Una fábula sociofantástica y psicológica, una bellísima reflexión sobre la enfermedad y lo corrompido.
El gran escritor mexicano Juan Villoro inició su andadura novelística en 1991 con El disparo de argón, que obtuvo el inmediato respaldo de la crítica y se tradujo al alemán y al francés.
Dos temas articulan la sugerente trama de esta novela: la mirada y la ciudad. Un espacio definido les sirve de vínculo: la clínica oftalmológica del doctor Suárez, versión mexicana de la célebre Clínica Barraquer en Barcelona. Casa de los signos, el edificio levantado por Suárez pretende servir a la vista y a la visión, a la salud y las formas trascendentes que entran por los ojos. Pero este ideal ocurre en un México convulso, donde el tráfico de órganos es una activa variante de la economía informal.
Cuando Elena y Jero se conocen en la otra punta del mundo, ambos buscan curar sus heridas en solitario. Sin embargo, entre las playas paradisiacas y los amaneceres inolvidables de Sri Lanka, se sorprenden coleccionando momentos que creían que jamás vivirían.
El amor les atraviesa y desordena todos sus planes, pero el viaje termina y deben regresar. Ella a Madrid y él a Barcelona. ¿Serán capaces de vencer sus miedos y luchar contra un destino que se empeña en alejarlos?
Esta novela no narra un amor épico; cuenta la historia de un amor de verdad. El que empieza cuando en la pantalla sale «The End» y la vida se entromete para complicar las cosas. En el que hay que luchar por el otro. El que da más miedo, porque es auténtico y puede convertirse en eterno.
Un pintoresco pueblo del Pirineo.
Dos corazones despistados que solo quieren huir.
Un encuentro (des)afortunado que les salvará para siempre.
Abril no quiere convertirse en uno de esos personajes de novela que, tras un desastre, huyen a otro lugar. Pero la realidad es que lleva semanas sin trabajo, sin piso y sin aliento , así que cuando su abuela le propone esconderse en el pueblo de su infancia, no duda en aceptar a pesar de las singulares condiciones: debe encontrar unas vasijas perdidas en el jardín y reabrir el club de lectura para los curiosos habitantes de Trevillés.
Una vez allí, Abril intenta evadirse con la ayuda de los libros, pero el destino tiene otros planes para ella. Pronto se verá obligada a compartir la casa con Alex, un joven tan cautivador para el resto de los vecinos como inoportuno para ella, con un pasado misterioso y muchas ganas de revolucionarle la vida.
Mientras las bombas alemanas caen sobre Londres, la policía descubre que, además de los nazis, un nuevo terror se adueña de las calles de la capital. Hay un asesino en serie que está replicando con minuciosidad los violentos asesinatos que Jack el Destripador cometió en 1888. Ante la atrocidad de los crímenes y la falta de efectivos a casusa de la guerra, en Scotland Yard se ven obligados a recurrir al detective más famoso del mundo: Sherlock Holmes. Solo el, con la ayuda de su inestimable Watson, es capaz de evitar que el imitador del Destripador consiga completar su sangrienta serie.
Cuando Raymond Mathis recibe la llamada de un camello amenazando la vida de su hijo drogadicto, decide que ha llegado el momento de tomar decisiones drásticas y ayudarlo por última vez.
El desafortunado Denny Rattler se ha convertido en un discreto ladrón de poca monta con el único objetivo de no llamar la atención y poder pagarse la próxima dosis.
Por su lado, el agente Ron Holland, obsesionado con su trabajo, está dispuesto a seguir la pista más debil para reducir el narcotráfico en la zona de Carolina del Norte.
En una región hermosa pero degradada, arrasada por los constantes incendios, los destinos de estos tres hombres se verán indisolublemente unidos a causa de la droga.
Con nueve años, Halberstadt le dice a su mejor amigo que va a abandonar la Unión Soviética, a lo que este responde entristecido: "Ya no podrás morir por tu país". Años después, el autor indaga en el pasado para dar respuesta a sus miedos irracionales, bloqueos emocionales y pesadillas recurrentes. De Moscú a Ucrania, de Lituania a Nueva York, lo personal es indiscutiblemente político en una narración a la vez divertida y aterradora. Los recuerdos de su abuelo de la KGB, las migraciones de su familia judía, las peleas de sus padres en el Moscú de los 70 y, finalmente, su propia experiencia: la de un niño que crece a caballo entre el Tío Sam y la Madre Patria, que carga con el miedo de tres generaciones, y que encuentra la forma de vengarlos de la mejor manera posible: viviendo y recordando.