Un asesino envuelto en sombras, una rosa, una cadena de espinas. Un bosque flotante donde el miedo oculta terribles secretos.
Isla de Cortegada, 1910. El hallazgo del cadáver de una niña el día de la matanza genera gran conmoción entre los habitantes de la ría por las circunstancias y la atrocidad del crimen. Un culpable, el poeta Guillermo de Foz. Una condena, la muerte a garrote.
Monasterio de Armenteira, Pontevedra, 2002. Las obras de restauración del claustro sacan a la luz un cuaderno inédito con la confesión del escritor maldito Guillermo de Foz. Antía Fontán, profesora de Literatura en La Sorbona, viajará a Galicia para llevar a cabo un estudio sobre este hallazgo. Lo que desconoce es que su estancia trascenderá lo profesional. Allí descubrirá una historia de amor y muerte, siniestros intereses y se verá envuelta en una serie de asesinatos perpetrados por una mente criminal que sigue el modus operandi de los ángeles caídos de la literatura. El apodado Asesino de la Rosa parece tener un solo destinatario: ella.
Después del éxito de El silencio de las olas y La conjura de la niebla, la escritora Ángela Banzas despliega su virtuosismo narrativo y nos ofrece un rompecabezas en el que la tensión aumenta con cada página. La sombra de la rosa es una novela ágil, llena de resonancias y golpes de efecto, que explora la raíz del mal y nos conecta con el lado oscuro del amor y el más cruento de la literatura universal. Sombras, rosas y espinas.
Guinea ve truncada su carrera como profesora en una universidad de Estados Unidos tras salir a la luz su relación con un alumno mucho más joven que ella. Huyendo del escándalo y en busca de una nueva vida llega al aeropuerto de Buenos Aires, donde descubre que se ha producido un apagón general. Con el teléfono sin red, es incapaz de localizar su destino. Un hombre inquietantemente amable la conduce por la ciudad y le propone alojarse con él y con su hijo adolescente, Vladimir, mientras continúe la situación. Sin combustible ni alimentos, la calle se vuelve un escenario peligroso: todos contra todos. Sin embargo, la mayor violencia late invisible dentro de la casa donde los tres conviven junto a dos perros. Guinea y Vladimir sienten pronto una complicidad que los enfrenta al padre. Otra vez un deseo turbio que ordena y produce el caos, un deseo más fuerte que la sangre y el amor.
Vladimir es una novela profundamente perturbadora, un thriller emocional y erótico en el contexto de un mundo que se apaga.
El corredor es un alarido de metal y literatura cuya virtud primordial es llevar al lector a un paroxismo, a esa exaltación propia de los derviches y pilotos cuyos bólidos están avizorando, en fracciones de segundo, la pared donde habrán de estrellarse, el fuego donde serán desgarrados por engranajes y ángulos enfurecidos. Alejandro Vázquez Ortiz ha logrado escribir un mecanismo narrativo cromado, con varias capas de pintura, donde conviven la violencia y la desesperación, donde el vértigo y el vacío son las únicas certezas. Aceite quemado, autopistas interminables que brillan en el desierto como pistones al rojo vivo, un terraplén de grava y concreto habitados por automóviles, sangre y dolor. Esta novela no es ajena a un fetichismo, no es ajena a nosotros, humanos al borde de todo. Y eso es lo que la vuelve memorable.
Solo aquellos que hayan vivido los ardientes fuegos de un amor irrefrenable podrán comprender las razones que llevaron a María José Solano a dejarlo todo y emprender en solitario Una aventura griega. Acompañada únicamente de una maleta de mano y los libros del objeto de su pasión, el héroe de guerra y cronista viajero Patrick Leigh Fermor (1915-2011), la escritora abraza los restos de su legado en el país de los olivos.
Camina por las mismas calles en las que él, célebre por aventuras épicas en el país heleno, había vivido mil correrías y affaires secretos; brinda con uzo y retsina en las tabernas en las que él se embriagó con su círculo bohemio y, acaso igual que él, sueña con la posibilidad de encapsular el pasado mágico de un país rebosante de tesoros arqueológicos.
En este singular trayecto, que se puede leer casi como un romance con la obra fermoriana, Solano hace escala en lugares legendarios como Corinto, Micenas, Epidauro, Esparta o la isla de Hydra, donde Leigh Fermor (Paddy, para los amigos) pasó una larga temporada en una mansión ahora -cómo no- declarada en ruinas. Desde cada uno de esos enclaves, capitales para entender la figura del aventurero, la escritora sevillana declara su amor eterno a un personaje tan singular como enigmático, con sus luces y sus sombras, siempre impetuoso y, hasta su último aliento, impulsado por un hambre insaciable de acción y conocimiento.
Janice trabaja como mujer de la limpieza y sabe que solo hay una forma de conocer a la gente: a través de sus historias. En su día a día se rodea de personas peculiares, como Fiona, que acaba de enviudar; Geordie, un cantante de ópera; o la insoportable señora Sísísí y su insólito fox terrier, Decius.
Cuando empieza a limpiar para la señora B, una nonagenaria cascarrabias, Janice siente que hay alguien dispuesto a escucharla. Pero tiene claro que, aunque coleccione relatos ajenos, no tiene ninguno que pueda compartir.
Sin embargo, la señora B sabe que Janice oculta algo. Al fin y al cabo, ¿no tenemos todos una historia que contar?
El profesor y arqueólogo Cal Donovan se dirige a Islandia para pasar unas vacaciones con su última novia cuando recibe una llamada del Vaticano. El papa Celestino IV quiere que investigue la extraordinaria aparición de tres jóvenes vírgenes, embarazadas, llamadas María. ¿Se trata de un milagro, como clama el sector más conservador del Vaticano, o existe una explicación científica? ¿Es posible que las tres estén gestando al hijo de Dios? ¿Podría este aparente milagro causar el colapso de la Iglesia católica?
Cal viaja a Manila primero y luego a Irlanda. Las dos muchachas le cuentan un recuerdo muy parecido: una luz muy intensa las cegaba y una voz les decía «has sido elegida». Cal vuela a Perú para conocer a la última María pero la joven no está. Y pocas horas después recibe la noticia de que las otras chicas también han desaparecido.
La Iglesia se enfrenta al cisma mientras Cal Donovan lucha por descubrir la verdad. Pronto se da cuenta de que está en juego la supervivencia de la Iglesia católica y la suya propia.
1475. En Vetonia, una ciudad de la Castilla de los Reyes Católicos, vive Caterina, una joven condesa que ha enviudado recientemente. Reside en el palacio de su tío, el marqués de Narros, y pretende crear un importante gremio de sastres y bordadores. Para ello, envía a Guillén, su amante, a Valencia con el propósito de encontrar a los mejores artesanos. A su regreso, Guillén traerá a Juana, una prometedora bordadora, que llenará de amor, suspense, drama y secretos los muros del palacio y trastocará la tranquila vida de Caterina.
Escrita y documentada con un cuidado exquisito, La bordadora es una novela histórica como ninguna otra. En su ópera prima, Consuelo Sanz de Bremond vuelca todo su conocimiento como investigadora de la historia de la indumentaria, costumbres y vida cotidiana para tejer una trama apasionante de romance, intriga y poder en el atractivo mundo de la corte medieval, que se nos muestra aquí con una viveza y autenticidad inigualables.
Billie, Mary Alice, Helen y Natalie han trabajado durante cuatro décadas para el Museo, una exclusiva red de asesinos. Sin embargo, ahora las consideran «de la vieja escuela» y, como la tecnología importa más que la inteligencia, ya nadie valora su talento.
Cuando las invitan a un crucero para celebrar su jubilación, estas no tardan en darse cuenta de que se han convertido en objetivo de la Junta del Museo, que ha ordenado eliminarlas.
Es así como las cuatro integrantes del llamado «Proyecto Esfinge» deberán organizarse por su cuenta, confiar las unas en las otras y esperar que el trabajo en equipo sea la clave de su supervivencia.
La Junta está a punto de descubrir de lo que es capaz una señora de armas tomar.
En una época en que la fotografía llegó para atajar el tiempo y los ríos de petróleo manaban como un milagro oscuro de la tierra, Alejandro Plata, un inspector de obras férreas, desaparece cerca del puerto del Cacique. Su hermano y su madre lo buscan en distintos tiempos. Su amante lo aguarda por años. Y, en el trasegar de la búsqueda y a la espera del reencuentro, desembarcan en Colombia el progreso y la explotación petrolera, que no solo violenta las aguas y las tierras, sino que suma desigualdad e indignación al caos social del país.
En esta extraordinaria novela polifónica, un viaje alucinante por los rincones de Colombia, Daniel Ferreira nos empuja a descifrar este lugar y su tragedia de hijos desaparecidos, y nos prueba que lo poderoso y permanente es la naturaleza, y lo fugaz y frágil es lo humano.