El lector encontrará los relatos tempranos de García Márquez recogidos bajo el título Ojos de perro azul, donde se incluye «Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo», célebre texto que puso los cimientos del gigantesco edificio, tan imaginario como real, de lo que acabaría siendo el espacio literario más poderoso de las letras universales de nuestro tiempo: Macondo. Con Macondo se inauguraron los años del realismo mágico y de los personajes inmersos en el mundo denso y frutal del Caribe americano. De esta etapa, en plena madurez del autor, son sus siguientes libros de cuentos: Los funerales de la Mamá Grande, donde se narran las fastuosas exequias de la auténtica soberana de Macondo, y La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada. Los relatos más recientes, los Doce cuentos peregrinos, trasladan el escenario a la vieja Europa para hablarnos de la suerte de los latinoamericanos emigrados, de su melancolía y su tenacidad.
Cuarenta y un relatos imprescindibles que recorren la trayectoria del autor de Cien años de soledad y que constituyen un impresionante legado para la literatura universal.
«Mi libro preferido, y el primero que escribí.»
Gabriel García Márquez
Con este libro, Gabriel García Márquez se descubrió a sí mismo como un narrador. Sin embargo, la intención primera era escribir un reportaje sobre un hombre, Luis Alejandro Velasco, que estuvo diez días a la deriva en una balsa mecida por el mar Caribe. El futuro Nobel de Literatura y entonces joven reportero que era García Márquez escuchó el relato de los hechos de boca de su protagonista y los transformó, tal vez sin pretenderlo, en un prodigioso ejercicio literario, una narración escueta y vigorosa donde late el pulso de un gran escritor. La publicación por entregas del reportaje en El Espectador de Bogotá supuso un alboroto político considerable -se revelaba la existencia de contrabando ilegal en un buque de la Armada colombiana, lo que costó la vida de siete marineros y el naufragio, más afortunado, de Velasco- y el exilio para su autor.
Aclamado por el pueblo como Libertador, blanco de numerosas conjuras políticas y militares, héroe romántico y hasta libertino para sus detractores y sus partidarios, idealista íntegro y abandonado que contempla las ruinas de su sueño de unidad de los pueblos americanos, tras la independencia del dominio español Simón Bolívar emprende -enfermo, con un menguado séquito- el que será su viaje final. Parte desde Bogotá para seguir el curso del río Magdalena. Su viaje será el último en un doble sentido: le proporciona oportunidades para considerar los pasos que ha dado en su agitada vida y, al tiempo, la gravedad de sus dolencias apresta en varios meses su encuentro con la muerte.
El pulso magistral de Gabriel García Márquez refiere hasta en sus detalles mínimos la inmensa aventura que, impulsada por la voluntad de Bolívar, transmutó el destino de América.
Hay amores que hieren, patean y traicionan.
El capitán Bratt Lewis está de nuevo en el comando, con una nueva vida planeada y queriendo retomar el tiempo perdido. Pero las personas que dejó no son las mismas: Rachel James falló, el coronel ha jugado sucio y una nueva ficha ha entrado en el tablero.
Antoni Mascherano quien no es solo un bioquímico, sino también el líder de la mafia, ha puesto los ojos en la teniente James y su objetivo es tomarla como suya. El panorama se complica en esta segunda entrega donde los rencores empiezan a surgir, las relaciones, a agrietarse y los miedos, a avivarse.
Bien dicen que las verdades siempre salen a la luz, y el saber que tan cierto es se comprobará en esta nueva parte donde las pasiones no pueden ocultarse ni los sentimientos disimularse.
Violeta viene al mundo un tormentoso día de 1920, siendo la primera niña de una familia de cinco bulliciosos hermanos. Desde el principio su vida estará marcada por acontecimientos extraordinarios, pues todavía se sienten las ondas expansivas de la Gran Guerra cuando la gripe española llega a las orillas de su país sudamericano natal, casi en el momento exacto de su nacimiento.
Gracias a la clarividencia del padre, la familia saldrá indemne de esta crisis para darse de bruces con una nueva, cuando la Gran Depresión altera la elegante vida urbana que Violeta ha conocido hasta ahora. Su familia lo perderá todo y se verá obligada a retirarse a una región salvaje y remota del país. Allí Violeta alcanzará la mayoría de edad y tendrá su primer pretendiente...
En una carta dirigida a una persona a la que ama por encima de todas las demás, Violeta rememora devastadores desengaños amorosos y romances apasionados, momentos de pobreza y también de prosperidad, pérdidas terribles e inmensas alegrías. Moldearán su vida algunos de los grandes sucesos de la historia: la lucha por los derechos de la mujer, el auge y caída de tiranos y, en última instancia, no una, sino dos pandemias.
La joven e intrepida periodista Ellie Holmes juró no regresar jamás a Laguna Cortez, el lugar donde perdió a su familia, su inocencia y su fe en el amor. Juró tambien que olvidaría a Alex, el joven que le rompió el corazón en el peor momento de su vida.
Sin embargo, el destino, siempre caprichoso, la lleva de nuevo a esa ciudad para entrevistar a un millonario muy especial: el enigmático y poderoso Devlin Saint, creador de una importante fundación benefica.
Ellie se da cuenta enseguida de que Devlin Saint no es otro que Alex, su amor de adolescencia, y de que la atracción mutua entre ellos es una llama que vuelve a prender con sorprendente intensidad. Pero detrás de Devlin se esconde una historia plagada de secretos, violencia y superación, que ella deberá asumir si quiere dar rienda suelta a sus sentimientos.
Durante su tercera misión en Irak, el soldado estadounidense Logan Thibault encuentra la fotografía de una joven sonriente medio enterrada en la arena del desierto.
En la base, nadie la reclama y el acaba guardándola. De repente Logan empieza a tener suerte: gana en las partidas de póker, sobrevive a un ataque que mata a dos de sus compañeros...
De vuelta a EEUU, Logan buscará a la mujer retratada pero desde luego no se espera a la persona fuerte pero vulnerable con la que se topa en Hampton, Carolina del Norte. La atracción que siente por ella le pilla desprevenido así que acaba manteniendo la historia de la fotografía, su amuleto, un secreto.
Un secreto que puede acabar destruyendo la maravillosa historia de amor que acaba de comenzar.
Annie Ernaux cuenta en estas páginas la relación que mantuvo con un hombre más joven que ella. Una experiencia que la hizo volver a ser, durante varios meses, la «chica escandalosa» de su juventud. Un viaje en el tiempo que le permitió atravesar una etapa decisiva en su escritura.
«A menudo he hecho el amor para obligarme a escribir. Quería encontrar en el cansancio, en el desamparo que le siguen, razones para no aguardar ya nada de la vida. Tenía la esperanza de que el final de la expectativa más imperiosa, la del orgasmo, me hiciera sentir la certeza de que no había goce superior al de la escritura de un libro. Quizá ese deseo de desencadenar la escritura del libro fue el que me condujo a llevar a A. a mi casa a tomar una copa después de cenar en un restaurante donde, por timidez, había permanecido prácticamente mudo. Era casi treinta años más joven que yo.»
La fama de la desapacible Kimberly Clark Weymouth, una pequeña ciudad eternamente aquejada por heladas ventiscas y mucha nieve, y donde Louise Feldman ambientó el clásico infantil La señora Potter no es exactamente Santa Claus, permitió a Randal Peltzer abrir una exitosa tienda de souvenirs. Cada día, la ciudad recibe a lectores de la excéntrica escritora y, a regañadientes, vive de ella. Pero ¿qué pasaría si, harto de un destino que no ha elegido, Billy, hijo de Randal, decidiese cerrar la tienda para mudarse a otra ciudad? ¿Podría Kimberly Clark Weymouth permitirse dejar de ser el lugar que ha sido siempre y convertirse en otra cosa? Bajo la exuberante prosa y la imaginación sin límites de Laura Fernández, se esconde una sólida historia sobre la maternidad, la creación y la renuncia, el arte como refugio y la soledad del incomprendido, en este cruce entre una novela de Roald Dahl para adultos y unalocado y digresivo T.C. Boyle que hubiera leído más de la cuenta a Joy Williams. La señora Potter no es exactamente Santa Claus pretende hacer saltar por los aires la sola idea de la existencia del relato, o del relato único de aquello que somos, porque si algo somos es una infinidad de posibilidades.