Billy Summers es un asesino a sueldo y el mejor en lo suyo, pero tiene una norma: solo acepta un encargo si su objetivo es realmente mala persona.
Ahora Billy quiere dejarlo, pero todavía le queda un último golpe. Y siendo uno de los mejores francotiradores del mundo, un veterano condecorado de la guerra de Irak, un auténtico Houdini cuando toca desaparecer después de finiquitar un trabajo, ¿qué podría salirle mal?
Un guionista en plena crisis creativa y conyugal acaba de llegar —acompañado de su mujer y de su hija— a una flamante casa de montaña. Es diciembre. El frío blancoazulado de los glaciares, los bosques ocultos por una espesa bruma, el fluir de un río y un profundo y silencioso valle prometen, al fin, un nuevo comienzo. Una nueva oportunidad para finalizar un guion que se le resiste y para intentar reconciliarse con su mujer.
Sin embargo, algo pasa en la casa. Poco a poco los contornos de la realidad comienzan a difuminarse y lo que parecía una escapada idílica se convierte en una inquietante espiral de comportamientos disfuncionales.
Deberías haberte ido es una lectura sobrecogedora. Un relato claustrofóbico donde la realidad se tiñe de surrealismo y el terror no se presenta con sobresaltos, sino como un siniestro sueño cuyas piezas no acaban de encajar.
Aunque Arthur Conan Doyle escribió más historias de Sherlock Holmes, estas son las últimas en orden de cronología interna. Vemos aquí a un Holmes retirado en la campiña inglesa, más interesado por la apicultura que por resolver casos. Solo la inminente guerra con Alemania logrará sacar de su retiro voluntario a Holmes, que pondrá todo su ingenio y habilidades al servicio de su país en «Su último saludo».
Estos siete relatos crepusculares de Sherlock Holmes nos muestran cómo el genial inquilino del 221B de Baker Street se adapta a un mundo cambiante, eso sí, sin perder la capacidad de deleitar a los lectores.