El dinero cuenta la historia de Arístide Saccard, un emprendedor que decide fundar un banco utilizando el engaño y la especulación financiera para subvencionar unos dudosos proyectos en Oriente Medio. Movido por la avaricia, Saccard emprende unos cálculos y maquinaciones sin escrúpulos que pronto lo conducen a una especie de estafa piramidal, en cuyo entramado de expectativas y promesas de enriquecimiento rápido acaban enredados todos los personajes de la novela.
Un formidable tríptico que va del pasado reciente a un futuro postapocalíptico, en el que las expectativas y la pérdida se entremezclan en un mundo de rápida transformación.
«Excelente. Aunque se narren escenarios distópicos, futuristas o de ciencia ficción, lo que prevalece en estos relatos semiapocalípticos es el retrato de emociones humanas casi primitivas, de nuestra relación confenómenos fuera del control humano: y la incertidumbre, la nostalgia y el duelo que se derivan de ello».
Xita Rubert
Desde el pasado reciente a un futuro lejano, las tres historias incluidas en este nuevo libro de Daniel Galera nos hablan de expectativas y pérdidas, y de cómo, a partir de nuestros errores, reconstruir la vida en un mundo que se transforma a toda prisa.
«El dios de los helechos» relata la ansiosa espera de una pareja ante el nacimiento de su primer hijo en vísperas de las elecciones presidenciales de Brasil. Ambos se ven inmersos en una atmósfera de incertidumbre, tanto por el destino que le espera a su futuro hijo como por el rumbo del país.
El pasado nunca muere, solo cambia de rostro.
Un thriller psicológico donde los secretos familiares y el miedo dictan el destino de sus personajes.
Como cada sábado, desde que decidió que su trabajo de fin de grado en Criminología versaría sobre la hibristofilia, esa rara patología que designa la atracción por criminales violentos, Olivia visita en la Prisión de Soto del Real a Pedro Díaz, autor de los asesinatos de tres jóvenes el día que cumplían la mayoría de edad. El mismo sábado que Pedro confiesa a Olivia que había perpetrado otros crímenes anteriores, Inés, la mujer de Pedro y madre de sus dos hijos, Alicia y Adrián, aparece asesinada en su casa. Los inspectores de Homicidios Virginia Lambert y Román Presedo serán los encargados de investigar un crimen que se complicará con el secuestro de Alicia, precisamente el día de su decimoctavo cumpleaños. Ambos sucesos tienen el inconfundible olor de la venganza.
Yákov Petróvich Goliadkin es un funcionario de bajo rango de San Petersburgo que, despues de que lo echen de una fiesta a la que no ha sido invitado, se encuentra, en medio de una tormenta, con un hombre con una apariencia que es exacta a la suya. Al llegar a casa, se lo encuentra sentado en su cama y al día siguiente en su oficina. Extrañamente, los dos hombres entablan una especie de amistad: cenan juntos e intercambian confidencias, pero pronto Goliadkin empieza a temer que conspira contra el y se reconcome porque ve que triunfa en sociedad. Ahora bien: ¿el doble es real? ¿Es una alucinación, una proyección? ¿Realidad y delirio están bien delimitados o se funden? ¿Goliadkin está loco desde un principio o se vuelve loco durante el relato? ¿El doble es causa o consecuencia de la locura? Todas estas preguntas han inquietado a la crítica y a los lectores de El doble (1846) durante casi doscientos años y seguramente sean la causa de que la novela, despreciada en su día y aun así una de las más famosas de Dostoievski, conserve su misterio.
Ningún lord había sido nunca jinete de dragones. Pero Jaxom, el joven señor de Ruatha, no es cualquier persona. Y cuando encontró un huevo más pequeño de lo normal, casi abandonado, y lo llevó a la sala de eclosión, selló su destino.
Nunca en la historia de Pern ha habido un dragón como Ruth. Pequeño y de un purísimo color blanco, es inteligente, valiente y leal. Sin embargo, debido a su tamaño, el resto de dragones lo desprecian, ya que no se le considera apto para pelear contra las hebras.
En un apartamento de Londres, dos niños afrontan la tristeza por la inesperada muerte de su madre. Tras el fallecimiento de su esposa, el padre es un hombre a la deriva. En medio del desconsuelo, la familia recibe la visita de Cuervo —antagonista, embustero, protector, terapeuta, niñero—, una ave negra y picuda que amenaza con quedarse en la casa hasta que sanen las heridas familiares.
«Esta es una carta de amor al dolor indescriptible y a la formidable belleza del mundo. La vida es sombría. La vida es divertida. Esta es una carta de amor a mis familiares, vivos o muertos. Es una carta de amor a la poesía, a los cuentos para niños, a las fábulas, a los mitos, a los ensayos y a los dramas teatrales. Al acto de leer de forma amplia y libre, al acto de reimaginar y reinventar cuanto hemos leído. A quienes entrarían bramando en una biblioteca cual cuervo gigante y borracho, para devorar y engullir entre gritos y alaridos.