Comenzó como un niño prodigio, llegó a ser una especie de héroe nacional... y acabó considerado el enemigo público número uno. A los trece años, jugó la que muchos consideran «la partida del siglo», y un año después se convirtió en el campeón más joven de la historia de Estados Unidos. Su listado de logros siguió creciendo hasta culminar en el Campeonato Mundial de 1972, con su victoria contra Borís Spasski, una partida que resultó una perfecta metáfora de la Guerra Fría.
Víctima de una enfermedad mental, se perdió en teorías conspirativas y murió en Islandia, fugitivo de la justicia estadounidense.
Con guion de Julian Voloj e ilustraciones de Wagner Willian, Blanco y negro es un relato fascinante sobre la determinación y la fama, pero también sobre la soledad y el miedo.
Nick y Allie no sobreviven al accidente de coche, pero sus almas tampoco llegan a donde deberían. Ahora ambos están atrapados entre la vida y la muerte, en una especie de limbo conocido como Everlost: una sombra del mundo de los vivos rebosante de cosas y lugares que ya no existen. Es un sitio misterioso y lleno de peligros, donde las vidas pasadas se desvanecen y donde muchos se convierten en algo... diferente.
Cuando localizan a la autoproclamada reina de las almas perdidas, Nick siente que ha encontrado su hogar, pero Allie no está dispuesta a pasar allí la eternidad. Así, decide aventurarse por su cuenta en un territorio oscuro, donde se rumorea que un monstruo amenaza a todas las almas de Everlost.En esta inquietante y evocadora novela, Neal Shusterman -autor de libros tan exitosos como Siega y ganador del Premio Nacional de Literatura Juvenil en Estados Unidos- explora temas como la vida, la muerte y lo que podría haber a medio camino.
«Shusterman exhibe con elegancia las complejidades de su mundo paralelo». The Bulletin of the Center for Children's Books
«Una exploración única de la vida después de la muerte».
Una conmovedora novela gráfica en la que se abordan temas como el paso de la infancia a la edad adulta, el acoso escolar, los problemas derivados de la baja autoestima y la capacidad del arte en general y la literatura en particular para convertirse en tablas de salvación.
Montreal, finales de los años ochenta del siglo pasado. Hélène es una muchacha de doce años que inexplicablemente ha sido dejada de lado por sus antiguas amigas, que ahora se divierten humillándola en público. El día a día de la protagonista es un infierno y su autoestima se resiente hasta el punto de que llega a asumir como ciertos los insultos recibidos.
No quiere recurrir a la ayuda y comprensión de su madre, porque la vida de esta no es mucho mejor: siempre al borde del colapso por agotamiento, mantiene ella sola a Hélène y sus dos hermanos. El único consuelo de Hélène es la lectura de Jane Eyre, la novela de Charlotte Brontë, con cuya desgraciada protagonista se siente identificada.
El cuerpo sin vida de Sylvia Kaye aparece a las puertas de un pub de Woodstock, un pequeño y pacífico pueblo británico. El inspector Morse de la policía de Oxford (exalumno de la prestigiosa universidad local, apasionado de la música de Wagner, los crucigramas y las pintas de cerveza) está seguro de saber quién es la muchacha con la que Sylvia fue vista en una parada de autobús aquella fatídica noche y que parece tener la clave para resolver el asesinato. Pero el irreprimible sarcasmo y el exceso de confianza de Morse en sus dotes deductivas chocan de inmediato con la frialdad de la joven, dejando claro que descubrir la dolorosa verdad y actuar en consecuencia requerirá hasta el último átomo de la disciplina profesional del inspector…
Oxford como telón de fondo, unas historias sin fisuras y un elaborado desarrollo de los personajes son las tres inconfundibles señas de identidad que han convertido a Colin Dexter en uno de los exponentes contemporáneos más importantes del género, un verdadero maestro de la ficción policial clásica.
Conocido sobre todo por sus célebres Viajes de Gulliver, ya publicados en esta colección, Jonathan Swift (1667-1745) fue un satírico mordaz y un polemista incansable. Dentro de esta línea se inserta el que sin duda es su otro trabajo más popular, obra maestra del sarcasmo y el humor negro, titulado «Una humilde propuesta que tiene por objeto evitar que los hijos de los pobres sean una carga para sus padres o para el país, y hacer que redunden en beneficio de la comunidad». La sugerencia que en él se hace de la antropofagia como lenitivo del problema social es el máximo exponente de la ironía que impregna asimismo «Instrucciones a los sirvientes» o «Un proyecto serio y útil para construir un hospital de incurables». Completan el volumen otros escritos de carácter misceláneo que dan un atisbo de la personalidad e inquietudes de Swift.
«Era el año del Señor de 1989. La gente oía hablar de guerras y de revueltas, pero no se asustaban, pues esas cosas tenían que suceder.» El ala derecha es el volumen que cierra la monumental trilogía «Cegador». Estamos en 1989 («el último año del hombre en la Tierra», y también el año de la Revolución). La aciaga dictadura de Ceaușescu experimenta sus últimos estertores. En los circos del hambre, largas colas de mujeres esperan la comida que no llega, vigiladas de cerca por los agentes de la Securitate. Bucarest es un mausoleo, una ciudad de muertos y de noche, de ruinas y de miseria. El joven Mircea se debate entre la realidad punzante y las visiones alucinadas de un lugar que se asoma al fin del mundo, embarcado en una disección salvaje y mística de la primera infancia, en un viaje onírico por el laberinto de la genealogía familiar, en el que todo converge y todo acaba, en una plenitud tan fugaz como el latido de las alas de una mariposa.