Condenado a muerte por los bolcheviques en 1922, el conde Aleksandr Ilich Rostov elude su trágico final por un inusitado giro del destino. Gracias a un poema subversivo escrito diez años antes, el comité revolucionario conmuta la pena máxima por un arresto domiciliario inaudito: el aristócrata deberá pasar el resto de sus días en el hotel Metropol, microcosmos de la sociedad rusa y conspicuo exponente del lujo y la decadencia que el nuevo régimen se ha propuesto erradicar.
En esta curiosa historia se basa la segunda novela de Amor Towles, que después de recibir innumerables elogios por Normas de cortesía, su ópera prima, se consolida como uno de los escritores norteamericanos más interesantes del momento.
Erudito, refinado y caballeroso, Rostov es un cliente asiduo del legendario Metropol, situado a poca distancia del Kremlin y el Bolshói. Sin profesión conocida pese a estar ya en la treintena, se ha dedicado con auténtica pasión a los placeres de la lectura y de la buena mesa.
Ahora, en esta nueva y forzada tesitura, irá construyendo una apariencia de normalidad a través de los lazos afectivos con algunos de los variopintos personajes del hotel, lo que le permitirá descubrir los jugosos secretos que guardan sus aposentos. Así, a lo largo de más de tres décadas, el conde verá pasar la vida confinado tras los inmensos ventanales del Metropol mientras en el exterior se desarrolla uno de los períodos más turbulentos del país.
¿QUIÉN ES, EN REALIDAD, LA MUJER DEL PISO DE ARRIBA?
La muerte de Dorotea y el deseo de desaparecer propician el regreso de su nieta a la pequeña localidad de Lanuza, en Huesca. El ambiente que la recibe dista mucho de la paz que venía buscando: los vecinos la tratan con recelo y la inquilina de su abuela, una escritora de renombre con fama de rehuir la sociedad, ha dejado atrás todas sus pertenencias y ha desaparecido. Poco a poco, la curiosidad y el deseo de ahuyentar sus fantasmas despiertan en ella el impulso de apropiarse de la vida de la inquilina en una fusión de identidades que parece haber comenzado antes de su llegada al pueblo. ¿Quien es realmente la mujer que ocupa el piso de arriba? ¿Se trata de la nieta de Dorotea o de la famosa escritora? ¿Será cierto que alguien observa todos sus movimientos?
Un juego de desdoblamientos, un magistral doppelgänger, una historia repleta de giros y suspense.
Una delicada historia sobre deseo y desamor por la gran autora japonesa ganadora de los premios Akutagawa,Ito Sei o Tanizaki que conquistó a miles de lectores con El cielo es azul, la tierra blanca.
"Hiromi Kawakami: las cosas sencillas son melancólicas. Bellamente melancólicas, como el sol que derrite la nieve, sin dejar huella de ella".Hector Abad Faciolince
Despues de casarse con su amor de infancia, Riko se encuentra atrapada en una relación amargada por la infidelidad. Un día, por casualidad, se encuentra con un viejo amigo, el señor Takaoka, que le ofrece amistad, amor y una extraña evasión: vivir una vida paralela en sus sueños. Así, cada noche vive otra vida: primero, como una cortesana de alto rango del siglo XVII, y, despues, como la sirvienta de una princesa en la Edad Media tardía. Mientras experimenta el deseo y el desengaño en el pasado, Riko reconsidera su vida como una mujer del siglo XXI, como esposa, madre y amante, y se pregunta a sí misma si, despues de amar a su marido y al señor Takaoka, está preparada para su tercer gran amor.
Julia nos lleva a traves de sus recuerdos a lo largo de una noche de insomnio: los de Julita, tratando de encontrar el sentido de su infelicidad, de sus miedos y de sus más profundos anhelos. En sus páginas, la autora nos presenta a la protagonista como un personaje mítico que encarna el dolor y la búsqueda de una joven que descubre el desencanto de la madurez. Con una prosa sutil y precisa, cargada de simbolismos, se nos revela el pasado de esta alma gris y silenciosa, marcado por una complicada relación con su madre, por la muerte de su hermano y por una absoluta soledad. ‘Julia’ es un reflejo de la angustia del crecimiento, de los primeros deseos, del desconcierto que nos aflige cuando despertamos a la vida adulta.
Una afilada sátira sobre el matrimonio y los vínculos que nos mantienen unidos
Corren los años noventa, Jack y Elizabeth son estudiantes universitarios y, en cuanto se conocen, tienen la certeza de haber encontrado a su alma gemela, por lo que no tardan en unir fuerzas y abrirse un hueco juntos en la floreciente escena artística underground de Chicago. Veinte años después están casados y, además de enfrentarse a los retos de ser padres, deberán lidiar con sectas disfrazadas de grupos de mindfulness, pretendientes poliamorosos, guerras en Facebook y algo llamado Poción de Amor Número Nueve.
Por primera vez, a Jack y Elizabeth les cuesta reconocerse mutuamente, y los antaño jóvenes soñadores se verán obligados a plantar cara a sus demonios: desde ambiciones profesionales frustradas hasta dolorosos recuerdos infantiles en el seno de sus propias familias disfuncionales. Jack y Elizabeth habrán de emprender caminos separados de indagación personal o arriesgarse a perder lo mejor de sus vidas: el uno al otro.
Nathan Hill regresa con una conmovedora e ingeniosa historia sobre el matrimonio, la búsqueda a menudo desconcertante de una vida feliz y saludable, y sobre las historias que nos mantienen unidos. Desde la provocadora escena artística del Chicago de los noventa hasta los actuales barrios residenciales y su obsesión por las dietas detox y las reformas en el hogar, Hill reinventa el género amoroso con refrescantes dosis de erudición, ironía y sensibilidad.
Las cartas de un gran escritor cuentan la historia de una vida que corre paralela a su obra. Las de Irène Némirovsky esbozan inicialmente el retrato de una joven apasionada que descubrió el gozo de sus primeras aventuras y la alegría de estudiar en la Sorbona en los felices años veinte. Luego van conformando una imagen más firme, la de una mujer brillante, preocupada y decidida, que se convertiría en la consumada novelista de El baile y David Golder. Una etapa en la que habla con su «querido maestro» Gaston Chérau, grandes editores y autores de la época sobre la escritura, los libros y el cine, por supuesto, pero también sobre las pequeñas cosas que componen la cotidianidad. A partir de 1938, el tono se vuelve menos desenfadado, hasta julio de 1942, cuando la correspondencia se interrumpe de forma brusca tras la trágica detención de Irène Némirovsky. Familiares, amigos, editores y admiradores toman entonces la pluma, intentando salvarla como sea y mantener vivos sus textos.