En la Nochevieja de 1937, Katey Kontent, mecanógrafa en un bufete de abogados de Wall Street, y Eve Ross, su compañera de pensión, salen dispuestas a exprimir a fondo la libertad que promete Nueva York. Se dirigen a The Hotspot, un bar de tercera fila donde se toman el jazz lo bastante en serio como para que nadie moleste a dos chicas de buen ver, y donde la ginebra es suficientemente barata como para beber un dry martini cada hora. Cuando los tres dólares que llevaban se agotan, aparece en escena Theodore Tinker Gray, un joven cachorro de la aristocracia de Nueva Inglaterra, luciendo una sonrisa arrebatadora y un abrigo que Katey y Eve no podrían pagar con sus sueldos de un año. Juntos acabarán celebrando la llegada del año nuevo en Times Square, en una noche que marcará el principio de una amistad que transformará sus vidas. Este encuentro fortuito supondrá para Katey el acceso a círculos selectos de la sociedad neoyorquina, en los que, gracias a su agudeza, sus nervios de acero y su intelecto, logrará que se le abran muchas puertas. No obstante, inmersa en un universo resplandeciente, un mundo frívolo y disoluto habitado por personajes de dudosa procedencia, Katey tendrá que descubrir las reglas del juego para adaptarse a los desafíos de la gran ciudad.
Una novela elegante y delicada como un haiku, evocadora y sensorial como un largo viaje.
Por la autora de La elegancia del erizo.
Rosa viaja por primera vez a Japón para conocer el testamento de un padre al que nunca conoció. Solitaria y distante, con el paso de los años se ha cerrado a la vida. Día a día, guiada por el que fuera asistente de su padre, se adentra en la belleza de los jardines y templos de Kioto, y en esa búsqueda de su identidad conseguirá, al fin, reconciliarse con el pasado y abrirse de nuevo a la alegría del amor.
Una rosa sola es el inolvidable retrato de una mujer que oscila entre la oscuridad y la luz, entre el miedo y la valentía, y del viaje interior con el que reinventa su destino. Una travesía en la que se expone al dolor, a lo desconocido, al amor y a la metamorfosis hasta alcanzar la certeza de que es el acto de dar, y de darnos, lo que hace que nos sintamos más vivos.
Un triple asesinato en un hotel elegante de París. Una caja fuerte desvalijada. Todas las sospechas recaen en Arsène Lupin, aunque se lo cree muerto por un disparo de Herlock Sholmès.
Al lado del cadáver del millonario Kesselbach aparece una tarjeta de visita de Arsène Lupin. Opuesto a las teorías del fiscal general y el ministro del interior, el jefe de policía Lenormand defiende la inocencia del ladrón en el caso y dirige las pesquisas hacia una banda misteriosa: el asesino del estilete y su cómplice, el mayor Parbury, alias Ribeira, alias el barón Attenheim.
Como cajas chinas, las dobles identidades se suceden, así como las pistas contradictorias y desconcertantes. Mientras persigue la verdad para salvarse de una acusación de triple asesinato, Lupin concibe un plan megalomaníaco que tiene como centro quién se hará con el dominio de Europa.
Pero detrás de la confusión hay un cerebro tan poderoso como el de Lupin. Desde las sombras, actúa su archienemigo invisible, el temible LM. Sus golpes son tan inesperados y sorpresivos que ni el mismo Lupin podrá preverlos.