El protagonista de la novela es un brillante profesor de matemáticas experto en nada que no hace nada. Eso lo convierte en el socio perfecto de un aspirante a villano Bond que quiere entrar en Fort Knox para robar, no los lingotes de oro, sino una caja de zapatos que no contiene nada. A través de la voz de este profesor asperger, Percival Everett vuelve a utilizar el absurdo para hacer una brillante crítica a los valores de la sociedad actual. Cualquier habitante de este mundo puede sentir desde la carcajada cómo nos encaminamos hacia un mundo sin sentido. La salvación está en lo cercano, en las relaciones auténticas, aunque sean disparatadas. Una lectura fácil escrita en un continuo diálogo inteligente, absurdo y mordaz.
Fern Brookbanks ha malgastado demasiados años pensando en Will Baxter. Pasó solo veinticuatro horas con el artista en un día fortuito de aventuras por Toronto. Se confiaron sus sueños y secretos y prometieron reencontrarse un año después. Fern acudió a la cita. Will, no. Ahora, ella vive en la casa de su niñez, regenta el resort de su madre en Muskoka, que está hecho un desastre, y necesita un salvavidas. Para su eterna sorpresa, su deseo se cumple cuando Will aparece, nueve años tarde, con una maleta y una oferta para ayudarla. Pero ¿cómo va a fiarse ella de ese hombre trajeado que se parece tan poco al que conoció? Will oculta algo, y Fern no está segura de querer saber qué. Sin embargo, hace años él la rescató. Y puede que haya llegado la hora de que ella le devuelva el favor.
Siempre supe que mi madre estaba loca. La novela más impactante de Hervé Le Tellier, autor de La anomalía.
Un destacado escritor francés se adentra en su propia historia en esta elocuente reflexión sobre las relaciones familiares disfuncionales.
Hervé Le Tellier no se consideraba a sí mismo como un niño infeliz. Y, sin embargo, entendió desde muy joven que algo andaba mal. Alcanzados los setenta años de edad y con la distancia emocional que facilita el paso del tiempo, Le Tellier se sintió capaz de escribir la historia de su familia.
Abandonado temprano por su padre y criado en parte por sus abuelos, se vio profundamente afectado por la relación con su madre, una mujer con problemas y con percepciones dañinas sobre el amor.
En este relato perspicaz y profundamente personal, Le Tellier intenta recordar tiempos difíciles sin ira ni arrepentimiento y, a veces, incluso con humor.
A veces, quien más te quiere es quién más daño te hace.
Lily no siempre lo ha tenido fácil. Por eso, su idílica relación con un magnífico neurocirujano llamado Ryle Kincaid, parece demasiado buena para ser verdad. Cuando Atlas, su primer amor, reaparece repentinamente y Ryle comienza a mostrar su verdadera cara, todo lo que Lily ha construido con él se ve amenazado.
Un misterioso anuncio de una sola línea en una revista culinaria, sin número de teléfono ni dirección: ¡quienes deseen visitar la taberna Kamogawa tienen que confiar en un toque de magia para llegar hasta ella! Solo los asiduos y los curiosos, guiados por el destino, encuentran el camino hasta el pequeño edificio escondido entre las callejuelas de Kioto.
La pareja formada por el padre y la hija Kamogawa ha empezado a anunciar sus servicios como «detectives de la comida»: mediante ingeniosas investigaciones, son capaces de recrear un plato del pasado de sus clientes, guisos que bien podrían contener las claves de historias olvidadas y promesas de felicidad futura. ¿Les permitirán estos sabores redescubiertos cerrar la puerta a los remordimientos y empezar de nuevo?
La China de 1935 aún no se ha convertido en una república comunista. Desde la revolución de 1911 este país ha sido gobernado por el Kuomintang, que intenta mantener su unidad. Al este, los japoneses ocupan Manchuria; al sur, los comunistas libran una guerra de conquista, y al oeste, las poblaciones musulmanas continúan rebelándose contra el poder central. A pesar de estas pugnas internas y de la prohibición del Gobierno chino al acceso de extranjeros, la viajera Ella Maillart parte desde Pekín con la intención de atravesar China de este a oeste. Busca llegar a los oasis «prohibidos» de Sinkiang, cuna de una milenaria cultura de origen iraní, y pasar desde allí a Cachemira atravesando las montañas del Pamir y del Karakórum. Ella Maillart recorre China de forma clandestina sorteando grandes desafíos y trabando contacto con algunos pueblos de Asia Central (mongoles, turcos, kirguises…). Es una viajera curiosa, siempre dispuesta a conocer nuevas costumbres y disfrutar de la riqueza de otras culturas. Enfrenta con paciencia y astucia las dificultades del camino mientras que nos transmite el placer de viajar por regiones remotas y aún desconocidas, sin escatimar ni el ánimo ni la frescura de su hazaña. Es el talante de una de las grandes nómadas del siglo xx, cuya filosofía del viaje se hará extensiva a otros de sus relatos. Una historia maravillosa que testimonia una era ya desaparecida, y nos muestra que el verdadero conocimiento se obtiene dirigiendo nuestros pasos hacia lugares desconocidos con valor e inteligencia.