En los niños no ven féretros, ganador por unanimidad del Premio de Poesia Hiperión en su XXXVII, convocatoria, el autor, tras las postrimerías de la adolescencia, vuelve la vista atrás para evocar, con cuidada y siempre bien resuelta variedad formal, esa primera vida de la infancia, las primeras experiencias amorosas, la amistad, los primeros tanteos poéticos y el protector regazo familiar. Evocaciones y reflexiones que llenan de contenido unos poemas de línea clara y tono elegíaco, propios de una naciente conciencia de la caducidad.
ANA MERINO (Madrid, 1971) es catedrática en la Universidad de Iowa donde fundó el MFA de escritura creativa en español. Ha sido galardonada con los premios Adonáis y Fray Luis de León de poesía, y el Nadal de novela. Es además autora teatral y teórica de la historieta. En Visor ha publicado los libros Los días gemelos (1997), La voz de los relojes (2000), Juegos de niños (2003), Compañera de celda (2006), Curación (2010) y Los buenos propósitos (2015). En este nuevo libro, Ana Merino regresa salvando a las hormigas de su infancia mientras dibuja la poética de los cómics. El imaginario de sus versos se sumerge también en la fragilidad que nos rodea con sus aristas más destructivas. Sin embargo, la poeta es capaz de alimentar un secreto optimismo frente a la amargura de todo lo perdido. La energía de la literatura, el amor como sabiduría y esencia de intuiciones líricas iluminan la materia de esta conmovedora obra.
Salambó es una novela histórica de gran importancia para las letras universales por tratarse de un texto escrito a partir de una minuciosa investigación por parte de Flaubert. El relato se ubica en el siglo III en la llamada Guerra de los Mercenarios (en Cartago tras la primera Guerra Púnica) e incluye, para deleite de sus lectores, personajes como Salambó y Matho que son llevados por amores, traiciones, pérdidas, vacíos y los dolores propios de una historia cruel y violenta.
Una renovada visión de la esclavitud donde se mezclan leyenda y realidad y que oculta una historia universal: la de la lucha por escapar al propio destino
Cora es una joven esclava de una plantación de algodón en Georgia. Abandonada por su madre, vive sometida a la crueldad de sus amos. Cuando César, un joven de Virginia, le habla del ferrocarril subterráneo, ambos deciden iniciar una arriesgada huida hacia el Norte para conseguir la libertad.
El ferrocarril subterráneo convierte en realidad una fábula de la época e imagina una verdadera red de estaciones clandestinas unidas por raíles subterráneos que cruzan el país. En su huida, Cora recorrerá los diferentes estados, y en cada parada se encontrará un mundo completamente diferente, mientras acumula decepciones en el transcurso de una bajada a los infiernos de la condición humana... Aun así, también habrá destellos de humanidad que le harán mantener la esperanza.
Whitehead nos brinda una historia universal, onírica y a la vez brutalmente realista, sobre la libertad y las ilusiones truncadas, que nos habla de la fuerza sobrehumana que emerge ante la determinación de cambiar el propio destino.
Saludado por la crítica como un «escritor que hace soñar con la posible renovación de la novela actual», Julián Rodríguez es dueño de una prosa muy personal que usa con inteligencia la elipsis, lo sugerido y no contado, para hablarnos de los náufragos y nómadas de la sociedad actual: nosotros.
Nihilismo, egoísmo y desconcierto están en los protagonistas de las novelas reunidas en este volumen: todas las publicadas por su autor hasta la fecha, además de la inédita, y más reciente, Las formas que buscan el cristal.
Hoy, cuando los medios de comunicación han convertido la historia individual y colectiva en espectáculo, la literatura es el espacio privilegiado de la subjetividad.
Este libro se asoma al fascinante mundo interior de unos personajes atrapados en sus particulares delirios: un Club de Fetichistas que intercambian sus manías sexuales, un hombre enamorado de una mujer-ballena, un marido a quien su mujer ha abandonado por otra, o una bella y eficiente secretaria-modelo-mamá asfixiada por la familia nuclear. Como niños locos encerrados en un gabinete lleno de figuras, que son símbolos, que son pulsiones.
«Cada vez que me sumerjo en el interior de estos personajes, encuentro algo de mí misma», declaró Cristina Peri Rossi. A los lectores y lectoras de Desastres íntimos les ocurrirá otro tanto, sea cual sea su identidad u opción sexual.