La teniente Valentina Redondo y su compañero Oliver deciden tomarse unas vacaciones y viajan a Escocia para visitar a la familia de este. Su padre, Arthur Gordon, está empeñado en recuperar parte del patrimonio y de la historia de sus antepasados y ha adquirido el castillo de Huntly, en las Highlands, que había pertenecido a su familia hasta el siglo XVII. Durante la rehabilitación del edificio encuentra un diminuto despacho que llevaba oculto doscientos años y en él, documentos que revelan que las memorias de Lord Byron —supuestamente quemadas a comienzos del siglo XIX— pueden seguir intactas y hallarse entre esas paredes. Pronto correrá la voz del extraordinario hallazgo y tanto la prensa de todo el país como varias personas allegadas a la familia se acercarán a ellos para seguir el curioso acontecimiento. Sin embargo, la aparición de un hombre muerto en el castillo hará que Oliver y Valentina se sumerjan en una inesperada investigación que los llevará a adentrarse en la Escocia de épocas pasadas y que cambiará el destino de los Gordon e incluso la propia historia.
Al tiempo, viajaremos a mediados del siglo XIX y descubriremos cómo Jules Berlioz —un modesto librero de las Highlands— y Mary MacLeod —una joven perteneciente a una familia escocesa acomodada— entrecruzan sus pasos en un camino literario y prohibido en el que el crimen lo salpicará todo de dudas y silencio hasta nuestros días.
Una novela redonda sobre la huida del dolor como forma de supervivencia y la rebelión ante los roles de género contemporáneos.
Es el verano de 2014. Una mujer joven que acaba de ser abandonada por su pareja huye de Barcelona a Madrid con un secreto y la convicción de que el apocalipsis se acerca. Cuatro siglos antes, otra mujer, Deborah Moody –quien pasó a la historia como «la mujer más peligrosa del mundo»–, se ve obligada a emigrar a las colonias de América del Norte cargando a su vez con otro secreto, muy distinto. ¿Qué tienen en común estas dos mujeres? ¿Por qué han decidido alejarse de aquello que conocen y empezar de nuevo?
La inspectora Elena Blanco atraviesa el depósito de la Grúa Municipal Mediodía II de Madrid hasta llegar a una vieja furgoneta que expele un olor putrefacto. Dentro está el cadáver de un hombre atado a una silla, con un burdo costurón que asciende del pubis al abdomen. Los primeros resultados de la autopsia aclaran que a este toxicómano reincidente le arrancaron algunos órganos y le colocaron en el vientre un feto de casi siete meses. Los análisis de ADN revelan que se trata de su hijo biológico. A los pocos días, la Brigada de Análisis de Casos se desplaza a la zona portuaria de A Coruña, donde el cuerpo de un asesor fiscal de sesenta y cuatro años ha sido asesinado con el mismo modus operandi.¿Qué relación existe entre las dos víctimas? ¿Y dónde están las madres de los bebés?
«Donde el poder está en juego, la mentira se hará presente».
Desde que fueron anunciadas en Colombia las negociaciones de paz con las Farc, Juan Gabriel Vásquez no ha dejado de comentar ese proceso que tanta esperanza -y tanta polarización- ha llevado a ese país. Este libro recoge todo lo que ha escrito al respecto: sus columnas de opinión en medios de todo el mundo, pero también conversaciones con el expresidente Juan Manuel Santos, con el jefe del equipo negociador del Gobierno colombiano en La Habana, Humberto de la Calle, y con la escultora Doris Salcedo.
Los desacuerdos de paz no sólo documenta los acontecimientos de los últimos diez años: también propone una reflexión sobre la mentira y la violencia que han degradado la convivencia ciudadana. El libro incluye un prólogo y un epílogo inéditos en los que Vásquez procura dar respuesta a dos preguntas: en los tiempos de la posverdad, ¿cómo ejercer el periodismo de opinión? Y en el país del posconflicto, ¿cómo contar el pasado?
Desde su periodismo, Vásquez defendió antes las negociaciones igual que defiende ahora los acuerdos, pero siempre con la mirada lúcida y alejada de todo sectarismo, y a partir de una posición que no es ideológica ni sólo política, sino también humanista y moral.
En esta entretenida continuación de El nudo Windsor, la reina Isabel II debe descubrir la relación entre un cuadro desaparecido y la pavorosa muerte de un miembro de su personal.