Siglos antes de que tuvieran lugar los acontecimientos que se relatan en «Canción de hielo y fuego», la casa Targaryen, la única dinastía de señores dragón que sobrevivió a la Maldición de Valyria, se asentó en la isla de Rocadragón.
Aquí tenemos el primero de los dos volúmenes en el que el autor de Juego de tronos nos cuenta, con todo lujo de detalles, la historia de tan fascinante familia: empezando por Aegon I Targaryen, creador del icónico Trono de Hierro, y seguido por el resto de las generaciones de Targaryens que lucharon con fiereza por conservar el poder, y el trono, hasta la llegada de la guerra civil que casi acaba con ellos.
¿Qué pasó realmente durante la Danza de dragones? ¿Por qué era tan peligroso acercarse a Valyria después de la Maldición? ¿Cómo era Poniente cuando los dragones dominaban los cielos? Estas, y otras muchas, son las preguntas a las que responde esta monumental crónica, narrada por un culto maestre de la Ciudadela, que anticipa el ya conocido universo de George R.R. Martin.
Fuego y Sangre brindará a los lectores la oportunidad de tener otra visión de la fascinante historia de Poniente. Esta obra, magníficamente ilustrada con 80 láminas inéditas de Doug Wheatley, se convertirá, sin duda, en una lectura ineludible para todos los fans de la aclamada serie.
«Llegará un día en el que te sientas segura y feliz, y de repente tu alegría se te convertirá en cenizas en la boca, y ese día sabrás que la deuda ha quedado saldada.»
En el cielo sobre los Siete Reinos, que se hallan asolados por una guerra devastadora, aparece un siniestro cometa color sangre. ¿Acaso se trata de otro augurio terrible sobre las catástrofes que están por llegar?
«Llegará un día en el que te sientas segura y feliz, y de repente tu alegría se te convertirá en cenizas en la boca, y ese día sabrás que la deuda ha quedado saldada.»
En el cielo sobre los Siete Reinos, que se hallan asolados por una guerra devastadora, aparece un siniestro cometa color sangre. ¿Acaso se trata de otro augurio terrible sobre las catástrofes que están por llegar?
El verano ha terminado, y cuatro líderes se disputan el Trono de Hierro. Mientras tanto, al otro lado del mar, la orgullosa princesa exiliada Daenerys Targaryen está dispuesta a arriesgarlo todo con tal de recuperar la corona que le pertenece por derecho. Puede que, para ella, el cometa de sangre no sea un mal presagio, sino el heraldo de la venganza.
Y mientras la batalla continúa, al norte, más allá del Muro, las fuerzas oscuras se vuelven cada vez más poderosas.
Medio sol amarillo recrea un período de la historia contemporánea de África: la lucha de Biafra por conseguir una república independiente de Nigeria, y la consecuente guerra civil que segó la vida de miles de personas.
Con gran empatía y la naturalidad de una narradora comprometida, Chimamanda Ngozi Adichie recrea la vida de tres personajes atrapados en las turbulencias de la década: el joven Ugwu, empleado de la casa de un profesor universitario de ideas revolucionarias; Olanna, la hermosa mujer del profesor, que por amor ha abandonado su privilegiada vida en Lagos para residir en una polvorienta ciudad, y Richard, un joven y tímido inglés que está enamorado de la hermana de Olanna, una mujer misteriosa que renuncia a comprometerse con nadie. A medida que las tropas nigerianas avanzan, los protagonistas de esta historia deben defender sus creencias y reafirmar sus lealtades.
«Mata al niño, Jon Nieve. El invierno se nos echa encima. Mata al niño y que nazca el hombre.»
La victoria de los leones Lannister ha dejado tras de sí un interminable reguero de sangre: lord Tywin yace enterrado, asesinado por mano de su propio hijo; la reina Cersei está encadenada y el pequeño rey Tommen ocupa un trono que podría matarlo. El destino de Poniente pende de un hilo.
En el Muro, Jon Nieve se ve obligado a consolidar por la espada su rango como lord comandante de la Guardia de la Noche. Mientras, al otro lado del mar Angosto, Daenerys Targaryen, la Madre de Dragones, defiende su dominio contra hordas de enemigos tanto viejos como nuevos.
Tras huir a las Ciudades Libres, el parricida Tyrion Lannister podría ser la clave para que la sangre del dragón, que nunca llegó a extinguirse por completo, resurja. No obstante, todo esfuerzo tal vez resulte ser en vano. Porque ahora, verdaderamente... se acerca el invierno.
Después de la caída del Muro y la disolución de la República Democrática Alemana, Erich Honecker encuentra refugio en Santiago de Chile, donde regatea con la muerte y el juicio de la historia. Patricio Dupré, chileno y ex refugiado en Alemania Oriental, se ve envuelto en una trama estremecedora al conseguir un trabajo como traductor del líder del régimen que socavó sus sueños juveniles cuando estudiaba Filosofía en la Karl-Marx-Universität de Leipzig. En eso está cuando se reencuentra con Valentina Bode, su antiguo amor de juventud, joven de la cual fue separado por el Muro. Han pasado los años, ella no es ya la misma y esconde oscuros secretos vinculados al Partido Socialista Unificado germano, los cuales motivan su viaje al fin del mundo.
Roberto Ampuero narra a tres voces: la de Honecker, Dupré y Bode. Contrapone sus visiones y desentraña la madeja de un amor víctima de las intrigas internacionales. Nunca volveré a Berlín se revela como una novela de espías y de un amor imposible y, sobre todo, como testimonio profundamente humano sobre una época que sigue generando debate. La Guerra Fría ha terminado y el autor nos adentra en los últimos meses de vida del secretario general del PSUA en su aislado refugio chileno, donde convergen sueños, frustraciones y secretos.
Habitamos un tiempo crepuscular: crisis económicas, guerras, pandemias, malestar cultural... Asistimos al auge de discursos políticos asentados sobre la melancolía y la nostalgia de un pasado que fue mejor, incapaces de efectuar una interpretación con sentido del propio presente. Un futuro cancelado y un pasado que echamos de menos. En todos ellos se observa un repliegue de impotencia reaccionaria, agravio y resentimiento. Y, por encima de todo, una necesidad punzante: volver a casa.
Hoy, se da una respuesta melancólica a ese malestar que recorre la derecha y la izquierda. En El tiempo perdido, con la ayuda de Proust y algunos filósofos y filósofas, Clara Ramas nos propone una salida diferente. El melancólico se aferra al objeto amado y quiere volver a una Edad Dorada ―la patria, el orden, los roles de género y de clase, la vida mejor de nuestros padres, la Transición, la Tradición―. Pero el retorno es imposible para nosotros, seres finitos, hablantes y modernos. Estamos siempre de camino, pero nunca del todo en casa. Pese a todo, quizás existe una milagrosa posibilidad de «recobrar el tiempo», pero ciertamente no será la que prometen los nuevos melancólicos y las fuerzas reaccionarias.