Antón Chéjov está considerado como el representante más destacado de la escuela realista en Rusia y su obra es una de las más importantes de la dramaturgia y la narrativa de la literatura universal, considerándosele dentro del teatro ruso como el representante fundamental del naturalismo moderno. Es uno de los escritores rusos más importantes del siglo XIX, maestro en matices emocionales y en el retrato psicológico de personajes, con inclinación al enfoque crítico en textos llenos de sensibilidad y sentido del humor. Se han realizado numerosas versiones cinematográficas de sus obras.
Mientras crecía en una ciudad poco corriente de dos mil habitantes, Twain fue un muchacho travieso, un poco el prototipo de su propio personaje, Tom Sawyer. Aunque su salud se vio perjudicada desde una edad temprana, a los nueve años era un pilluelo fumador que dirigía una pequeña pandilla de gamberros y que, por encima de todo, detestaba la escuela. Su popularidad como escritor se disparó con Las aventuras de Tom Sawyer (1876), Príncipe y mendigo (1882) y Las aventuras de Huckleberry Finn (1885). En aquellos momentos, ya era considerado como uno de los grandes escritores de personajes en la comunidad literaria.
La novela abarca la historia de un joven gascón, llamado D’Artagnan, que viaja a París para formar parte del cuerpo de los mosqueteros, en la época del reinado de Luis XIII. Tres mosqueteros, junto con D’Artagnan, se enfrentan al primer ministro, el cardenal Richelieu, para salvar el honor de la reina Ana de Austria. En el relato se destaca la lealtad, la amistad y la valentía como valores básicos de una persona.
«El hombre de negro huía a través del desierto, y el pistolero iba en pos de él.»
Con estas palabras, millones de lectores entraron en el Mundo Medio y conocieron a Roland Deschain, uno de los héroes más enigmáticos del maestro del terror. Ahora sabremos cómo ganó sus armas y cómo tuvo que abandonar Gilead para afrontar su primera misión: John Farson, el opositor al orden reinante, pretende remover entre los escombros del Pueblo Antiguo para atizar un fuego devastador contra la Afiliación.
A fin de evitarlo, secundado por el ka-tet primigenio -Cuthbert y Alain, y Susan, el amor de su vida-, el Pistolero deberá esquivar la ponzoña y los envites de enemigos que ya se han vuelto legendarios: Marten Broadcloak, Eldred Jones, los Cazadores del Gran Ataúd, el ejército de Farson y... arropado en las tinieblas, el Rey Carmesí.
Adalyn Reyes siempre ha estado centrada en su carrera dentro de los Miami Flames. Sin embargo, su impecable recorrido se ve afectado cuando el vídeo de un altercado con la mascota del equipo se hace viral. En consecuencia, el dueño del club (que es también su padre) la envía a un pueblo en mitad de la nada para reflotar el equipo de fútbol local y Adalyn está dispuesta a dejarse la piel para conseguirlo. Pero no contaba con que sus jugadores serían un grupo de niñas de nueve años. Además, Cameron Caldani, exportero y leyenda del fútbol, también está en el pueblo y su presencia allí es todo un misterio. Cam es el candidato perfecto para ayudarla, pero después de un primer encuentro un tanto accidentado, en los planes del futbolista de élite solo entra deshacerse de ella cueste lo que cueste.
«Aquí somos todos palabras desde el nombre de cada uno de nosotros y las sílabas que se unen para nombrar lugares y, por ello, sugiero que titules Cochabamba, porque suena a tambor, a vocales de boca abierta, a paisaje verde que no conoces aún».
El agua de azar puede también danzar como humo de insomnio o conversación de sobremesa sin tiempo. Así nace la amistad a primera vista entre el diplomático francés Xavier Dupont y el escritor al que le pide escribir la novela de la vida de su madre, Catalina. Nacida en Cochabamba, hija de un potentado boliviano, oligarca adinerado y símbolo de la tiranía patriarcal, Catalina se sabe la mujer más bella del mundo y más aún cuando por orden del padre es transterrada a París donde levitará nubes de oropel, grandes lujos y codearse con Coco Chanel, Edith Piaf... y Albert Camus.
Catalinacomo Princesa de Cochabamba se vuelve la plus belle femme entre el tout París y protagonista de una novela que parecería cuento de hadas, si no fuera enteramente verídica. Una novela de vodevil y rumbosa, la vida pícara y noctámbula que nació en sobremesas para contar y contagiar hasta quedar en tinta con un ritmo que conquista al lector como una íntima celebración.