1208, Roma. Un legado papal que carga en secreto la «herencia del diablo», unos documentos que amenazan al papa Inocencio III y a la Iglesia, es asesinado y los escritos, robados. Será entonces cuando el Papa proclamará una aterradora cruzada contra los cátaros que acabará arrasando Occitania.
Ajena a la catástrofe que la acecha, Bruna, una joven dama enamorada de Hugo, un trovador español, no imagina el destino que le espera. Mientras, en París, un pendenciero y juerguista estudiante de teología, Guillermo, se ve obligado a unirse a la lucha, en la que tendrá que recuperar los escritos robados y matar a Bruna…
El destino de los tres jóvenes se enlazará en esta devastadora cruzada, entre amores apasionados, rivalidades y muerte.
Joan y Anna regentan una librería española en Roma símbolo del clan Borgia, que gobierna los estados pontificios con mano de hierro. A pesar del mundo en el que viven, brutal y violento, caracterizado por traiciones, asesinatos y adulterios, son felices. Pero cuando las grandes familias romanas deciden terminar con el papa Alejandro VI y sus hijos, la librería se convierte en un objetivo a destruir.
Por si fuera poco, Juan, el poderoso hijo del papa, un hombre que no acepta negativas se encapricha de Anna y el matrimonio tendrá que enfrentarse también a los Borgia. De ello depende su libertad, su amor, su familia y dignidad.
Atlee Pine vive marcada por la terrible experiencia que vivió en su infancia: cuando tenía seis años, un desconocido secuestró a su hermana gemela, Mercy, y nadie volvió a verla nunca más. Tres décadas después, Atlee se ha convertido en una agente del FBI con extraordinarias capacidades, rebelde, valiente y autosuficiente.
Sin embargo, entre sus muchas cualidades no figuran la misericordia o la capacidad de perdonar. Su cometido es perseguir y atrapar a criminales en la zona del Gran Cañón, que conoce al detalle.
Cuando se produce una extraña muerte por apuñalamiento en un área frecuentada por turistas, Atlee es apartada del caso abruptamente y deberá decidir entre cumplir las órdenes o arriesgar su carrera para tratar de averiguar la verdad.
En 1847, dos barcos de la Armada británica, el HMS Erebus y el HMS Terror, que navegaban bajo el mando de sir John Franklin, están atrapados en el hielo del Ártico. En su anhelada busca del paso del Noroeste, parecen haber fracasado. Sin poder hacer nada por continuar su marcha y completar su expedición, rodeados del frío polar y de inminentes peligros, solo pueden esperar a que llegue el deshielo que les permita escapar.
Poco a poco, los días van pasando y las condiciones de supervivencia se vuelven más extremas; temperaturas que superan los cincuenta grados bajo cero, provisiones de comida escasas, el deterioro de los barcos o la llegada de enfermedades van mellando la esperanza de la tripulación. Por si fuera poco, la extraña presencia de una criatura bestial y misteriosa hace que los hombres crean que se enfrentan, no solo a las condiciones naturales más adversas, sino también a fuerzas sobrenaturales que superan, por momentos, sus creencias y su razón. Con el tiempo y la llegada de las primeras muertes, fantasmas como el de la rebelión, el motín o el canibalismo hacen su entrada en escena, en un panorama desolador.
Junio de 1960. Un temporal mantiene aisladas en la idílica isla de Utakos, frente a Corfú, a nueve personas alojadas en el pequeño hotel local. Nada hace presagiar lo que está a punto de ocurrir: Edith Mander, una discreta turista inglesa, aparece muerta en el pabellón de la playa. Lo que parece un suicidio revela indicios imperceptibles para cualquiera salvo para Hopalong Basil, un actor en decadencia que en otro tiempo encarnó en la pantalla al más célebre detective de todos los tiempos. Nadie como él, acostumbrado a aplicar en el cine las habilidades deductivas de Sherlock Holmes, puede desentrañar lo que de verdad esconde ese enigma clásico de habitación cerrada. En una isla de la que nadie puede salir y a la que nadie puede llegar, inevitablemente todos se acabarán convirtiendo en sospechosos en una fascinante novela-problema donde la literatura policial se mezcla de modo asombroso con la vida.
Cuando Penny Dahl contacta con Finders Keepers para que la ayuden a encontrar a su hija, algo en la voz desesperada de la mujer hace que Holly Gibney se vea obligada a aceptar el trabajo.
A poca distancia del lugar en el que Bonnie Dahl desapareció, viven los profesores Rodney y Emily Harris. Son la quintaesencia de la respetabilidad burguesa: un matrimonio octogenario y dedicado de academicos semiretirados. Nadie diría que, en el sótano de su impecable casa forrada de libros, esconden un secreto directamente relacionado con la desaparición de Bonnie.