Vuelve Poirot, el detective más querido de todos los tiempos, en un nuevo y diabólicamente inteligente misterio ambientado en el Londres de los años treinta.
El célebre detective belga empieza el día con mal pie: una mujer muy enojada lo espera en la puerta de su casa. Se llama Sylvia Rule y exige conocer el motivo por el cual Poirot le ha enviado una carta acusándola del asesinato de Barnabas Pandy, un hombre a quien no conoce. El problema es que Poirot no le ha mandado ninguna carta y, además, tampoco conoce al señor Pandy. Su desconcierto es total cuando horas después descubre que en su salón lo espera un desconocido que también afirma haber recibido una carta firmada de su puño y letra esa misma mañana y que, sorprendentemente, también lo acusa del asesinato de Barnabas Pandy.
¿Quién y por qué está enviando estas misteriosas cartas en su nombre? ¿Quién es Barnabas Pandy? ¿Es posible que haya sido asesinado? Y, lo más importante, ¿podrá Poirot hallar la solución al misterio sin poner ninguna vida en peligro? El misterio está servido.
Inedita en vida del autor, La muerte feliz es la primera novela escrita por Albert Camus y una notable precursora de El extranjero.
Albert Camus escribió La muerte feliz en 1935, cuando contaba con solo veintitres años de edad. Pese a dejar el texto casi terminado, nunca intentó publicarlo, y todo indica que lo aparcó para volcarse en su siguiente proyecto: El extranjero. Así pues, hubo que esperar hasta 1971, once años despues de su muerte, para que la obra saliera a la luz. La espera valió la pena. En sus evocaciones líricas del mar y el paisaje mediterráneo, esta notable novela de juventud refleja en gran medida la experiencia de Camus en Argelia, mientras que su trama y personajes prefiguran la cosmovisión que el autor retrató en su "ciclo del absurdo", centrado en el "divorcio entre un hombre y su vida, entre el actor y su escenario". Al cabo, La muerte feliz no solo es un libro imprescindible para descubrir las primeras muestras del enorme talento de Camus, sino una lectura de primer nivel por derecho propio.
La pianista es Erika Kohut, una mujer madura que siempre ha vivido bajo la sombra de una madre posesiva y absorbente. En realidad, Erika es una pianista frustrada que ejerce de profesora de piano. Vencida por un fracaso que no es sino trasunto de una derrota mayor, la de escapar de un dominio indeseado, y presa en la telaraña de sus inhibiciones y de una perpetua y no siempre amable vigilancia, Erika ha aprendido a ser austera y servera.
La pianista es una densa e inteligente, pero amarga, inmersión en la vida de una mujer cuya forzada soledad y sordo sufrimiento es paradigma de muchas vidas de mujer.