En el Berlín de 1943, nadie conocía el nombre de La Sombra. Pero ser visto por este judío despiadado era sinónimo de muerte: colaboraba con la Gestapo en la identificación y delación de otros ciudadanos judíos para condenarlos a los campos de exterminio.
En el Miami de finales del siglo XX, la deprimente vida de Simon Winter - retirado de la Brigada de Homicidios de la Policía- da un giro inesperado cuando su aterrorizada vecina llama a la puerta de su apartamento. Sophie, superviviente del Holocausto, cree haber visto a La Sombra. A la mañana siguiente, aparece estrangulada, con los ojos desorbitados de terror.
La policía supone que se trata de un asesinato más, pero Winter sabe la terrible verdad: un escurridizo asesino está eliminando a los supervivientes del Holocausto que viven en Miami.
Ahora que las circunstancias le instan a reencontrarse con él, la nostalgia del pasado acude sin remedio a su mente. Hace unos años... Susana era una tímida y poco agraciada alumna de Derecho obligada a sacar las mejores notas para no perder la beca que le permitía seguir estudiando. Sola y sin amigos, debido a su carácter, era considerada por todos «la empollona de la clase».
Su vida cambia drásticamente cuando en su segundo año de carrera tiene que realizar un trabajo con Fran, un guapo y rico compañero de estudios por el que siempre se había sentido atraída y quien ni siquiera se había fijado en ella jamás.
Cuando el agente literario Peter Katz recibe un manuscrito titulado El libro de los espejos, no puede evitar sentirse intrigado por lo que encuentra en él. Se trata de las memorias de un tal Richard Flynn, y en ellas habla de su época como estudiante en la Universidad de Princeton en la década de los ochenta, al tiempo que relata su estrecha amistad con otra estudiante y su relación con el profesor Joseph Wieder, un reconocido psicoanalista especializado en la pérdida de la memoria.
En el manuscrito, Flynn vuelve a los detalles olvidados de aquellos meses para contar la verdad sobre un trágico suceso que tuvo lugar la víspera de Navidad de 1987, hace más veintisiete años. Pero el manuscrito termina de forma abrupta y el agente literario se obsesiona por desenterrar la verdad. No será el único: un periodista de investigación intenta reconstruir los hechos y el detective original del caso, ya jubilado, pretende resolverlo antes de que el Alzheimer devore sus recuerdos.
Anna está furiosa: con su madre, con su vida, con su tesina y, sobre todo, con el profesor que se la dirige, que lleva un año intratable. Cuando aparece asesinado, todo apunta a una venganza. ¿Es Anna la culpable?
Søren, el policía que investiga el crimen, le concede el beneficio de la duda a cambio de que la joven le ayude a desentrañar las macabras circunstancias del caso y a desembrollar las intrigas de los círculos científicos, un mundo en el que todos están dispuestos a todo a cambio de prestigio y poder.
De pronto, Anna se encuentra inmersa en una enmarañada pesadilla. Son muchos los hilos que conducen hacia su estudio sobre la historia de los dinosaurios, pero más los que enredan su propia vida...
Si solo lee un par de libros cada año, que La golondrina negra sea uno de ellos. Me he enamorado por completo de él. No se puede abandonar su lectura.»
Booksnob.dk (Dinamarca)
Cuando el profesor Kristian Storm aparece ahorcado en su oficina, su asistente Marie Skov se resiste a creer que su mentor haya podido suicidarse. El investigador acababa de regresar de un viaje al África Occidental y se disponía a revelar una escandalosa verdad sobre los programas inmunológicos en los países del tercer mundo. El detective Søren Marhauge tampoco confía en la versión oficial de los hechos.
En un momento crítico de su vida personal, asediada por los fantasmas del pasado, Marie debe lidiar con la polémica herencia del profesor y ayudar a Søren en una investigación más allá de las fronteras de la legalidad, tras la verdadera cara de la industria farmacéutica.
Un domingo de primavera, en un antiguo monasterio de Varsovia, se celebra una terapia de grupo. La tranquilidad dura poco tiempo ya que uno de los participantes aparece muerto con un asador clavado en el ojo.
El fiscal Teodor Szacki asume las riendas de este «Caso Telak», que casi acabará por superarlo y que lo distraerá de la rutina de su trabajo, de las noticias de Varsovia y del mundo y de su monótono matrimonio. La mecánica de la terapia «de constelaciones» es el punto de partida: ¿puede alguno de los participantes haber caído preso de su propia ficción?