A punto de salir de prisión, Nate McClusky comete un grave error y su familia y él son condenados a muerte. Así lo sentencia Craig el Loco, líder de la mafia blanca Acero Ario, desde la celda de máxima seguridad donde cumple cadena perpetua. Un decreto ineludible, pues todo nazi supremacista de California responde al Acero, que compite contra los cárteles mexicanos por el control del narcotráfico en el Estado.
Unas horas después de ser puesto en libertad, Nate roba un coche y, por primera vez en su vida, va a buscar a su hija al colegio. Aunque Polly McClusky todavía no lo sabe, a su madre ya la han asesinado y su padre viene para ponerla a salvo. A sus once años, Polly es tímida, de inteligencia vivaz, y apenas conoce a Nate, pero juntos se lanzan a la carretera por una California desértica y llena de moteles y lugares inadecuados. Polly deberá madurar a toda prisa si quiere sobrevivir y salvarle la vida a su padre.
Elise es una ambiciosa detective; o lo era antes de que el cáncer del que se recupera le hiciese tambalear sus cimientos. Ahora se acaba de mudar a Ebbing, un idílico pueblo en el que no conoce a nadie. Durante su convalecencia, asiste desde su ventana a las tensiones entre los turistas de fin de semana y los lugareños.
Elise sólo puede adivinar lo que sucede tras las puertas de sus vecinos; sin embargo, Dee, la joven que la ayuda con la limpieza, es una presencia invisible que ve y oye todo.
Todo se hace añicos cuando dos adolescentes son hospitalizados y un hombre desaparece. Elise se verá de nuevo en marcha en busca de respuestas, pero la pequeña comunidad cierra filas para guardar bien sus secretos.
―Ese olor… ¿son violetas? Nunca había conocido a nadie que llevara el perfume a juego con el color de los ojos.
La mujer es Misia Rothman, la bella y sensible esposa de un multimillonario del mundo de la comunicación, que cae fascinada por Artigas, el escritor de más éxito del momento, cosmopolita, mujeriego y con un punto cínico.
Y el detective es Roures, un ex corresponsal de guerra,reciclado en investigador de infidelidades, a quien, tras perder la enésima batalla de su vida, le toca reinventarse desde una modesta buhardilla de Malasaña y a quien acude la joven Katia Cohen con un sorprendente convencimiento: Artigas no solo mató a su madre, de quien fue amante, sino que ha asesinado al menos a otras tres mujeres.
El detective Tony Roures, cínico y sentimental, recibe de madrugada la visita de un viejo amigo, Alberto Llorens, un fotógrafo al que creía felizmente casado con una rica empresaria de Castellón. La triste realidad, según le cuenta, es que tiene problemas conyugales y se ha convertido en un asiduo del club de alterne más famoso de todo el Levante español.
Allí conoció a Blessing, una joven nigeriana, atada a una organización de trata por la deuda del viaje y un ritual de vudú. Tras ser chapuceramente operada de un cáncer de mama, se convierte en «mercancía estropeada» y es asesinada. Es entonces cuando Llorens recibe amenazas y, asustado, busca a Roures. Este comienza una peligrosa investigación que revelará una trama criminal de trata de mujeres de inusitada crueldad.
Sistema de recompensa es el retrato de una generación millennial que ha colocado en el centro de sus vidas las pantallas, internet y sus algoritmos. Con humor negro, atención al detalle y grandes dosis de inteligencia, la prosa de Calder nos arranca una mueca entre la burla y el espanto al captar el estado de ánimo de una generación de jóvenes hiperconectados y revelarnos cómo todo parece diluirse frente al poder del algoritmo. Rabiosamente actual, este electrizante debut literario se aleja de todos los clichés previsibles y define, al fin, qué supone ser joven hoy en día.
¿Es posible reinventar el pasado? ¿Hasta qué punto puede la ficción cambiar el curso de los acontecimientos? Marcelino Quijano y Quadra, payanés ilustrado e invencible tahúr, hombre de todas las épocas y de ninguna, se dedica a fabricar ficciones, un oficio tan misterioso como él mismo. Roba cartas de papel y husmea en ellas no solo para rastrear la novela que yace en toda suerte ajena sino también para reescribirla y salvarla, como un dios discreto, anónimo y bienhechor. Su última misión es tan absurda y delirante que si no hubiera ocurrido de verdad sería increíble: la firma de la paz, en 1988, entre el Reino de Bélgica y el Departamento de Boyacá, en guerra, sin que nadie lo supiera, desde 1867.
Tras el éxito de El hombre que no fue Jueves, Juan Esteban Constaín regresa a la novela con una historia en la que entremezcla magistralmente la realidad y la ficción, esa dualidad fundamental que define y le da sentido a la vida.