El profesor de simbología Robert Langdon se despierta en un hospital en mitad de la noche, desorientado y con una herida en la cabeza. No recuerda nada de las últimas treinta y seis horas. Ni cómo ha llegado hasta allí, ni el origen del macabro objeto que los médicos descubren entre sus pertenencias. El mundo de Langdon pronto se convierte en un caos y se ve obligado a huir por las calles de Florencia junto a una inteligente joven, Sienna Brooks, cuyas hábiles maniobras le salvan la vida. Langdon no tarda en darse cuenta de que se encuentra en posesión de una serie de inquietantes códigos creados por un brillante científico; un genio cuya obsesión con el fin del mundo sólo es equiparable a la pasión que siente por una de las obras maestras más influyentes jamás escritas: Inferno, el oscuro poema épico de Dante Alighieri.
En su huida a través de escenarios tan conocidos como el Palazzo Vecchio, los jardines Boboli o el Duomo, Langdon y Brooks descubren una red de pasadizos ocultos y secretos antiguos, así como un nuevo y terrorífico paradigma científico que podría ser utilizado para mejorar la vida en la Tierra... o para destruirla.
Washington. El experto en simbología Robert Langdon es convocado inesperadamente por Peter Solomon, masón, filántropo y su antiguo mentor, para dar una conferencia en el Capitolio. Pero el secuestro de Peter y el hallazgo de una mano tatuada con cinco enigmáticos símbolos cambian drásticamente el curso de los acontecimientos. Atrapado entre las exigencias de una mente perturbada y la investigación oficial, Langdon se ve inmerso en un mundo clandestino de secretos masónicos, historia oculta y escenarios nunca antes vistos, que parecen arrastrarlo hacia una sencilla pero inconcebible verdad.
Con la ayuda de Katherine Solomon, hermana de Peter y experta en ciencias neoéticas, Robert Langdon tiene doce horas para salvar a su amigo y, al mismo tiempo, evitar que uno de los secretos mejor guardados de nuestra historia caiga en manos equivocadas.
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Durante su estancia en un país desconocido, Han Kang se ve abordada por una apremiante necesidad de escribir sobre el color blanco. Es su forma de dar sentido a una tragedia que la ha atormentado siempre: la prematura muerte de su hermana, a las pocas horas de nacer; alguien a quien no llegó a conocer y a quien parece haber sustituido. Invocar los recuerdos que la vinculan con el blanco será su forma de conversar con ella, de evocar su rostro, de sepultarla íntimamente en la escritura.
En Los caídos, novela ambientada en la Cuba contemporánea, asistimos al desmoronamiento de una familia cuyos miembros, sin saber realmente cómo, han acabado convirtiéndose en adversarios que comparten el territorio del hogar. Mariana sufre ataques epilépticos y ya no es el elemento aglutinador del hogar. Diego, el hijo menor, está a punto de terminar el servicio militar, alimentando su resentimiento contra la mentira de su época, Armando debe lidiar con sus inamovibles convicciones socialistas, las pequeñas corruptelas de sus empleados y el hecho de que su hija mayor, María, haya abandonado los estudios en busca de unas condiciones de vida dignas. Compuesta a cuatro voces con una naturalidad sólo al alcance de los grandes narradores, Carlos Manuel Álvarez se confirma entre ellos.
A las dos de la tarde del 8 de enero de 2007, Rosa Bazzi y Olindo Romano abandonan el pueblo lombardo de Erba en un coche patrulla de los carabinieri. Creen que la intención de los agentes es ponerlos a salvo de los periodistas que asedian su casa, pero en menos de una hora se encuentran en la prisión del Bassone. Pronto los medios de comunicación y la opinión pública los bautizan como «los monstruos de Erba», acusados de asesinar a cuatro vecinos —tres de ellos miembros de una misma familia, incluyendo un niño de dos años—, y el matrimonio se enfrenta a una condena a cadena perpetua, y a lo que a sus ojos resulta aún mucho peor: la separación.
La escritora Alessandra Carati, finalista del Premio Strega, impactada por un caso que todavía hoy conmociona a toda Italia, conoce a la presunta asesina a principios de 2019 y la visita cada semana entre julio y febrero del año siguiente. «Ahora me desahogo contigo como con el capellán», le dice Rosy.
Tras poner su vida patas arriba al dejar su trabajo para perseguir su sueño de dedicarse a la escritura, Alba se marcha a Connecticut a visitar Jackie, su mejor amiga estadounidense, por un motivo un tanto peculiar: el padre de Jackie acaba de comprar la mansión donde murió Danard Wilder, el cantante favorito de Alba, hace veintisiete años. Lo que jamás habría esperado Alba es que allí tendría la oportunidad de conocer a su ídolo...