En 1872 Carlos de Borbón y Austria-Este, llamado Carlos VII por sus adeptos, entró en España para ponerse al frente de las partidas sublevadas contra el rey Amadeo de Saboya, dando inicio a la tercera guerra carlista. Valle-Inclán, de familia carlista y durante muchos años defensor de "la Causa", dedicó a ella entre 1908 y 1910 tres novelas –Los cruzados de la Causa, El resplandor de la guerra y Gerifaltes de antaño– y dos relatos –Una tertulia de antaño y La corte de Estella– en los que volcó su simpatía por el campesinado y su visceral rechazo a la España surgida de la Restauración. Leído hoy, el ciclo de La guerra carlista, que aquí presentamos en una nueva edición a cargo de Ignacio Echevarría, permite establecer un hilo histórico que llega hasta la Guerra Civil y explicar la evolución de los nacionalismos vasco y catalán.
El Príncipe Feliz y otros cuentos de Oscar Wilde, con ilustraciones de Walter Crane y Jacomb Hood, viene recibiendo las mejores críticas desde hace más de un siglo. Obra fascinante y magnética, que año tras año se reedita en tantas lenguas porque fue un clásico instantáneo y sigue siéndolo.
Aunque apenas se consiguen ejemplares de aquella primera edición de finales del siglo XIX, de apenas setenta y cinco ejemplares firmados por el autor y el editor, es esa joya bibliográfica la que siguió Libros del Zorro Rojo de manera fiel para la edición en castellano del 2013, que ahora reeditamos.
Además del cuento que titula la selección, esta recoge, «El ruiseñor y la rosa», «El gigante egoísta», «El amigo fiel» y «El cohete extraordinario», traducidos por Julio Gómez de la Serna.
En esta irresistible novela, dos matrimonios de la alta sociedad, uno estadounidense y otro británico, coinciden en un balneario alemán en el período de entreguerras. La relación de amistad, celos e infidelidades que forjan da paso a una crítica demoledora de la sociedad victoriana y un conmovedor retrato de la naturaleza humana.
Con su proverbial maestría, Ford hace un uso innovador de técnicas narrativas con las que consigue mantener la tensión dramática y el interés del lector desde la primera página y hace de esta novela una de las grandes obras literarias del siglo XX.
En De la Tierra a la Luna Jules Verne imaginó un enorme proyectil disparado hacia la Luna con tres hombres dentro. Avanzada a su tiempo, esta novela se ha convertido en un referente de la ciencia ficción temprana y en una de las más famosas de Verne; asi mismo ha sido adaptada para la gran pantalla en numerosas ocasiones, pero es la adaptación de 1902 de Georges Méliès la que se convirtió en icónica.
Este libro recoge los escritos inéditos de la visita de Ford a Estados Unidos entre 1926-1927. La metrópolis cautivó al autor inglés, que trata de explicar esa fascinación a través de anécdotas enlazadas por asociación a un lugar o un encuentro: un cruce de calles, un parque, una cena. Ford observa los cambios que ha sufrido la pequeña y vieja ciudad que había conocido veinte años atrás, esa ciudad en la que se instalan todos cuantos llegan de fuera y de la que se marchan todos los que allí nacen. Nueva York se había convertido en una gran ciudad debido en gran medida a los rascacielos, pero los problemas causados por la superpoblación no restan un ápice al amor que el escritor le tiene a su Gotham, refugio de un grupo variopinto de sajones, normandos, daneses, judíos, hugonotes y trotamundos. La Nueva York de Ford es Manhattan y el Bronx, que en los años 20 se convirtieron en centro artístico del país por la iniciativa y apoyo de sus gentes. Un siglo después de la publicación de esta obra, Nueva York no ha perdido nada de esa capacidad de atrapar al visitante por fugaz que sea la estancia. Leer estas páginas puede ayudar a entender las razones.