Los años 50 retratados por Richard Yates tienen demasiados parentescos con los tiempos que vivimos. El aislamiento que nace de la comodidad. La incomunicación que produce la falta de sentimientos sinceros. La pérdida, muchas veces inconsciente, de valores, que en algún momento parecían fundamentales.
Brillantes, bellos y confundidos, Frank y April Wheeler tratan de sostener sus ideas incluso contra sí mismos y sus debilidades. Yates los examina con una lucidez que tiene mucho de tristeza en esta magnífica novela: una indagación profunda y conmovedora sobre lo que las personas dejan que la sociedad haga con ellas.
ras cautivar al público y la crítica de más de cuarenta países con Toda una vida, Robert Seethaler, sutil intérprete del alma y uno de los escritores en lengua alemana de mayor proyección, vuelve con una original historia sobre las emociones y la esencia de la vida a través de la voz singular de quienes ya no están con nosotros.
Al atardecer, el anciano Harry Stevens se levanta del banco, bajo el abedul torcido, donde ha estado sentado todo el día, y sale del cementerio de la pequeña localidad de Paulstadt, un lugar al que todo el mundo llama «el Campo» y casi nadie visita. No hace mucho tuvo lugar el último entierro, aunque él recuerda un funeral muchos años antes, el de Gregorina Stavac, la florista de hermosas manos con quien sólo intercambió unas palabras, pero a la que se siente irremediablemente unido. A Harry le parece oír hablar a los difuntos, pero sólo logra captar unas cuantas palabras y se pregunta qué se estarán diciendo. ¿Discutirán sobre la vida, ahora que son capaces de juzgarla en todos sus aspectos, o recordarán el pasado con nostalgia? ¿Hablarán de la muerte, de lo que ésta significa, o seguirán quejándose como cuando estaban vivos, tratando de sus dolencias y otras minucias?
Durante su adolescencia en Omaha, Shiloh solo podía pensar en huir. Al menos tenía a Cary. Cary, que la aguantaba. Cary, que la hacía reír. Cary, que a los dieciséis años parecía un bicho palo y ya conducía el coche hecho polvo de su madre. Él lo tenía todavía peor que Shiloh. Solo su amistad hizo que acabara el instituto, y cuando Shiloh se fue a la universidad, Cary se alistó en la Marina.
Eso fue hace una eternidad. Ahora Shiloh tiene treinta y tres y se siente igual de atrapada. Ha vuelto a vivir en la casa en la que creció. Trabaja en un teatro, pero no sobre el escenario, como había soñado. Y está divorciada y criando sola a sus hijos, exactamente igual que su madre (aunque sin su carrusel interminable de novios).
Cuando Mikey, el único amigo del instituto con el que todavía habla, la invita a su boda, lo último que le apetece es ponerse al día con su antiguo grupo. Pero se compra un vestido, se maquilla un poco y se pone una chaqueta vaquera porque todo en lo que puede pensar es en si Cary estará allí. ¿Querrá hablar con ella? ¿Después de todo lo que pasó?
La respuesta es sí. Y sí. Y sí.
Tanner ha pasado toda su vida yendo de un lugar a otro, sin pertenecer a ninguna parte. Cuando su abuela, poco antes de morir, revela el nombre y el lugar donde vivía el padre que nunca conoció, decide visitar Asheboro para dejar el pasado atrás y seguir con su vida.
Kaitlyn sabe exactamente a donde pertenece. En Asheboro ha construido una vida para ella y sus hijos de la que está orgullosa, especialmente después de la crisis del divorcio. Pero cuando conoce al misterioso y atractivo Tanner no puede evitar sentir que algo faltaba en su vida hasta ahora.
Jasper nunca volverá a sentir que pertenece a ningún lugar. Pasa sus días solo, atormentado por el trágico accidente que le arrebató lo que más quería, con la única compañía de su viejo perro Arlo.
Los mundos de estos tres seres están a punto de colisionar, un encuentro imprevisto que cambiará para siempre la trayectoria de sus vidas. Porque hay caminos que se cruzan, otros se fusionan... y unos pocos te llevan a casa.
¿Qué ocurre si cambiamos el pasado? ¿Puede reescribirse la historia?
Convertida en un bestseller internacional y aclamada por miles de lectores, El mapa del tiempo es una fantasía histórica tan imaginativa como trepidante, una historia de amor y aventuras que transportará al lector al fascinante Londres victoriano en su propio viaje en el tiempo.
Londres, 1896. Los logros de la ciencia parecen no tener límites. Así lo demuestra la aparición de la empresa de Viajes Temporales Murray, encargada de hacer realidad el sueño más codiciado del hombre: viajar en el tiempo. Ese anhelo que el escritor H.G. Wells había despertado un año antes con La máquina del tiempo, ahora es una realidad. Claire Haggerty vivirá una historia de amor con un hombre del futuro, mientras que Andrew Harrington podrá viajar al pasado para salvar a su amada de las garras de Jack el Destripador. Asimismo, no todos desean ver el pasado ni todos los viajeros del futuro tienen tan buenas intenciones. El propio H.G. Wells sufrirá las consecuencias de alterar la faz del tiempo cuando un misterioso viajero llegue a su época con la intención de asesinarlo para robarle la identidad de su novela, obligándolo a emprender una huida desesperada a través de los siglos.
Gonzalo de Berceo ha llegado a Santiago de Compostela para participar, como tantos otros peregrinos, en la celebración del jubileo. Además, siente curiosidad por probar una nueva variedad de vino elaborada por su amigo Lope con uva mencía. Mientras asiste a la misa mayor en la catedral, contempla cómo un arcediano, presa de un delirio místico, se interpone al paso devastador del botafumeiro, que lo destroza para horror de los fieles que atestan el templo. Este episodio se suma a una serie de sucesos inexplicables que está diezmando el cabildo de la catedral, lo que llevará al arzobispo, antiguo compañero de estudios de Berceo, a pedirle ayuda. En una atmósfera inquietante en la que no faltan extrañas visiones, acusaciones de brujería y apariciones de la Santa Compaña, Berceo se enfrenta al caso ayudado por el gustoso vino que Lope y la tabernera Lupa no dejan de ofrecerle. Una lectura trepidante en la que la intriga y el humor se mezclan con el terror y la erudición histórica, y con la memorable aparición de un joven poeta: el futuro rey Alfonso X el Sabio.