Una expedición a la Antártida acaba en tragedia tras una fuerte tormenta. Uno de los miembros del equipo ha desaparecido y otro, Robert Wright, un veterano del trabajo de campo en el continente antártico que tiene las claves de lo ocurrido, sufre un ictus que lo deja incapacitado. De vuelta en casa, las consecuencias del accidente tienen efectos profundos en él y su entorno: su mujer Anna, una apasionada científica, se convierte que emplearse a fondo para recuperar el lenguaje y la movilidad.
La aclamada nueva novela de Jon McGregor, uno de los grandes autores de la literatura inglesa actual, nos habla de la valentía y del indómito impulso de contar que tenemos los seres humanos, incluso cuando faltan las palabras. Una aventura conmovedora sobre la fina línea que separa el sacrificio del egoísmo y sobre el infravalorado e inadvertido coraje que se necesita para llegar hasta el final del día.
ANA MERINO (Madrid, 1971) es catedrática en la Universidad de Iowa donde fundó el MFA de escritura creativa en español. Ha sido galardonada con los premios Adonáis y Fray Luis de León de poesía, y el Nadal de novela. Es además autora teatral y teórica de la historieta. En Visor ha publicado los libros Los días gemelos (1997), La voz de los relojes (2000), Juegos de niños (2003), Compañera de celda (2006), Curación (2010) y Los buenos propósitos (2015). En este nuevo libro, Ana Merino regresa salvando a las hormigas de su infancia mientras dibuja la poética de los cómics. El imaginario de sus versos se sumerge también en la fragilidad que nos rodea con sus aristas más destructivas. Sin embargo, la poeta es capaz de alimentar un secreto optimismo frente a la amargura de todo lo perdido. La energía de la literatura, el amor como sabiduría y esencia de intuiciones líricas iluminan la materia de esta conmovedora obra.
Si, como dijo Alfonso Reyes, el ensayo es el centauro de los géneros, la crónica es un mestizo más exótico o salvaje: el grifo de la literatura. Este libro es una jaula sin barrotes donde merodean algunas de esas criaturas: la marchita eternidad de Acapulco y la vocación de Mazatlán como food court del alma; una temporada de rockstar en el desierto y un recuerdo del Mundial de Alemania 2006 robado por el autor a un examante de su novia; un hotel en Shanghái donde toca la banda de jazz más antigua del mundo y la visita de la reina de Inglaterra al puerto de La Paz, Baja California Sur; el brutal asesinato de una adolescente chilena en la región del Maule y un retrato a mano alzada del Fiscal de Hierro, persecutor de guerrilleros suicidas, homeópatas marxistas y gavillas narcomatriarcales que protagonizó la lucha contra la delincuencia organizada en los años setenta en Nuevo Laredo.
Las ocho narraciones de este libro realizan una de las suertes mayores de la literatura: ir de lo íntimo a lo general, o viceversa. También nos recuerdan que no hay promesas sin resaca.