertad supuso el sorprendente debut de Umberto Eco en un género que él mismo definió como «ensayo ligero». El libro, que puede leerse como una hilarante introducción en verso a la historia de la filosofía y también como un juego para iniciados, tiene su origen en las viñetas que Eco dibujaba durante los congresos de filosofía a los que asistía en su juventud. A estas viñetas añadió luego los «poemillas» que las acompañan. Aunque siempre los consideró meros divertimentos, también insistía en su absoluto rigor científico. «Bromear, sí, pero seriamente» es la consigna del autor en un prólogo escrito muchos años después, recogido en un volumen firmado ya con su nombre ―y que por primera vez se traduce al castellano en esta edición―, al que se sumaban una serie de piezas sobre Marcel Proust, James Joyce y Thomas Mann (por quienes sentía auténtica devoción), junto a varios apéndices escritos a lo largo de las décadas y que versan sobre otras cuestiones, igualmente pesadas (en el sentido etimológico del término), con la misma y casi necesaria levedad.
Toby Fleishman creyó saber qué podía esperar cuando él y su mujer, con quien ha estado casado durante casi quince años, se separan: fines de semana y vacaciones alternadas con los niños, alguna amargura residual, algún momento de tensión esporádico para negociar la crianza compartida de sus hijos. Pero no podía predecir que un día, en el medio de su emancipación sexual recién adquirida, Rachel dejaría a sus dos hijos en su casa y no volvería más. Toby se había esforzado tanto por encontrar un equilibrio en su vida de soltero. Los vientos de su optimismo, largamente inactivos, recién se habían puesto en marcha. Y ahora esto.
Mientras Toby intenta averiguar dónde fue Rachel, a la vez que hace malabarismos con sus pacientes del hospital, sus tareas parentales que no se acaban nunca y su recientemente adquirida popularidad sexual en las apps, termina siendo la prolija narrativa del marido rechazado y la mujer excesivamente ambiciosa. Pero si Toby quiere comprender de veras lo que le sucedió a Rachel y a su matrimonio, tendrá que aceptar que quizá no ha sido totalmente objetivo en su análisis de los hechos.
Un debut mordaz y sin tapujos, Fleishman está en apuros es una exploración perspicaz, inquietante y a menudo hilarante de una cultura que intenta gestionar las profundas líneas divisorias de una institución que ha demostrado ser digna de profundos recelos y profundas esperanzas.
La ambición y la intriga son las únicas pasiones de este hombre político, carente de escrúpulos y moral, que navega a través de las convulsiones sociales y políticas de la Francia revolucionaria y del imperio sin mudar el gesto. Como muy bien dice Zweig: «Los gobiernos, las formas de Estado, las opiniones, los hombres cambian, todo se precipita y desaparece en ese furioso torbellino del cambio de siglo, sólo uno se queda siempre en el mismo sitio, al servicio de todos y de todas las ideas: Joseph Fouché».
Cuando Mary escribió esta historia era una jovencita de dieciocho años. En el verano de 1816 —escribió Mary en la introducción a su libro— visitamos Suiza y nos convertimos en vecinos de lord Byron. Esta vecindad dio lugar a una serie de reuniones en las que se contaban y leían historias fantásticas y de terror. En una de esas veladas, lord Byron propuso a todos sus invitados que escribieran una historia de fantasmas. Y de esta propuesta surgió Frankenstein.
Fuki-no-tô, la granja de Atsuko, de Aki Shimazaki, es la esperada cuarta parte de La sombra del cardo, uno de los grandes éxitos de la literatura japonesa.
Atsuko es feliz en la pequeña granja con la que siempre ha soñado. Su negocio va bien y pronto necesitará contratar ayuda. Cuando su marido aceptó dejar la ciudad para compartir con su familia esta vida en el campo que no es propia de él, ella supo reconocer los sacrificios que le costó. Pero una amiga del pasado reaparece en la vida de Atsuko, quien tendrá que ordenar su existencia y sus deseos, tan enredados como un bosque de bambú abandonado.
En Fuki-no-tô, la granja de Atsuko, Aki Shimazaki sigue desplegando su biombo narrativo y ahora nos muestra la vida de la esposa de Mitsuo, el protagonista de Azami, el club de Mitsuko.