¿Podrá Valentina dejarse llevar por el corazón y aceptar el amor al que siempre se ha resistido?
Valentina lleva un vestido blanco con mucho tul y zapatos azules. Pablo la espera en el altar y, mientras camina hacia él, los invitados suspiran, un cuarteto de cuerda toca My Girl y pequeñas motas de purpurina caen del cielo.
Bonito, ¿no? Pero lamento decirte que solo se trata de una de sus fantasías, porque la triste realidad es que Pablo ya no la quiere y que será Adela la que muy pronto camine hacia él para jurarle amor eterno. Por si esto no fuera poco, Valentina tendrá que asistir a la boda, y por si no te parece lo bastante humillante, ha prometido que lo hará acompañada de su nuevo y flamante novio. Aunque si pensabas que ninguna desdicha podía superar a estas, déjame que te confiese que todo es pura invención y que está sola, triste y muy lejos de enamorarse. ¿O quizá no? Puede que el amor la esté esperando a la vuelta de la esquina y aún no lo sepa.
A finales de la década de los sesenta, el protagonista, un niño de ocho años, se va a San Sebastián a vivir con sus tíos. Allí es testigo de cómo transcurren los días en la familia y el barrio: su tío Vicente, de carácter débil, reparte su vida entre la fábrica y la taberna, y es su tía Maripuy, mujer de fuerte personalidad pero sometida a las convenciones sociales y religiosas de la época, quien en realidad gobierna la familia; su prima Mari Nieves vive obsesionada por los chicos, y el hosco y taciturno primo Julen es adoctrinado por el cura de la parroquia para acabar enrolado en una incipiente ETA.
Poppy y Alex. Alex y Poppy. No tienen nada en común: ella lleva vestidos estampados; él, pantalones de pinza. Ella es un espíritu aventurero; él prefiere quedarse en casa leyendo. Y, a pesar de todo, son mejores amigos. Durante la mayor parte del año viven separados ella en Nueva York, él en su pequeño pueblo, pero cada verano, desde hace ya una década, se toman una semana de vacaciones juntos. Hasta hace dos años, cuando todo cambió.
Ahora Poppy tiene todo lo que siempre había soñado, pero está atrapada en la rutina. Cuando alguien le pregunta cuándo fue feliz por última vez, sabe, sin duda alguna, que fue en ese último y fatídico viaje con Alex. Por eso decide convencer a su mejor amigo para viajar juntos una vez más. Tienen una semana para arreglarlo todo, ¿qué puede salir mal?
Rigor, suspense y un estilo narrativo impecable se unen en Libelo de sangre.
Durante el crudo invierno de 1620 un espantoso crimen ha sembrado el pánico en cada rincón de Madrid: una joven ha sido violada y enterrada junto a un niño al que le han extirpado el corazón. Nadie en la Villa duda de que se trata de un asesinato ritual, y el escribano Sebastián Castro y su esposa pronto serán inculpados de un «libelo de sangre», una acusación falsa que culpa a los judíos de sacrificar a menores cristianos para realizar magia negra.
Por suerte, Alonso, el hijo mayor del matrimonio, ha conseguido escapar de la Inquisición, encargada de investigar el delito, pero ahora deberá enfrentarse a otros peligros no menos terribles: el frío, el hambre y a los miserables que pueblan las calles.
Devastado y sin más ayuda que la de dos pícaros vagabundos, intentará llevar a cabo el único objetivo que lo mantiene con vida: rescatar a sus padres.
Cuando la fe en Dios encendía corazones, pero los delitos contra ella prendían hogueras.
INTENSA. EMOCIONANTE. ABSORBENTE. BRUTAL. NO PODRÁS QUITÁRTELA DE LA CABEZA.
Desde las fascinantes marismas de Luisiana, un despiadado asesino en serie al que los medios apodan «el carnicero del pantano» está completando su proyecto más ambicioso: marcar de forma macabra a sus víctimas, que abandona en los pantanos dejando en sus cuerpos pistas dudosas que mantienen en vilo a la policía.
La brillante patóloga forense Wren Muller nunca se ha enfrentado a un caso que no haya podido resolver. Hasta ahora. Y su deseo de atrapar al asesino empieza a convertirse en una obsesión.
En una frenética carrera contra reloj, el duelo entre el asesino en serie más despiadado de la historia de Luisiana y la doctora Muller se librará en la mesa de autopsias, donde los cuerpos de las víctimas ocultan los secretos de una investigación que solo Wren puede desentrañar.
Un legado invaluable que nos invita a seguir leyendo, escribiendo y soñando.
A mitad de la noche la vida parece encontrar su desenlace, pero es justo en la mayor oscuridad cuando comienza a manifestarse la luz que precede al amanecer: ese momento en que las tinieblas quedan atrás y emerge el día con la incertidumbre propia de un nuevo comienzo. «El tiempo abre las alas» y «se aleja el día hacia ninguna parte... empezaste a morir y a darte cuenta de que el misterio no va a extenuarse nunca. El despertar es un bosque donde se recupera lo perdido y se destruye lo ganado. Y el día futuro, una miseria que te encuentra a solas con tus pobres palabras».