En un futuro próximo, una joven llamada Rachel sobrevive en una ciudad en ruinas poblada por criaturas insólitas, experimentos biológicos que escaparon de su cautiverio tras ser creados por la corporación que se hacía llamar la Compañía. Un día, Rachel descubre a Borne, un extraño ser -¿se trata de un animal o de una planta?- que posee un peculiar encanto y que le recuerda a su infancia junto al mar. Pero, como le advierte su compañero, Wick, no puede encarIñarse de él, esa vulnerabilidad es justo lo que no puede permitirse en un entorno tan implacable, y más ahora que está a punto de cambiar el equilibrio de poder. Y aun así... a pesar de las amenazas y nuevos enemigos que muy pronto pondrán en peligro su ya precaria existencia, Rachel hará todo lo posible por protegerlo a medida que descubre quién o qué es, a medida que crece y cambia... ¿Cuál es el secreto que esconde Borne?
Las mil y unas noches no sólo es un mosaico que contiene cuentos de los distintos pueblos que en un momento u otro los acogieron, sino que también es un mosaico de las diversas morales de los mismos. Y así, al lado de cuentos piadosos y de fábulas didácticas, se encuentran historias de tono subido, incluso de bestialismo y homosexualidad. Son, por tanto, un verdadero cajón de sastre, tanto en su temática como en su actitud moral.
En La Habana en un espejo Alma Guillermoprieto reconstruye una de las épocas más difíciles de su vida; formada en las mejores escuelas de baile de Nueva York, a los veinte años viaja a La Habana para impartir clases en la Escuela Nacional de Danza. La confrontación con el régimen castrista y el idealismo del pueblo cubano sacuden la conciencia política de la narradora, todo ello en una época en la que la revolución parecía ser la única solución a muchos problemas.
La Habana en un espejo es la historia de la reivindicación de esta artista y una reflexión acerca de un régimen, y el resultado es un relato cargado de pasión y de ira en el que la autora consigue desmenuzar sus recuerdos con un pulso ágil y minucioso.