García Márquez construyó, en El otoño del patriarca, una maquinaria narrativa perfecta que desgrana una historia universal -la agonía y muerte de un dictador- en forma cíclica, experimental y real al mismo tiempo, en seis bloques narrativos sin diálogos, sin puntos y aparte, repitiendo una anécdota siempre igual y siempre distinta, acumulando hechos y descripciones deslumbrantes.
Novela escrita en Barcelona entre 1968 y 1975, El otoño del patriarcadeja asomar en su trasfondo el acontecimiento más importante de la historia española de aquellos años, la muerte del general Franco, aunque su contexto y estilo sean, como siempre con García Márquez, el de la asombrosa realidad latinoamericana, que el autor ha elevado una vez más a la dignidad del mito.
La madrugada de un domingo de Pascua, una madre recorre las calles de Fond-Zombi y un bebé abandonado llora entre las pezuñas de una mula. Ya adulto, Pascal es atractivo, mestizo sin saberse de dónde, y sus ojos son tan verdes como la mar antillana. Vive con su familia adoptiva, pero el misterio de su existencia no tarda en hacer mella en su interior. ¿Cuál es su origen? ¿Qué se espera de él? Los rumores vuelan por la isla. Se dice que cura a los enfermos, que lleva a cabo pescas milagrosas Se dice que es hijo de dios, pero ¿de cuál? Profeta sin mensaje, mesías sin salvación, Pascal se enfrenta a los grandes misterios de este mundo: racismo, explotación y globalización se funden con sus propias vivencias en un relato lleno de belleza y fealdad, de amor y desamor, de esperanza y derrota.
París, 1940. En plena ocupación alemana, el arte, la cultura y el jazz se han convertido en actos de desafío. También lo es el romance prohibido entre Annette Zelman, una judía estudiante de Bellas Artes, y el joven poeta católico Jean Jausion, tras conocerse en el famoso Café de Flore, entre cuyos clientes desfilan personajes como Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, Pablo Picasso o Django Reinhardt.
Durante un tiempo, Annette y Jean creen eludir a los nazis, así como la vigilancia y las amenazas de sus familias, pero el destino juega en su contra. Una impresionante historia real de belleza, arte y liberación contra los horrores del Holocausto, en la que el poder transformador del amor resuena como un poema de devoción eterna.
Si Romeo y Julieta hubieran vivido en el París ocupado por los nazis, se habrían llamado Jean y Annette.
Después de pasar una larga temporada en el hospital al borde de la muerte, el escritor Sidney Orr compra en una papelería de Brooklyn un extraño cuaderno de color azul. Esa misma noche empieza a escribir en él una historia que no sabe adónde le conducirá. Estamos en septiembre de 1982, y durante nueve días Orr vivirá bajo el influjo mágico de este cuaderno, atrapado en un mundo de inquietantes premoniciones y sucesos enigmáticos que amenazan con destruir su relación y su fe en la realidad.
La noche del oráculo es una novela de inmensa fuerza narrativa que precipita al lector en el imaginario de Paul Auster.
En apariencia, el doctor Justo Pastor Proceso lo tiene todo para sentirse afortunado: es ginecólogo en Pasto, una pequeña ciudad al sur de Colombia, tiene dos residencias, una mujer atractiva, una hija pequeña y otra adolescente, y una afición para sus ratos libres: investigar la verdadera historia de Simón Bolívar. Pero los enredos en los que se ve envuelto a raíz de la fiesta de los Inocentes y los desfiles carnavalescos del año 1966 hacen caer las falsas apariencias, y el sorprendido doctor Justo Pastor Proceso asume que en realidad su mujer se burla de él, sus hijas no le tienen demasiado en cuenta, y sus amigos se aprovechan. Cuando el cacique local la emprende a tiros contra los artesanos que preparaban una carroza burlesca, al doctor se le ocurre aprovecharla para que el grupo escultórico muestre en su lugar la catadura histórica del libertador Bolívar. El vodevil da paso a la farsa y la farsa a un peligro real y una amenaza fatídica. En la Colombia de los años sesenta, todos prefieren vivir en falso antes de cuestionar los mitos fundacionales.