Durante el verano de 1980, la profesora de Astrofísica Joan Goodwin comienza a formarse para ser astronauta en el Centro Espacial Johnson de Houston junto con un grupo de compañeros excepcional: Hank Redmond, piloto de Top Gun; John Griffin y Lydia Danes, especialistas de la misión; la bondadosa Donna Fitzgerald; y Vanessa Ford, una magnética y misteriosa ingeniera aeronáutica. Mientras los nuevos astronautas se preparan para sus primeros vuelos, Joan halla un amor y una pasión que nunca había imaginado, y comienza a cuestionarse todo cuanto creía saber sobre su lugar en el universo observable.
amor
pérdida
trauma
abuso
curación
y feminidad
está dividido en cinco capítulos
cada capítulo tiene un fin distinto
trata con un dolor distinto
cura una pena distinta
otras maneras de usar la boca lleva a quien lo lee a través
de un viaje por los momentos más amargos de la vida
y encuentra dulzura en ellos
porque hay dulzura en todas partes
si decides buscarla
otras maneras de usar la boca encumbró a rupi kaur como la voz de toda una generación: su debut se convertiría en el libro de poesía más vendido del siglo XXI y llevó a millones de lectores en un viaje compartido a través de los momentos más emotivos de la vida.
Este volumen, una de las últimas obras de Marguerite Duras, es una reflexión sobre el proceso de escritura, y también sobre esa soledad dolorosa pero imprescindible que permite a la autora entregarse a «lo único que llenaba mi vida»: escribir. Es, además, una meditación sobre el vértigo que produce pensar en el siguiente libro, sobre el lugar o la casa en que se escribe, sobre las experiencias que impactan e inspiran un relato, como por ejemplo el trágico accidente de un joven piloto británico en la Segunda Guerra Mundial, la muerte de una mosca en una pared, o una colección de pinturas.
Damián huye de dos asesinos que lo persiguen en una solitaria carretera en el desierto. Logra eludirlos pero su automóvil se está quedando sin gasolina. A la distancia descubre un hotel que por fuera parece abandonado. Llama a la puerta y lo recibe Mercedes, una hermosa rubia quien lo invita a pasar. Por dentro el hotel es espectacular: cada detalle está cuidado a la perfección, pero hay algo sombrío que se esconde entre sus paredes y pasillos. Damián cree escuchar voces que mencionan su nombre, aunque las atribuye al estrés y su cansancio.
Nuestro angustiado protagonista vive una experiencia aterradora cuando intenta marcharse al día siguiente y suceden cosas inexplicables que se lo impiden. De pronto, Damián quedará atrapado en este lugar que cambia, que susurra, que nos hace dudar si está viviendo una pesadilla o si todo es producto de sus alucinaciones.
Laila, una niña marroquí, es raptada de su aldea en las montañas y vendida a los seis años a Lalla Asma, una anciana que la instruye y que se convierte en su abuela. Cuando, ocho años después, muere Lalla Asma, Laia huye y se refugia en un fondac, en realidad una casa de «princesas» que hacen las delicias de los hombres. Pero hasta allí, con fines dudosos, la persigue el hijo de Lalla Asma. Laila, atemorizada como un pececillo dorado, sólo piensa en alejarse de esos hombres que la tratan con un sospechoso afecto. Tras esconderses unos meses en un barrio paupérrimo, se marcha a París ilegalmente con Huriya, una de las «princesas» del fondac. La gran metrópoli la fascina, aunque la condena a la más absoluta marginalidad. Rodeada de los personajes más variopintos, encuentra en la literatura su tabla de salvación, pero, sólo tras un azaroso periplo, será la música la que la devolverá a sus raíces.
Él sabe que no puede tenerla. Ella, por más que se resista, que él es su debilidad.
Vera nunca ha querido comprometerse.
No ha tenido buenas experiencias con el amor y prefiere mantenerse alejada de un sentimiento que solo le ha traído sufrimiento. Sin embargo, todo cambia la noche que lo conoce a él y su mundo empieza a tambalearse.
César también ha sufrido.
Su última relación terminó de la peor manera posible, pero en el fondo no ha perdido la esperanza de volver a sentir ese cosquilleo en el pecho cuando llegue el momento. Y eso es justo lo que cree cuando el destino le pone en su camino a la chica menos esperada.
14 horas es cuanto necesitaban para descubrirse el uno al otro.
Pero ninguno imaginó lo caprichoso ―y cruel― que podía llegar a ser el universo.