La nueva voz de la novela policiaca en español. Un inteligente y rotundo debut a la altura de los grandes del género negro.
Solo el rechinar de las cigarras perturba el apacible y familiar verano de San Lorenzo de El Escorial. Y es en plena ola de calor cuando, en el cuarto de calderas de una casa herreriana, aparece un hombre maniatado y muerto por deshidratación, con la vista fija en una botella de agua que cuelga del techo. La teniente Karen Blecker ―recién llegada a España tras trabajar casi toda su carrera para la Europol― y el particular brigada Cano deberán esclarecer la identidad de esa víctima a quien nadie parece conocer. Y los evidentes paralelismos con un crimen cometido dos décadas atrás los obligarán a escarbar en los dolorosos años de plomo del terrorismo...
La nueva voz de la novela policiaca en español, con una segunda novela tan sorprendente como la primera
Una muerte en el pueblo de San Lorenzo de El Escorial es un hecho reseñable, pero mucho más si se trata de una monja que no pertenece a las congregaciones de la zona. Con la ayuda del reticente brigada Cano, la teniende Karen Blecker deberá ahondar en el pasado de sor Lucía, una mujer enérgica que dedicó su vida a la creación y al desarrollo de una moderna planta hospitalaria. Entretanto, los dos investigadores se verán inmersos en una oscura pequisa que los conducirá desde las zonas más acomodadas de su localidad hasta los barrios periféricos del Madrid, obligándolos a revisar sus convicciones y cuestionarse la presunta rotundidad del bien.
El protagonista de la novela –ingenioso, encantador, bisexual, absolutamente amoral– logró escaparse de un orfanato a los trece años, aprendió el oficio de masajista y se las ingenió para convertirse en un pícaro moderno y codearse con los ricos y los famosos, desempeñando unas veces el papel de confidente, otras el de bufón, y, para los lectores de esta novela, el de divertidísimo cronista de las disparatadas vidas de la jet set. Este libro es, en buena parte, un roman à clef, y, a veces, ni siquiera necesita claves, pues por sus páginas desfilan –junto a retratos tenuemente disfrazados de escritores como Tennessee Williams, actrices como Greta Garbo, millonarios como Stavros Niarchos– personajes reales, como las inefables Mrs. Matthau y Mrs. Cooper, cuyos diálogos sobre la vida y costumbres (preferentemente sexuales) de otros miembros de la alta sociedad están reproducidos con cruel fidelidad. Esta novela inacabada y póstuma es «un ataque venenoso de Truman Capote contra el mundo que le había convertido en objeto de adoración» (Lise Friedman, Vogue).