Junio de 2086. Un virus ha terminado con la humanidad y no quedan más que dos personas en todo el planeta: un joven y un anciano que pronto dejará de existir. Estos dos últimos supervivientes contemplan las ruinas de la humanidad. Las guerras han terminado, ya no hay hambre en el mundo y las bestias creadas por el hombre fueron desapareciendo. ¿Hacía falta una gran destrucción para que alguien se emocione de nuevo ante una puesta de sol? ¿Hará falta que desaparezca el hombre para ser conscientes de lo que llegó a ser?
Amigorena firma una novela de gran carga poética y nos sitúa cara a cara con un futuro cada vez más cercano mientras se pregunta por los errores del hombre que podrían acabar con la humanidad.
Rachel es una entusiasta consumidora de drogas «recreativas». Según ella, no por adicción sino por pasatiempo. Al fin y al cabo, hoy día, ¿quién no toma de vez en cuando un ácido, una raya o unas pocas pastillas? ¿Qué mejor para olvidar las tensiones del trabajo y disfrutar un rato de la vida?
Pero, en una de esas, se le va la mano, y tras una noche de excesos se atiborra de tranquilizantes para dormir a pierna suelta y empezar fresca una nueva jornada laboral. Para su sorpresa, a la mañana siguiente no despierta en su habitación sino en la cama de un hospital, después de un lavado de estómago y a punto para ingresar una temporada en una peculiar clínica de rehabilitación...
Dos chicas adolescentes viven al límite en la Valencia de los últimos años ochenta, justo antes de que la música mákina y las drogas sintéticas arrasen con todo.
¿Qué sucede cuando la madre de la que fue tu mejor amiga reaparece al cabo de veinticinco años para preguntarte qué llevaba su hija en un bolsillo de la chaqueta el día que la atropelló un tren? Es lo que le ocurre a la narradora de esta profunda y trepidante historia. Y a partir de ese enigmático y doloroso primer email, empieza a hurgar en la memoria para recuperar a la adolescente que fue, a la pareja de amigas que formaba junto a Carla, dos jóvenes intrépidas que querían vivir muy rápido. Recuerda entonces el liceo en el que estudiaban, y sus incursiones en los billares y las discotecas de una Valencia de finales de los años ochenta. Una época en que la música todavía importaba, y los paisajes sonoros eran el más potente conductor de emociones, el último hábitat de la adolescencia. Al hilo de la conversación con la madre de su amiga, la narradora reconstruye su propia memoria hasta llegar a la ruta del bakalao, donde la muerte de la melodía coincide con la de la propia inocencia.
Un mundo en el que los esclavos son los amos y los amos los esclavos.
De la ganadora del Booker por Niña, mujer, otras, una brillante sátira sobre la esclavitud.
Bienvenidos a un mundo al reves. Un buen día, Doris está jugando al escondite con sus hermanas en el prado de detrás de su casa, en Inglaterra. De repente, alguien se abalanza sobre ella, le pone un saco en la cabeza, y Doris termina en la bodega de un barco de esclavos que navega hacia el Nuevo Mundo.
En esta fantástica e imaginativa vuelta de tuerca a la trata transatlántica de esclavos -en la que los blancos son esclavizados por los negros-, Bernardine Evaristo nos invita a reflexionar con una sátira tan asequible y fácil de leer como inteligente y perspicaz. Raíces rubias nos acerca hasta la incomodidad a los grilletes, los lamentos y demás barbaries del esclavismo, planteando preguntas muy oportunas sobre la sociedad de hoy.
A comienzos del siglo XIX, el doctor Vallejo viaja a Galicia junto con Marina, su joven hija, para servir como médico en un poderoso monasterio de Ourense. Allí descubrirán un mundo y unas costumbres muy particulares y vivirán la caída de la Iglesia y el fin definitivo del Antiguo Régimen. Marina, interesada en la medicina y la botánica pero sin permiso para estudiar, luchará contra las convenciones que su época le impone y se verá inmersa en una aventura que guardará un secreto de más de mil años.
En nuestros días, Jon Bécquer, un inusual antropólogo que trabaja localizando piezas históricas perdidas, investiga una leyenda. Nada más comenzar sus indagaciones, en la huerta del antiguo monasterio aparece el cadáver de un hombre vestido con un hábito benedictino propio del siglo XIX. Este hecho hará que Bécquer, acompañado por el sargento Xocas, se interne en los bosques de Galicia buscando respuestas y descendiendo por los sorprendentes escalones del tiempo.
La novela que anticipó el hallazgo de los anillos mágicos de Santo Estevo.
Juan ha conseguido independizarse lejos de su país cuando se ve obligado a regresar a su pueblo debido a la muerte de su padre. Su intención, tras el entierro, es retomar su vida en Edimburgo cuanto antes, pero una noticia cambia sus planes. Así, sin proponérselo, se verá en el mismo lugar del que decidió escapar, al cuidado de una madre a la que apenas conoce y con la que siente que solo tiene una cosa en común: el viejo Renault 4 de la familia.