A Esther le molesta todo de Jonathan, su vecino: su gorro hípster, sus opiniones de cine y, sobre todo, sus constantes excusas para hablar con ella.
Pero pronto se da cuenta de que Jonathan es justo lo que necesita... para sanar el corazón roto de su mejor amiga. Como él necesita ayuda para escribir un guion y ella es la nerd perfecta para el trabajo, hacen un trato: él sale con su amiga, y ella lo ayuda con su proyecto.
Mientras pasan más tiempo juntos, el odio se convierte en atracción y, de repente, Jonathan pone patas arriba la organizada vida de Esther.
En Mujeres del alma mía la gran autora chilena nos invita a acompañarla en este viaje personal y emocional donde repasa su vinculación con el feminismo desde la infancia hasta hoy. Recuerda a algunas mujeres imprescindibles en su vida, como sus añoradas Panchita, Paula o la agente Carmen Balcells; a escritoras relevantes como Virginia Woolf o Margaret Atwood; a jóvenes artistas que aglutinan la rebeldía de su generación o, entre otras muchas, a esas mujeres anónimas que han sufrido la violencia y que llenas de dignidad y coraje se levantan y avanzan... Ellas son las que tanto le inspiran y tantole han acompañado a lo largo de su vida: sus mujeres del alma. Finalmente, reflexiona también sobre el movimiento #MeToo -que apoya y celebra-, sobre las recientes revueltas sociales en su país de origen y, cómo no, sobre la nueva situación que globalmente estamos viviendo con la pandemia. Todo ello sin perder esa inconfundible pasión por la vida y por insistir en que, más allá de la edad, siempre hay tiempo para el amor.
Desde niño, Sabino, conocido como Sardi por sus amigos, ha luchado por ser quien quiere ser. Su carrera como modelo de pasarela para colecciones femeninas no le ha facilitado la vida. Ser un hombre heterosexual en un mundo donde su belleza y feminidad confunden o intimidan a las mujeres complica su búsqueda del amor.
Sinaí, por su parte, lleva tantos años herida que ya ni siquiera se da cuenta de que lo está. Es agresiva, visceral e impredecible. Hay un fuego en su interior que la consume y que solo consigue sofocar con peleas o con sexo impetuoso, salvaje y variado. No es de las que repiten amante. Le gustan los hombres rudos, moteros como ella, con pinta de malotes y alérgicos al amor.
Come inside a jury room as one juror leads a starkly divided room to consensus. Join a young CIA officer as he recruits a reluctant foreign agent. And sit with an accomplished surgeon as he tries, and fails, to convince yet another cancer patient to opt for the less risky course of treatment. In Supercommunicators, Charles Duhigg blends deep research and his trademark storytelling skills to show how we can all learn to identify and leverage the hidden layers that lurk beneath every conversation. Communication is a superpower and the best communicators understand that whenever we speak, we’re actually participating in one of three conversations: practical (What’s this really about?), emotional (How do we feel?), and social (Who are we?). If you don’t know what kind of conversation you’re having, you’re unlikely to connect.
La recién nombrada ayudante de investigación Saffron Everleigh está decidida a abrirse paso en el Departamento de Botánica de la University College de Londres. Sabe que el camino no será fácil, pero cuando asiste a una cena oficial para entablar conversaciones sobre la gran expedición de la universidad al Amazonas, no cuenta con que la señora Henry, esposa de un profesor, vaya a caer desplomada al suelo, supuestamente envenenada por una toxina desconocida. Sus conocimientos botánicos le serán de gran ayuda mientras explora invernaderos vaporosos, jardines oscuros y venenos mortales para descubrir al asesino.
Un torpedo alcanza el RMS Lusitania frente a la costa de Irlanda y causa la muerte de miles de pasajeros británicos. Hace ya casi un año del inicio de la Gran Guerra y la reacción es inmediata y brutal: el sentimiento antigermánico se exacerba y la violencia colectiva toma las calles. Nadie con apellido alemán está a salvo. En medio de los tumultos en el West End londinense, la sastrería de Jacob Stein es saqueada e incendiada. Todo apunta a la muchedumbre descontrolada, pero cuando el inspector de Scotland Yard Harvey Marmion y el sargento Joe Keedy ven el cuchillo clavado en el pecho del sastre empiezan a sospechar que no se encuentran ante una víctima casual.