La Soledad mira impotente el desamparo y desmoronamiento en el que la gente y las relaciones van cayendo. Reflejo del ecocidio, del trueque tramposo entre «humanidad» e inteligencia artificial, de las familias frágiles y de una infancia diluida, esta finca será testigo del dolor y la angustia de Antonia. Sintiéndose intelectual y físicamente inferior a todos, ella creerá, por momentos, que hay salidas luminosas. A veces, gracias a la literatura; en ocasiones, en la complicidad con otros igual de rotos que ella. Pero el ir y venir entre el rechazo y la indiferencia de su madre será su constante y obligada vuelta a la realidad. Eso y la atmósfera contaminada por el poder, la corrupción, las adicciones y las enfermedades futuras que ya se van instalando en su joven cuerpo. Sabe que está, estuvo y seguirá estando sola..., salvo, quizá, por la permanente presencia del narrador, esa voz del futuro y del pasado, intrusiva, a veces divertida y siempre trágica, que no tiene ningún tipo de concesión. Ni con ella, ni con el lector.
El inspector Pàmies, a cargo de la investigación de un macabro crimen en un granero, ha desaparecido. A la búsqueda sin tregua emprendida por Héctor y Marcos, se suma el detective Nico Ros, todavía convaleciente, y la fiel Cas. Mientras tanto, un asesino está sembrando de terror y muerte la comarca.
Una granja lúgubre, una ermita recóndita, un circo con mucho que esconder, mensajes esotéricos, silencios sospechosos, secretos enterrados… A esto y mucho más se enfrentará el detective Ros, días después de los hechos narrados en Marismas.
(Ciclo 984 después de Argia).
En la última y más cruenta guerra entre los hombres, uno de los bandos recurrió al poder prohibido de los dragones a través de Argia, la maga más poderosa que jamás ha pisado el planeta de los dos soles. Dicen que fue tras la destrucción de esa última guerra donde la maga dio a luz al primero de los dragos: mitad humano, mitad dragón.
Muchos Ciclos después, en la insólita península de Terradraga, entre kórtodos, suargos, dracknodones y bograx, dos dragos huérfanos irán encajando las piezas de la historia que los une. Para ello vivirán una trepidante aventura en la que la magia, el amor y el coraje se convertirán en la llama que alimente el fuego de la libertad.
Un relato épico en el que descubriremos los secretos de la Forja: la olvidada escuela de los dragos azules, el poder oculto que puede albergar un misterioso libro, o la forma en la que la música se convierte en símbolo de la resistencia y unión entre los rebeldes de la Llama, un ejército de desheredados unidos para luchar contra la dictadura de la reina Tëesha y el príncipe Crimson.
«Un drago un fuego, unidos un incendio.»
En el Cuento de La Caída de Gondolin chocan dos de los principales poderes del mundo. Por un lado está Morgoth, el mal más absoluto, que está al mando de un enorme poder militar que controla desde su fortaleza en Angband. En su oposición está Ulmo, el segundo Vala más poderoso. Trabaja secretamente en la Tierra Media para apoyar a los Noldor, el grupo de elfos entre los que se contaban Húrin y Túrin Turambar.
En el centro de este conflicto entre deidades se encuentra la ciudad de Gondolin, bella pero escondida más allá de toda posibilidad de ser descubierta. Fue construida y habitada por elfos Noldor que se rebelaron contra el poder divino y huyeron desde Valinor, la tierra de los dioses, a la Tierra Media. Turgon, el rey de Gondolin, es el principal objeto tanto del odio como el miedo de Morgoth, quien trata en vano de descubrir la ciudad, escondida como por arte de magia. En este mundo entra Tuor, el primo de Túrin, como instrumento para hacer cumplir los planes de Ulmo. Guiado por el dios desde la invisibilidad, Tuor parte de la tierra donde nació y emprende un peligroso viaje en busca de Gondolin.
En uno de los momentos más fascinantes de la historia de la Tierra Media, Ulmo se persona ante él, emergiendo del mar en medio de una tormenta. En Gondolin Tuor madura; se casa con Idril, y tienen a su hijo Eärendel. Después llega el terrible final. Debido a un acto de traición suprema, Morgoth se entera de cómo lanzar un ataque devastador a la ciudad, valiéndose de balrogs, dragones e incontables orcos.
Desde el primer momento en que Alejandro abrió la boca para insultarle, Daniel supo que ese chico le traería muchos problemas. La solución perfecta habría sido ignorarlo y hacer como si no existiera, pero a veces el destino tiene otros planes.
Una pelea, un puñetazo y un castigo lo cambiarán todo. Obligados a pasar más tiempo juntos, los dos están convencidos de que solo conseguirán odiarse más, pero poco a poco, a medida que se van conociendo, esos sentimientos de antipatía comienzan a convertirse en algo muy distinto.
Al fin y al cabo, muchas veces las apariencias engañan y puede que ambos sean más parecidos de lo que creen.
El fallido robo a una iglesia perpetrado por tres jóvenes inexpertos y la abrupta desaparición de una mujer en la noche limeña dan comienzo a un entramado de historias donde distintos personajes —siempre intensos y contradictorios— buscan vengar el pasado, combatir la impunidad o restablecer la justicia. Sin embargo, la realidad es otra: políticos, empresarios, jueces, militares, policías, sacerdotes, todos participan de una red de crimen y corrupción que reduce al silencio la voluntad de una sociedad que además debe lidiar con sus prejuicios de clase, raza y género.