Stefan Zweig, reconocido como uno de los mayores biógrafos de todos los tiempos, examina con su habitual perspicacia y sutileza la vida y obra de tres grandes escritores, y queda fascinado por la lucidez de Tolstói, la imparcialidad de Casanova y la ambigüedad de Stendhal. A los tres los considera "poetas de sus vidas" puesto que todos ellos hicieron de su experiencia vital y su biografía materia literaria. Pero mientras que Casanova habló de sí mismo de un modo casi ingenuo y anecdótico, para regocijo del lector, el "egocéntrico" Stendhal lo hizo con la clarividencia del psicólogo capaz de desmontar las coartadas de la propia psique, y Tolstói, por último, transformó la autobiografía en una autentica búsqueda espiritual, ética y religiosa.
Todos quieren a Daisy Jones, aunque nadie sabe quererla. Porque, en realidad, todos quieren algo de ella.
La industria discográfica quiere explotar su talento y el magnetismo que despliega sobre el escenario, sin importarle lo que ella sienta. Los hombres que revolotean a su alrededor quieren meterse en su cama. Sus fans quieren saberlo todo sobre la gran estrella y sus detractores quieren hacer público hasta el último de sus secretos. Todos creen que es una muñeca rota, una estrella fugaz. Quieren verla caer.
Hasta que por fin encuentra a alguien que vale la pena. Alguien que, a su manera, la quiere de verdad. Que la entiende y la desea y la respeta como ella a él. Pero entonces todo se vuelve aún más complicado.
García Márquez construyó, en El otoño del patriarca, una maquinaria narrativa perfecta que desgrana una historia universal -la agonía y muerte de un dictador- en forma cíclica, experimental y real al mismo tiempo, en seis bloques narrativos sin diálogos, sin puntos y aparte, repitiendo una anécdota siempre igual y siempre distinta, acumulando hechos y descripciones deslumbrantes.
Novela escrita en Barcelona entre 1968 y 1975, El otoño del patriarcadeja asomar en su trasfondo el acontecimiento más importante de la historia española de aquellos años, la muerte del general Franco, aunque su contexto y estilo sean, como siempre con García Márquez, el de la asombrosa realidad latinoamericana, que el autor ha elevado una vez más a la dignidad del mito.
La madrugada de un domingo de Pascua, una madre recorre las calles de Fond-Zombi y un bebé abandonado llora entre las pezuñas de una mula. Ya adulto, Pascal es atractivo, mestizo sin saberse de dónde, y sus ojos son tan verdes como la mar antillana. Vive con su familia adoptiva, pero el misterio de su existencia no tarda en hacer mella en su interior. ¿Cuál es su origen? ¿Qué se espera de él? Los rumores vuelan por la isla. Se dice que cura a los enfermos, que lleva a cabo pescas milagrosas Se dice que es hijo de dios, pero ¿de cuál? Profeta sin mensaje, mesías sin salvación, Pascal se enfrenta a los grandes misterios de este mundo: racismo, explotación y globalización se funden con sus propias vivencias en un relato lleno de belleza y fealdad, de amor y desamor, de esperanza y derrota.
La carretera, novela galardonada con el premio Pulitzer 2007 y best seller literario del año en Estados Unidos, transcurre en la inmensidad del territorio norteamericano, un paisaje literalmente quemado por lo que parece haber sido un reciente holocausto nuclear.
En un mundo apocalíptico donde llueve ceniza, un hombre y un chico cruzan a pie el territorio norteamericano en dirección al sur. El hambre es mucho más que una preocupación diaria: es la medida de todas las cosas, y las bandas de caníbales asolan el país convertido en un yermo donde solo la barbarie ha echado raíces. El amor de un padre por su hijo es, sin embargo, la única luz de una tierra que ha perdido a sus dioses. Quizá el fuego de la civilización no se haya apagado para siempre.
En una ciudad con muros y edificios de cristal existe una sociedad totalitaria cuyos súbditos sobrellevan unas vidas carentes de pasión y creatividad. Hasta que D-503, un matemático que por las noches sueña con números, efectúa un descubrimiento: tiene un alma individual. Ambientada en el siglo XXVI, Nosotros es la novela distópica por antonomasia, antecesora de 1984 y Un mundo feliz. Un relato que vaticina el destino al que todos podemos estar abocados si rendimos nuestra individualidad a un desvarío tecnológico colectivo. Proscrita en la Unión Soviética durante muchos años, Nosotros sigue siendo un conmovedor alegato en favor de la libertad individual, al tiempo que una convincente, trepidante y vívida obra de ciencia ficción.