En la cárcel de Santiago de Compostela, en el verano de 1936, un pintor dibuja el Pórtico de la Gloria con un lápiz de carpintero. Los rostros de los profetas y de los ancianos de la Orquesta del Apocalipsis son los de sus compañeros republicanos de presidio. Un guardián, su futuro asesino, lo observa fascinado... La historia de ese lápiz, conductor de memorias, portador de almas, continuará hasta nuestros días.
Después de La lengua de las mariposas, Manuel Rivas retoma el hilo de la tragedia española, la guerra que estremeció al mundo y marcó la historia del siglo XX. Pero El lápiz del carpintero no es una historia más sobre la guerra. Trata de la vida de los hombres y las mujeres en el lado más salvaje de la historia. Trata de la fuerza del amor ocupando el hueco abismal de la desesperanza.
Las ratas es una novela construida a partir de una sucesión de anécdotas en las que rememora un pueblo desaparecido de Castilla. Se centra en la vida de Nini y el Ratero, los cuales desarrollaban su vida dentro de una cueva, y vivían a costa de la caza de ratas en el río del pueblo. Toda la grandeza de Castilla a través de la rebeldía callada y dulce de un niño.
Robert Langdon, experto en simbología, es convocado a un centro de investigación suizo para analizar un misterioso signo marcado a fuego en el pecho de un físico asesinado. Allí, Langdon descubre el resurgimiento de una antigua hermandad secreta: los illuminati, que han emergido de las sombras para llevar a cabo la fase final de una legendaria venganza contra su enemigo más odiado: la Iglesia católica.Los peores temores de Langdon se confirman cuando los illuminati anuncian que han escondido una bomba en el corazón de la Ciudad del Vaticano. Con la cuenta atrás en marcha, Langdon viaja a Roma para unir fuerzas con Vittoria Vetra, una bella y misteriosa científica. Los dos se embarcarán en una desesperada carrera contrarreloj por los rincones menos conocidos del Vaticano. Ángeles y demonios, la primera aventura del carismático e inolvidable Robert Langdon, es un adictivo y trepidante thriller sobre la eterna pugna entre ciencia y religión. Esta lucha se convierte en una verdadera guerra que pondrá en jaque a toda la humanidad, que deberá luchar hasta el último minuto para evitar un gran desastre.
Las historias de La bailarina de Izu constituyen una autobiografía velada de los atribulados años de juventud de Yasunari Kawabata. Marcado por la pérdida de los parientes más cercanos, las ceremonias del duelo y el fantasma de la memoria, el autor logra, con su estilo elegante y al mismo tiempo perturbador, componer escenas inolvidables a partir de los recuerdos dolorosos. Los escritos van acompañados, en esta edición, por varias «historias en la palma de la mano» que no habían sido publicadas anteriormente. Estampas urbanas del Japón previo a la segunda guerra mundial, nuevas versiones de motivos folklóricos orientales, percepciones intensamente vividas, fábulas modernas y poco morales sobre el amor, el deseo y la sexualidad completan esta obra del «maestro de la desilusión» de la literatura del siglo XX.
Auster comenzó a escribir La invención de la soledad cuando murió su padre repentinamente. Este es un homenaje a la figura paterna, una reflexión sobre su influencia, sobre el papel de hijo y sobre su propia paternidad. Consta de dos textos: en «Retrato de un hombre invisible», Auster analiza un hecho misterioso del pasado familiar y las consecuencias en el carácter del padre; sobre «El libro de la memoria», Enrique Vila-Matas escribió que es «un bello texto que contiene el germen de toda la obra austeriana». La invención de la soledad es un libro autobiográfico en el mismo tono que su último y exitoso libro Diario de invierno.
Todos los días libramos una guerra interior. Son batallas contra las inquietudes, las contradicciones, las dudas y las pérdidas. Pero en cada uno de nosostros vive un guerrero de la luz. Un guerrero de la luz conserva el brillo en los ojos. No siempre es valiente y en ocaciones sufre por cosas inútiles y duda de sí mismo. Sin embargo, por eso precisamente es un guerrero de la luz. Porque se equivoca. Porque aceptas las derrotas. Porque se cuestiona a sí mismo. Porque alimenta la esperanza en medio del cansancio y el desaliento. Porque busca una razón y no se detiene hasta encontrarla.