Enero de 1748. Una mujer negra deambula por las calles de Sevilla. Ha abandonado a su hijo y ha huido de un pasado esclavo en Cuba. Caridad ya no tiene un amo, pero tampoco un lugar donde cobijarse. Entonces conoce a Milagros Carmona, una joven gitana de Triana por cuyas venas corre la sangre de la rebeldía. Las dos mujeres se convierten en inseparables y, entre zarabandas y fandangos, la gitana confiesa a su nueva amiga su amor por el apuesto y arrogante Pedro García, de quien la separan antiguos odios entre ambas familias. Por su parte, Caridad se esfuerza por reprimir sus sentimientos por Melchor Vega, el abuelo de Milagros, un hombre desafiante, bribón y seductor, pero también firme defensor del honor y la lealtad.
Pero cuando un mandato real convierte a todos los gitanos en proscritos, la vida de Milagros y Caridad da un trágico vuelco. Aunque sus caminos se separan, el destino volverá a unirlas en un Madrid donde confluyen contrabandistas y cómicos, nobles y villanos; un Madrid que se rinde a la pasión que emana de las voces y bailes de esa raza de príncipes descalzos.
Ildefonso Falcones nos propone un viaje a una época apasionante, teñida por los prejuicios y la intolerancia. Desde Sevilla hasta Madrid, desde el tumultuoso bullicio de la gitanería hasta los teatros señoriales de la capital, los lectores disfrutarán de un fresco histórico poblado por personajes que viven, aman, sufren y pelean por lo que creen justo. Fiel reflejo de unos hombres y mujeres que no agacharon la cabeza y que alzaron la voz para enfrentarse al orden establecido.
Cuando tenía doce años, Gwendy Peterson conoció a Richard Farris, un tipo misterioso que le pidió que cuidara de una extraña caja de botones.
Ahora, Gwendy es una afamada novelista y su carrera política está empezando a despegar. Parece que lo tiene todo a su alcance, pero entonces el insólito objeto vuelve a su vida. Las fuerzas del mal se han apoderado por completo de la caja de botones y ahora recae sobre Gwendy la responsabilidad de alejarlas de ella. ¿Su última misión? Salvar al mundo. Y puede que a todos los mundos.
Además de ser una de las grandes novelas del siglo XX, El caballo rojo es un apasionante documento histórico, que abarca la historia de Italia e indirectamente la de Europa desde los inicios de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de los setenta. Sigue la pauta de la gran novela rusa, al estructurar la historia en torno a una amplia familia y sus amigos, sus trabajos y alegrías, sus hijos y la muerte, aunque conserva el carácter propio de la novela mediterránea.
Su autor participó como oficial en la campaña de Rusia, y sus descripciones tienen la fuerza de lo vivido, como también sucede en los relatos de guerra en el norte de África y en los Balcanes, pues Corti acudió a testigos presenciales para documentarlos. Consigue así una coherente unidad en los sucesos bélicos, y un realismo desgarrador, que se une a su maestría en la creación de personajes.
Han pasado 15 años desde que Gwendy Peterson dejó Castle Rock. Ahora tiene 37, vive en Washington D. C. y apenas recuerda a la adolescente que volvía a casa en verano a través de las Escaleras de los Suicidios.
Sin embargo, su caja de botones reaparece y Gwendy descubre que en Castle Rock han desaparecido dos chicas. El sheriff Ridgewick y su equipo trabajan a contrarreloj para encontrarlas sin saber a qué clase de enemigo se enfrentan. Pero Gwendy sí lo sabe, y es consciente de que solamente ella podrá traerlas de vuelta..., pero solo si utiliza la poderosa pero peligrosa caja de botones una vez más.
La publicación de Para acabar con Eddy Bellegueule proyectó a Édouard Louis como uno de los escritores jóvenes más destacados en el panorama de las letras francesas. La novela, de tintes marcadamente autobiográficos, se convirtió de un día para otro en un auténtico fenómeno de ventas y crítica, que se extendió a países tan dispares como Albania, Dinamarca o Estados Unidos. Dos años después, Louis vuelve con una historia sobrecogedora. La madrugada de un veinticinco de diciembre, cuando regresaba a casa tras cenar con sus amigos más íntimos, Édouard se encontró casualmente con un desconocido y lo invitó a su apartamento. Unas horas más tarde, en un acto de una brutalidad inusitada, el hombre lo violó e intentó estrangularlo.
Basándose en esta experiencia traumática, el autor ha realizado un audaz ejercicio de catarsis literaria no sólo para analizar y comprender los impulsos más viles y ultrajantes de los que es capaz el ser humano, sino también para explorar las múltiples facetas de la violencia. En un alarde de sinceridad extrema, Édouard Louis franquea la barrera del pudor y consigue algo que está al alcance de muy pocos creadores: hacernos sentir y pensar a la vez. Sin ningún tipo de restricción, su testimonio es profundamente emotivo e inteligente, por lo que merece figurar entre las obras más representativas de nuestro tiempo.
Édouard Louis se ha convertido en una de las plumas más temidas entre el poder establecido. Dotado de un estilo singular y una voz inconfundible, el nuevo enfant terrible de las letras galas ha transformado sus experiencias y sentimientos más íntimos en lacerantes historias de denuncia y catarsis, como su violación en vísperas de Navidades en Historia de la violencia o la tormentosa relación paternofilial en Quién mató a mi padre.
En Lucha y metamorfosis de una mujer, Louis prosigue su ambicioso proyecto autobiográfico, que en esta ocasión focaliza en la figura de su madre, una mujer «apartada de todo, sojuzgada e incluso a veces humillada por la violencia masculina, que a los cuarenta y cinco años se rebeló, huyó y, poco a poco, construyó su libertad».