En el segundo año de la era Meiwa (1765), un discípulo de Karai Senryuu llamado Goryooken Arubesi (1788), cuyo nombre poético era Momen: algodón, publicó junto con su maestro, y evaluados por él, una compilación de senryuu llamada Haifuu Yanagidaru (más conocida como Yanagidaru en japonés). Estas antologías se fueron publicando sucesivamente hasta alcanzar los 167 tomos en el año noveno de la era Tenpoo (1838) y Karai Senryuu vivió lo suficiente como para ver publicados los primeros veintidós tomos.
Se dice que Karai Senryuu evaluó más de 2.300.000 poemas a lo largo de su vida. En el barrio de Asakusa, en la antigua ciudad de Edo (Tokio) hay un monumento en su homenaje en el lugar donde evaluaba los versos.
Al cabo de cinco años colaborando con O Público, y con la certeza constante de que me hacen falta doscientos para las novelas que pretendo hacer, es el momento de abandonar estas pequeñas prosas.»
Así ponía fin Lobo Antunes a su labor como cronista periodístico, un legado de relatos, ensayos y diversas misceláneas que conforman un volumen único donde la escritura brilla con luz propia. La vida cotidiana en su Lisboa natal, los recuerdos de su infancia y reflexiones sobre el amor, la soledad, la memoria o la enfermedad jalonan las páginas de este hermoso libro.
La vida en todas sus formas, las anécdotas de infancia y el recuerdo de amigos desaparecidos, una calle de Lisboa, un árbol en el jardín familiar, un viaje a Italia, una noche en un hotel de Munich, la entrega de un premio literario, la inspiración, la dificultad de escribir... La vida de António Lobo Antunes en todos sus aspectos conforma el universo de las crónicas que el autor portugués viene ofreciendo desde hace años en distintas publicaciones periódicas de todo el mundo. Estas crónicas, y las que se publicarán en sucesivos volúmenes, representan lo más parecido a la autobiografía de uno de los escritores cruciales del panorama literario mundial.
«La lluvia seguía golpeando en la ventana, constante y gris, arrebujada en sí misma como un caracol dentro de su concha. Sentí que en tus ropas estaba tu presencia esquiva, tu espíritu que se escapaba».
A partir de diecinueve fotografías de Nueva York, la autora narra la vida de Lola, una joven a quien su madre dejó a los ocho años para perseguir una carrera como actriz en la Gran Manzana. Marcada por este abandono primigenio, Lola ha vivido una vida de complejos y carencia emocional. Todo cambia cuando recibe la llamada de un desconocido que le advierte de que su madre ha desaparecido y se embarca en la difícil labor de hallar a una mujer que apenas conoce. El viaje de Lola será hacia lo más profundo de la esencia humana y de sí misma. Una travesía donde no todo es lo que parece.
Todo comienza con Rosa. Nacida en Sicilia en los albores del siglo xx, crece en un pueblecito sobre las montañas y, desde muy niña, revela haber sido formada de la misma materia de su nombre, es decir, de flores que siempre brotan, de frutos fecundos contra las dolencias, de madera resistente y espinosa. En 1925 conoce a Sebastiano Quaranta; se trata de un amor a primera vista, en el que la vista, sin embargo, no engaña. Rosa se escapa para casarse con él y juntos abren un mesón, que se convertirá en el lugar de referencia de los habitantes de los cuatro pueblos aledaños.
A través de las mujeres de esta familia ?Rosa, su hija Selma y sus nietas, Patrizia, Lavinia y Marinella?, la novela indaga qué significó ser una mujer en el sur de Europa a lo largo del siglo XX.
Durante el verano de 1980, la profesora de Astrofísica Joan Goodwin comienza a formarse para ser astronauta en el Centro Espacial Johnson de Houston junto con un grupo de compañeros excepcional: Hank Redmond, piloto de Top Gun; John Griffin y Lydia Danes, especialistas de la misión; la bondadosa Donna Fitzgerald; y Vanessa Ford, una magnética y misteriosa ingeniera aeronáutica. Mientras los nuevos astronautas se preparan para sus primeros vuelos, Joan halla un amor y una pasión que nunca había imaginado, y comienza a cuestionarse todo cuanto creía saber sobre su lugar en el universo observable.