Los mejores libros jamás escritos. El presente volumen recoge las dos primeras colecciones de relatos del canon holmesiano: Las aventuras de Sherlock Holmes (1892) y Las memorias de Sherlock Holmes (1894). Aquí se dan cita algunos de los más célebres cuentos de misterio protagonizados por el célebre detective y su ayudante, el doctor Watson: «La aventura de la banda de lunares», en el que las únicas pistas son las últimas palabras de una mujer y un inexplicable silbido en la noche; «Las cinco pepitas de naranja», donde una carta desvela una conspiración atlántica; o «El problema final», clímax genuino de las hazañas del personaje, que se enfrentará dramáticamente con su perverso archienemigo, el profesor Moriarty, en la catarata de Reichenbach. Esta edición, que se abre con un estudio introductorio de Andreu Jaume, pretende homenajear el empeño editorial de Esther Tusquets, quien tradujo magistralmente estos relatos en su proyecto de publicación del canon holmesiano al completo. «La vida es infinitamente más extraña que cuanto pueda inventar la mente humana.»
Según H.P. Lovecraft, la diferencia entre E.A. Poe y sus ilustres predecesores estriba en que éstos habían trabajado a oscuras, sin comprender la base psicológica del atractivo del terror. Poe comprende el mecanismo y la fisiología del miedo y de lo extraño, estudia la mente humana más que los usos de la ficción gótica, y trabaja con unos conocimientos analíticos de las verdaderas fuentes del terror, lo cual incrementa la fuerza de sus relatos y los libra de los absurdos inherentes al estremecimiento convencional y estereotipado. Así pues, Poe no sólo compuso obras maestras del género, sino que también teorizó sobre él, buscando siempre la emoción estética más intensa, que a su juicio se encontraba en la provocación del «horror».
La selección del presente volumen se centra exclusivamente en las historias que persiguen deliberadamente provocar dicho «efecto»: es decir, la radicalización del placer literario de lo macabro.
Para Simón Axier, uno de los principales actores teatrales norteamericanos, todo ha terminado. Ya sexagenario, ha perdido su magia, su talento y la seguridad en sí mismo. Imagina que la gente se ríe de él, no es capaz de fingir que es otra persona. Su mujer se ha ido, su público le ha abandonado, su agente no puede persuadirle de que vuelva a actuar. De repente estalla otra trama: un deseo erótico fuera de lo corriente que sirve de consuelo a su vida desposeída, pero que es tan arriesgado y aberrante que no apunta hacia el alivio y la gratificación, sino a un final aún más sombrío y espantoso.