Ninguna estrella arde para siempre.
En 1912, Edwin St. Andrew busca una nueva vida en la colonia británica de Columbia al ser exiliado por sus ideas políticas.
En 2020, Mirella busca a la responsable de la muerte de su marido.
En 2203, Olive Llewelyn, autora de éxito, viaja por la Tierra para promocionar una novela que, aunque ella no lo sabe, será profética.
En 2401, el detective Gaspery-Jacques Roberts recibe el encargo de investigar una anomalía en el tiempo. Pronto descubrirá que sus acciones pueden cambiar el rumbo de la historia.
Y a todos ellos los une una melodía de violín, tocada en una terminal aeroespacial, y un arce milenario que trascienden ambos el espacio y el tiempo.
El mar de la tranquilidad es una novela sobre los universos paralelos y sus posibilidades, que juega con la propia línea que debería seguir el tiempo, y que habla sobre el arte, el amor y las relaciones humanas.
Borgo Cardo, Montañas de Emilia-Romagna, 2019. La comunidad de un pequeño pueblo se reúne para lamentar la pérdida de una niña que estaba desaparecida y cuyos huesos fueron encontrados en el bosque, veintidós años después de su desaparición. Para Sara Romani, de treinta y tres años, que no ha puesto un pie en el pueblo desde su infancia y ahora se ha convertido en una oncóloga quirúrgica exitosa, esta es una oportunidad peligrosa para volver a conectarse con un pasado del que escapó muchos años antes. Ahora, solo quiere olvidar el pequeño pueblo entre las montañas, pero de repente otra niña desaparece. Su nombre es Rebecca y es la última heredera de la antigua tradición de las curanderas.
Para Sara, una minuciosa mujer de ciencia, este es el comienzo de un descenso a un inframundo lleno de secretos enterrados, a través de calles, bosques y casas que había aprendido a borrar de su memoria.
¿Cuál es el oscuro misterio detrás de la tradición centenaria de las curanderas?
En una salvaje carrera contrarreloj para descubrir quién ha secuestrado a Rebecca y salvarla antes de que sea demasiado tarde, Sara debe aceptar una parte de sí misma que ha escondido a lo largo de los años, a riesgo de perderse en un laberinto sin salida.
CREES QUE LA CONOCES… PERO MIRA UN POCO MÁS DE CERCA.
Una madre de tres hijos que se queda en casa y tiene reservas limitadas de paciencia, energía y amor. Así es cómo Liz ve a Jess. Ambas se conocieron durante unas clases prenatales y durante más de diez años han mantenido su amistad mientras hacen malabares con sus hijos, maridos y carreras. Pero de pronto todo cambia: cuando la hija de Jess tiene un accidente, y Jess no puede explicarlo, Liz, como pediatra que le atiende, empezará a descubrir aquellos secretos cuidadosamente guardados y a cuestionarse todo lo que creía saber sobre su amiga y sobre sí misma.
Pequeños desastres es una exploración apasionante y brillantemente escrita sobre la maternidad, la amistad, el deber profesional y la culpa. Una novela que te perseguirá mucho después de terminar la última página.