David, o Déibid Weirdo, como le gusta que le llamen, es un preadolescente que ve el mundo desde una perspectiva muy diferente a la del resto de su familia y no está pasando por su mejor momento: sus padres se acaban de separar, su hermano mayor, Dano, ha dejado de hablarle sin que Déibid sepa el motivo y, para colmo, se ha enamorado por primera vez de una chica de la que no sabe ni su nombre.
Santi Balmes sumerge al lector en el mundo fantasioso y peculiar de Déibid, los sucesos cotidianos y extravagantes que acontecen en su estrambótica familia y vive con él su despertar a la adolescencia, al amor y a la sexualidad.
Rami Elhanan y Bassam Aramin viven cerca el uno del otro, pero existen en mundos separados. Rami es israelí. Bassam es palestino. La matrícula de Rami es amarilla. La de Bassam es verde. Rami tarda quince minutos en llegar a Cisjordania. El mismo viaje para Bassam dura una hora y media.
Ambos hombres han perdido a sus hijas. La de Rami murió a manos de un terrorista suicida, la de Bassam fue asesinada a tiros por un miembro de la policía fronteriza frente a su escuela. Protagonistas de un desafío tan desgarrador como esperanzador, los dos hombres se convertirán en grandes amigos y el dolor compartido conseguirá que abran una poderosa vía al entendimiento de los otros.
Esta conmovedora novela lleva el nombre de un polígono que tiene un número infinito de caras: este es el enfoque que adopta McCann para abordar una realidad trágica que necesariamente debe reflejarse desde distintos ángulos, que nunca podrá reducirse a un único relato.
Santa Montefiore, la reina del romance épico, une de manera magistral la convulsa historia de Irlanda a lo largo de varios siglos con una trama familiar y romántica que atrapa desde las primeras páginas. Arethusa Clayton siempre fue una mujer muy especial. acostumbrada a salirse con la suya. Ahora ya no está, pero dejó instrucciones precisas de sus últimas voluntades. En vez de ser enterrada en la acomodada Costa Este de EE.UU., donde ella y su difunto marido criaron a sus hijos, Arethusa quiere que sus cenizas sean esparcidas en un lugar remoto de Irlanda, concretamente en unas colinas frente al mar y junto a un castillo. Todo cuanto Arethusa le explicó a su hija Faye es que creció en el seno de una familia humilde y que dejó Irlanda, sola, para empezar una nueva vida en EE.UU., como hicieron tantas personas en tiempos de adversidades. Pero ¿quién era su familia? ¿Dónde están ahora? ¿Y quién es el misterioso benefactor de una parte importante de su testamento? Arethusa ha muerto y no tiene familia cercana que pueda contar su historia. O al menos, no en esa parte del mundo. Por eso, Faye decide viajar al pintoresco pueblo de Ballinakelly, dispuesta a cumplir con el deseo de su madre y descubrir todos los secretos que allí se ocultan.