«Ninguna otra época ha estado tan marcada por el deseo de cambiar de vida. En algún momento de nuestra existencia todos queremos ser otra persona».
A sus cuarenta años, porciado y padre de un adolescente al que apenas ve, Éric Kherson es director comercial de una gran marca deportiva. A pesar de su éxito laboral, se encuentra al borde de la depresión, consumido por un drama familiar. Cuando una vieja amiga del instituto le ofrece un puesto en el gobierno, él acepta. Pero la alegría es temporal. Durante un viaje a Seúl para cerrar un importante trato, Éric se va encontrando cada vez peor. De repente, en una calle cualquiera, se topa con la tienda Happy Life, que ofrece a sus clientes algo que podría cambiarlo todo: un funeral falso.
Si bien William Carlos Williams debe gran parte de su reconocimiento a la poesía, en la que introdujo conceptos novedosos como el «pie variable» y con la que trató de aprehender un habla típicamente americana en contraposición al inglés europeo, destacó también de manera importante por sus relatos en prosa. Williams, que ejerció durante toda su vida como médico de cabecera y pediatra —ejercía de día y escribía de noche hasta caer rendido—, dedicó un buen número de historias a su profesión y plasmó una sentida y conmovedora semblanza de los hombres y mujeres corrientes. Tanto por su ocupación como por su penetración psicológica y su interés en el ciudadano de a pie y el campesino, a menudo se ha comparado a Williams con Antón Chéjov. Gran impulsor del uso del habla coloquial en su narrativa, sus aportaciones al diálogo interior y el flujo de conciencia lo situaron en la vanguardia literaria de la primera mitad del siglo XX. Pero hoy son el sustrato íntimo de sus personajes y la insondable honestidad de su mirada los que, unidos a su estilo conciso y sugerente, nutrido de imágenes imborrables, lo han convertido en un clásico y en un autor poderosamente vivo para los cánones contemporáneos.
Reacher had no idea where he was. No idea how he had gotten there. But someone must have brought him. And shackled him. And whoever had done those things was going to rue the day. That was for damn sure.
Jack Reacher wakes up alone, in the dark, handcuffed to a makeshift bed. His right arm has suffered some major damage. His few possessions are gone. He has no memory of getting there.
The last thing Reacher can recall is the car he hitched a ride in getting run off the road. The driver was killed.
His captors assume Reacher was the driver’s accomplice and patch up his wounds as they plan to make him talk.
While on a writer’s residency, a nameless narrator focuses on the color white to creatively channel her inner pain. Through lyrical, interconnected stories, she grapples with the tragedy that has haunted her family, attempting to make sense of her older sister’s death using the color white. From trying to imagine her mother’s first time producing breast milk to watching the snow fall and meditating on the impermanence of life, she weaves a poignant, heartfelt story of the omnipresence of grief and the ways we perceive the world around us.
Elena es una chica responsable, nada alocada e incapaz de sacrificar su futuro profesional por una relación. Tiene un archienemigo desde el colegio al que llama «el Indeseable»…, y acaba de despertar junto a él en su cama después de la boda de su mejor amiga.
Marcos lleva toda la vida sacando de quicio a Elena con sus comentarios de sobrado y sus ojos azules como el mar. Quiere olvidar los malos rollos y dejarse llevar durante el verano por una atracción irresistible antes de volver a Londres. Y aunque Elena intenta ignorarle, Marcos es tan obstinado como sexy y la química entre ellos resulta inevitable.
A sus setenta y dos años, Juan Cabrera vive prácticamente enclaustrado con sus libros en un pequeño piso del barrio de Argüelles. No es algo nuevo para él. Durante años estuvo confinado en un convento benedictino, del que salió con un indulto especial de exclaustración para un profeso de votos perpetuos. En el claustro ya no lograba escuchar a Dios, pero quizá su salida también se vio influenciada por la denuncia que hizo de tres novicios a los que descubrió en una situación impropia, o al menos entonces eso le pareció. Alejado de la familia, Cabrera recibe un día la visita de su sobrino Jaime, quien, poco después, propicia el encuentro entre su tío y Antón Rubial, uno de los novicios expulsados por la acusación del exmonje. Tras dejar la orden, Rubial rehízo su vida y se casó con Petri, con quien mantiene una relación complicada.