La imaginaria República Libre de Aburiria es el escenario en donde se sitúa esta corrosiva, humorística y terrible tragicomedia, con la que Thiong'o logra analizar con agudeza la dramática realidad poscoloniial del continente africano. El soberano de Aburiria, dictador inamovible, semidiós y genial estadista, ejerce su poder a capricho sobre todo un país y se regocija en la contemplación de las encarnizadas luchas entre subditos y ministros para gozar de su favor. El pueblo, sometido a la injusticia y el terror, deberá recurrir a la subversión para tratar de derrocar desde abajo el régimen del tirano. Cualquier arma es útil. Incluso la magia.
.La crítica ha dicho...«El gran Gatsby es el primer paso adelante dado por la narrativa norteamericana desde Henry James.»T. S. Eliot«Él tenía una de las cualidades más raras en la literatura: encanto, encanto como Keats lo había tenido ¿y quién lo posee hoy día?»Raymond Chandler«Fitzgerald representa el estilo, la profundidad y la lucidez... Hay frases en sus libros que quedarán grabadas para siempre en tu memoria... Bienvenido sea cualquier pretexto cinematográfico si sirve para que los lectores jóvenes descubran a Fitzgerald. Los viejos nunca hemos dejado de releerlo.
José Saramago narra el insólito viaje del elefante Salomón a través de la Europa del siglo XVI. Una aventura épica llena de humanidad, humor y sabiduría. «Siempre acabamos llegando a donde nos esperan.»LIBRO DE LOS ITINERARIOSA mediados del siglo XVI el rey Juan III ofrece a su primo, el archiduque Maximiliano de Austria, un elefante asiático. Esta novela cuenta el viaje épico de ese elefante llamado Salomón que tuvo que recorrer Europa por caprichos reales y absurdas estrategias. El viaje del elefante no es un libro histórico, es una combinación de hechos reales e inventados que nos hace sentir la realidad y la ficción como una unidad indisoluble, como algo propio de la gran literatura. Una reflexión sobre la humanidad en la que el humor y la ironía, marcas de la implacable lucidez del autor, se unen a la compasión con la que José Saramago observa las flaquezas humana. Escrita diez años después de la concesión del Premio Nobel, El viaje del elefante nos muestra a un Saramago en todo su esplendor literario.
Manual de pintura y caligrafía es una reflexión sobre el arte y sobre la escritura.Pintor mediocre, dolorosamente consciente de sus imitaciones, H. recurre a las páginas de un diario como medio para comprender sus debilidades estéticas y para comprenderse a sí mismo, cuando acepta el encargo de retratar a S., administrador de una compañía. Enmarañado en una red de banales relaciones humanas y de casuales y previsibles aventuras, H. siente la necesidad de pintar un segundo retrato de S., comenzando a interrogarse sobre el sentido de su arte, de las relaciones con sus amigos y su amante, sobre el sentido de su propia vida sin historia.
Agosto de 1933. En Cuba tienen lugar los sucesos que más tarde se conocieron como «La revolución del treinta». La isla entera contra un presidente autoritario: el general Gerardo Machado. Cuando la situación se hizo insostenible, el presidente huyó en avión hacia las Bahamas. La víspera, un muchacho llamado José Isabel (quien, ya viejo, escribe la historia de los tres días anteriores a la huida de Machado) es testigo del asesinato de un joven en un pantano cercano a su casa. José Isabel vive en las afueras de La Habana y con él conviven en un caserío una serie de personajes que se preparan para las consecuencias del fin del Machadato y que, al mismo tiempo, recrean en la memoria sus vidas desde la Guerra del 95, contra España, hasta el presente de 1933.
Conocida como la Reina Virgen por su negativa a contraer matrimonio, Isabel I ha pasado a la historia como una gobernante implacable. Margaret George, en este relato a dos voces, desmonta el mito del Isabel I como mujer fría y desapasionada al descubrirnos el perfil más íntimo y, hasta cierto punto, desconocido, de quien sería la última Tudor.
Isabel I de Inglaterra, imponente en su papel de soberana, desplegó una acción política sin precedentes en la Europa del siglo XVI. La reina protestante se enfrentó a católicos y calvinistas en su país y en buena parte de los estados vecinos; se midió con María Estuardo y Felipe II, a quienes se impuso con inteligencia y valentía, al tiempo que desbarataba un complot contra su persona y armaba un gran ejército.