Las siete fueron sus víctimas, pero solo una es su asesina.
Es Nochevieja, los relojes han comenzado la cuenta atrás y siete mujeres se reúnen en una habitación de hotel en cuyo centro descansa la cabeza del que ha sido su peor pesadilla: Jamie Spellman. Todas ellas lo conocían, y todas se reafirman en su inocencia, pero cada una tenía una razón de peso para asesinarlo: su esposa engañada, la adolescente que espera un hijo suyo, las dos examantes, su mejor amiga, la mujer a la que violó en la universidad y la tía que lo crio. Las siete llevaban semanas reuniéndose para hablar de sus experiencias y hasta, en algún momento de euforia, imaginar su muerte. Apenas tienen tiempo para esconder el cadáver y mientras la detective Nova Stokoe, exnovia de una de las siete sospechosas, comienza sus pesquisas, también ellas desean averiguar cuál se ha atrevido a hacer por fin aquello con lo que las demás solo fantaseaban.
Un rey anciano, ávido lector, casi ciego, envía a dos de sus súbditos a dar la vuelta al mundo en busca de historias extrañas y maravillosas. Los dos hombres emprenden el viaje y a su regreso, a lo largo de trece noches, cada uno le cuenta al rey sobre los libros que ha encontrado: está el libro que nadie puede leer porque va demasiado rápido, el libro que se busca por todo el país con la policía pisándole los talones, el libro abandonado en la estantería de una librería de segunda mano (feliz, a pesar de las páginas gastadas, porque ha acompañado a una persona que lo ha leído mil veces a lo largo de su vida), el libro que solo niños muy pequeños pueden leer, el diario que comparten dos niños y que contiene secretos muy dolorosos … y muchos otros más.
A través de esta obra ilustrada única, nos embarcamos en un viaje cautivador y reconfortante que nos enseña la fuerza de la palabra escrita, el poder y la importancia que tienen los libros en nuestras vidas, y las diversas maneras en las que interactuamos con ellos.
Australia, 1955. Daphne ha terminado sus estudios de veterinaria y podría comenzar a trabajar en el zoológico de Perth con sus padres, Maria y Bernhard. Sin embargo, decide aceptar un puesto de investigación que la acabará llevando al Congo. Pero la colonia belga está en un momento de agitación y pronto Daphne ya no estará segura allí...
París. El padre de Grit muere de forma inesperada durante un ensayo. Ella logra acabar la gira en su memoria, pero, cuando descubre que está embarazada, toma el siguiente barco hacia Nueva Zelanda para visitar a su madre, Nellie. Allí, la famosa pianista tendrá que aceptar su pasado antes de poder pensar en el futuro.
Roma soy yo
Roma, año 77 a.C. El cruel senador Dolabela va a ser juzgado por corrupción, pero ha contratado a los mejores abogados, ha comprado al jurado y, además, es conocido por usar la violencia contra todos los que se enfrentan a él. Nadie se atreve a ser el fiscal, hasta que de pronto, contra todo pronóstico, un joven patricio de tan solo veintitrés años acepta llevar la acusación, defender al pueblo de Roma y desafiar el poder de las élites. El nombre del desconocido abogado es Cayo Julio César.
Maldita Roma
Mare Internum, año 75 a. C. Un barco mercante navega rumbo a la isla de Rodas. A bordo, Julio César acompañado sólo por su fiel Labieno. Obligado por sus enemigos a exiliarse de Roma, se dirige al encuentro con el maestro Apolonio para aprender oratoria y de este modo, a su regreso, iniciar una feroz pugna para ingresar en el Senado y enfrentarse allí al temido Cicerón.
¿Cuánto sabe una madre? ¿Cuánto calla, cuánto dice, cuánto miente? Mientras las madres viven, los hijos somos hijos por encima de todo: más hijos que hermanos, más que maridos, más que padres. Colgamos de nuestras madres como el escalador de su mosquetón, no importa la edad, no importa la distancia. Si hasta su muerte mandan sus genes, después de su muerte manda la ausencia. «Si mamá me viera…», «Mamá se estará riendo, seguro», «¿Qué pensaría mamá de esto?». Hablamos con ellas cuando nadie nos mira, porque sabemos que están, aunque no las veamos. Sabemos que son eternas.
La tarde en que Fer, Emma y Silvia llevan a urgencias a su madre, aquejada de lo que parece una leve infección, no imaginan que la vida ha dispuesto para ellos un escenario totalmente inesperado. Al salir del hospital después del breve ingreso, el paisaje familiar es otro: los tres hermanos se convierten a la fuerza en hijos y cuidadores mientras se preparan para la posible orfandad que quizá vaya a dejar tras de sí un ser tan excéntrico e insustituible como Amalia.
Oliver, un joven londinense con una peculiar situación familiar y una triste pérdida a sus espaldas, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito cántabro de Suances. Durante las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en distintas ciudades de Cantabria, que, unidos a los insólitos resultados forenses de las víctimas, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que iniciará un denso viaje personal y una carrera contrarreloj para descubrir al asesino.