Jokin tiene tres problemas:
El primero es que se ha mudado a Seúl para reencontrarse a sí mismo, pero su plan empieza a hacer aguas.
El segundo es que ha visto a su ex, Ji-ho y, en vez de actuar como un adulto maduro y saludar, ha huido corriendo como si fuera a poder evitarlo, cuando es el hermano de su única amiga en Seúl.
El tercero se llama Kwang, tiene el físico de un idol y ha dejado claro su interés en él. ¿El problema? Que son compañeros de trabajo.
¿Podrá Jokin enfrentarse al pasado y pasar página? ¿Elegirá a Ji-ho o a Kwang? Pero, sobre todo…, ¿conseguirá encontrar lo que realmente está buscando: a sí mismo?
Una romcom en la que veremos cómo nos afectan las críticas y los comentarios de los demás.
Nunca pensé que un partido de fútbol pudiera hacer tambalear toda mi existencia.
La primera vez que lo vi fue en un bar, con una bufanda del equipo contrario en el cuello, esa sonrisa petulante y mi lengua vivaracha un poco suelta por la emoción del clásico.
No nos conocimos de la mejor manera, pero el encuentro dejó una larga estela a su paso. Ahora parece estar en todas partes y, aunque hay algo que me frena, lo nuestro parece inevitable. Correcto.
Llevo tatuado en la piel mi pasado para evitar que las opiniones ajenas manejen mi vida, pero ser profesora de primaria en un pueblo donde todo el mundo te conoce dificulta mucho las cosas. Enamorarme de él me pone contra las cuerdas como nunca antes.
Málaga, 1990. La pequeña Candela corretea entre las hileras de olivos que pertenecen a su familia. Siempre a su lado, el abuelo y la tía Julia le transmiten el amor y la devoción por esas tierras y por el aceite que esos árboles les brindan. En el mismo olivar, dos décadas después, aparece el cuerpo sin vida de Julia.
El trágico suceso hace volver a Candela a Las Golondrinas, la finca familiar de la que decidió alejarse años atrás. Un diario lleno de confidencias y el repentino -a la vez que anhelado- reencuentro con Fran, un amor pasional de adolescencia, le recuerdan una ardua verdad: relegar el pasado al olvido no hace que este desaparezca.
Mientras la investigación sobre la muerte de su tía avanza, los silencios familiares comienzan a resquebrarse y los secretos más oscuros se rebelan para sacudir los cimientos de Las Golondrinas.
Mai, la protagonista, tiene 13 años y se enfrenta por primera vez al dolor de no encajar en su entorno y, sobre todo, al dolor de perder a su abuela. Lo que su abuela le enseña durante el verano que pasan juntas en el campo antes de su muerte es un mundo que se desvanece, una vida que se vive despacio y en comunión con la naturaleza y con el propio cuerpo, y la intuición, ese tipo de conocimiento y conexión espiritual entre personas y demás seres vivos que, dice la narradora, se ha perdido en el estilo de vida actual. Mai llama a la abuela «la bruja del oeste» primero porque es diferente: es de Inglaterra, y por lo tanto viene de Occidente, y segundo porque tiene los «poderes» de intuir y de conectar anímicamente con su entorno, con especial énfasis en las plantas. La abuela le enseña a Mai el placer de conocer de dónde vienen las cosas que comemos, la materia prima en su estado natural antes de ser cocinada, y también de dónde venimos como seres humanos y el lugar que ocupamos en el universo. Así la muerte cobra otro sentido, no menos triste, pero sí más natural y lógico: el del cuerpo que completa un ciclo para que se inicie otro. El libro presenta la muerte de forma directa, sin edulcorar, pero ofrece las claves para entenderla y superarla.
El enemies to lovers más spicy que leerás jamás.
El odio nunca había sabido tan bien. El amor nunca había sido tan fuerte.
Addie. Impulsiva. Valiente. Decidida.
Hunter. Billonario. Engreído. Odioso.
Un amor prohibido.
Las ganas de perseguir los labios del otro para siempre.
Dos corazones que piensan saltarse todas las reglas.
Estarán juntos aunque arda el mundo
Hay veranos que te cambian la vida
Tessa no sabía que ese verano sería el último que pasaría en Punta Javana. Tampoco sabía que sería la última vez que vería a su novio Enzo, ni que las aguas de su infancia guardaban un secreto como ese. Y, por supuesto, no sabía que, desde que lo escuchase por primera vez, un nuevo nombre retumbaría en su mente para el resto de sus días.
Helena.
Arrastrada a una nueva vida bajo las aguas, Tessa descubrirá un mundo que jamás se habría imaginado en el que paz pende de un hilo.
¿Se atreverá a aceptar su destino y a poner el deber por encima del amor?