Los cotilleos de lady Whistledown no fallan nunca: una vez más, Anthony Bridgerton es el soltero más codiciado de la temporada en la alta sociedad victoriana. Pero este año, el atractivo vizconde, amante de la diversión y enemigo del compromiso, sorprende a todos y decide buscar esposa y sentar cabeza. La joya más preciada, la joven y hermosa Edwina Sheffield, es su elección natural. Pero para conseguirla ha de obtener antes la aprobación de la hermana mayor de la muchacha, Kate. Anthony comprobará que convencer a esa mujer arrogante y decidida de que ha dejado de ser un vividor no es tarea fácil. Como tampoco lo es quitársela de la cabeza cuando llega la noche.
ESTABA DECIDIDA A PROTEGER EL CORAZÓN DE SU HERMANA...
Kate siempre supo que el éxito en sociedad no era para ella: pensaba que era demasiado alta, algo mayor para el matrimonio a sus veintiún años, y no especialmente bella. Por eso se dedica en cuerpo y alma a proteger a su adorable hermana pequeña de todos los vividores sin escrúpulos que la rondan en bailes y reuniones, atraídos por su belleza. Kate se siente más que capaz de mantener a raya a solteros de dudosa fama como el vizconde Anthony Bridgerton... aunque pronto descubrirá que del enfrentamiento a la pasión hay un paso muy pequeño.
¿PERO QUIÉN PROTEGERÍA EL SUYO PROPIO?
Anthony Bridgerton tenía clara una cosa en su vida: que no viviría más años que los que vivió su padre, muerto antes de los cuarenta. Por eso ha decidido vivir su juventud intensamente, sin comprometerse a un amor que quedaría bruscamente interrumpido. Sin embargo, llega un momento en que decide casarse para dejar un heredero. Pero encuentra un formidable obstáculo, la persistente hermana de la novia elegida, que se atreve a desafiarle continuamente. Poco a poco, Anthony descubre en aquella mujer un rival digno de él mismo, capaz de hacerle replantearse muchas cosas... y un ser excepcional del que le va ser muy difícil no acabar enamorado.
«No hay sino un problema filosófico realmente serio: el suicidio.»
El mito de Sísifo es el ensayo fundacional de la filosofía del absurdo, una obra mayúscula que dio a conocer el gran talento de Albert Camus. Publicada en 1942, el mismo año que El extranjero, fue una de las primeras obras que revelaron al público la inteligencia y la sensibilidad del autor.
El título del ensayo hace referencia a un personaje de la mitología griega que enfadó a los dioses por su extraordinaria astucia y fue condenado a empujar perpetuamente una piedra enorme montaña arriba. Al llegar a la cima, la piedra volvía a caer hasta el valle, desde donde Sísifo debía volver a empujarla hasta la cumbre, y así eternamente. Por medio de esta alegoría, Camus discute la cuestión del suicidio y el valor de la vida, presentando a Sísifo como imagen del esfuerzo inútil e incesante del hombre. De este modo plantea la filosofía del absurdo, según la cual nuestras vidas son insignificantes y no tienen más valor que el de lo que creamos. Siendo el mundo tan fútil, pregunta Camus, ¿qué alternativa hay al suicidio?
Publicada originalmente en 1942, El extranjero es la primera novela de Albert Camus y una de sus obras más emblemáticas. Ahora con nueva traducción al español de María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego, este libro capital para la cultura del siglo XX transcurre en Argelia y narra la anodina vida de Meursault, un joven oficinista que vive en perpetua apatía. Cuando recibe la noticia del fallecimiento de su madre, la encaja con la mayor impasibilidad. Obligado a abandonar la capital y viajar para asistir al funeral, Meursault desea que la ceremonia sea breve para regresar a su casa. Esa indiferencia existencial marca sus días, avanzando sin reaccionar a la muerte de su madre, al afecto de su amada y ni tan siquiera a un crimen que cometerá con idéntica desidia, incapaz de ver el alcance moral de sus actos.
Camus retrata magistralmente la indolencia del hombre del siglo XX, un hombre que no encuentra su lugar, extranjero en su propio mundo. Este personaje escéptico y desapasionado que ha abandonado su condición de sujeto autónomo sigue siendo hoy un imprescindible referente literario y existencial.
«En este libro hay más lecciones valiosas sobre el oficio de novelista que en cualquier facultad de literatura.» Juan Gabriel Vásquez.
En septiembre de 1967, unos jóvenes Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa se reunieron en Lima para hablar de literatura latinoamericana. El primero había vendido ya miles de ejemplares de Cien años de soledad. El segundo acababa de ganar el Premio Rómulo Gallegos por La casa verde.
Hoy ambos son considerados universalmente dos de los máximos exponentes de la literatura en español, pero por aquel entonces eran dos jóvenes que estaban empezando su carrera como novelistas. En Dos soledades se sitúan frente a frente dos escritores, dos genios literarios, dos maneras diferentes de entender la literatura, dos temperamentos en cierto modo contradictorios, dos formas distintas de narrar. Son los tiempos en que el boom se está gestando, en los que todavía no se ha acuñado nombre para lo que hoy conocemos como «realismo mágico». En estas páginas apasionantes, el lector asiste a una conversación sin igual.
La edición incorpora textos de Juan Gabriel Vásquez, Luis Rodríguez Pastor, José Miguel Oviedo, Abelardo Oquendo, Abelardo Sánchez León y Ricardo González Vigil, quienes rememoran, la mayoría en calidad de testigos, aquel diálogo; y, además, dos entrevistas al escritor colombiano, una selección fotográfica, y la valoración que hace hoy Vargas Llosa de la vida y obra de García Márquez.
"Desde que existe el libro nadie está ya completamente solo, sin otra perspectiva que la que le ofrece su propio punto de vista, pues tiene al alcance de su mano el presente y el pasado, el pensar y el sentir de toda la humanidad". Stefan Zweig fue un lector empedernido que plasmó sus observaciones tanto en las reseñas que publicó en la prensa escrita como en los prólogos a la obra de otros autores. Los textos aquí reunidos dan buena prueba de la sagacidad, la erudición y la elegancia a las que Zweig nos tiene acostumbrados, pero sobre todo son un testimonio de su amor por la literatura como invitación al diálogo, una pasión tan intensa y franca que no es extraño que sepa contagiarla a sus lectores como pocos maestros.
Huyendo de la peste de 1348, diez jóvenes florentinos (tres hombres y siete mujeres) deciden refugiarse en la villa de uno de ellos situada en el campo. A lo largo de su ausencia de catorce días, para pasar el rato durante las calurosas horas de sobremesa deciden contarse diariamente (salvo sábado y domingo) cuentos por turno. De ello resulta una colección de cien relatos deliciosa y que reúne los más diversos aspectos de la vida humana, muchas veces con humor, otras con espanto o con un delicado guiño lascivo, mas siempre de una forma que no deja indiferente. El "Decamerón" es una de las grandes obras de la literatura universal.