Janice trabaja como mujer de la limpieza y sabe que solo hay una forma de conocer a la gente: a través de sus historias. En su día a día se rodea de personas peculiares, como Fiona, que acaba de enviudar; Geordie, un cantante de ópera; o la insoportable señora Sísísí y su insólito fox terrier, Decius.
Cuando empieza a limpiar para la señora B, una nonagenaria cascarrabias, Janice siente que hay alguien dispuesto a escucharla. Pero tiene claro que, aunque coleccione relatos ajenos, no tiene ninguno que pueda compartir.
Sin embargo, la señora B sabe que Janice oculta algo. Al fin y al cabo, ¿no tenemos todos una historia que contar?
Lanzada de nuevo a la popularidad por la versión cinematográfica que de la obra hiciera en 1993 el actor y director Kenneth Branagh, "Mucho ruido y pocas nueces", compuesta en 1598, fue ya en su día una de las comedias más celebradas de William Shakespeare (1574-1616). Situada en su mayor parte en un amable marco de jardines, aposentos y fiestas cortesanas, la obra gira principalmente en torno a dos fuertes personajes enfrentados, Benedicto de Padua y Beatriz, adversarios irreconciliables y ambos tan ingeniosos, mordaces y sarcásticos como desdeñosos del amor. A lomos de una trama animada por los equívocos, las traiciones y los imprevistos, los enemigos jurados acaban sin embargo, para su propia sorpresa, en aquel lugar a donde se prometieron nunca ir a parar y, lo que es más, en la compañía para ellos más insospechada.
Ganadora del Premio Pulitzer (2011) y elegida como uno de los mejores libros de la década por la revista Time, esta novela está compuesta por trece historias interconectadas que giran alrededor de la vida de Bennie Salazar, antiguo rockero punk envejecido y ejecutivo discográfico, y Sasha, su apasionada y problemática asistente. Una historia generacional con múltiples caídas que abordan desde la contracultura de San Francisco en los años setenta hasta el hastío de los noventa y la incertidumbre posterior al 11S.
Con la música palpitando en cada página, Egan muestra los efectos del tiempo y la tecnología en las personas, así como las transformaciones que provocan en nuestras vidas.
La casa de caramelo, que culmina el ambicioso proyecto narrativo de Jennifer Egan iniciado con El tiempo es un canalla (Premio Pulitzer en 2011), cuenta la historia de Bix Bouton, un brillante empresario informático en horas bajas que acaba patentando una exitosa herramienta tecnológica que permite acceder a nuestros recuerdos y compartirlos, y que ha seducido a miles de personas. Con una asombrosa variedad de recursos narrativos, Egan pone el foco en el mundo digital y de las redes sociales y nos cuenta la historia de diversos personajes que buscan una conexión real en un mundo cada vez más digitalizado e hiperconectado.
Un asesino envuelto en sombras, una rosa, una cadena de espinas. Un bosque flotante donde el miedo oculta terribles secretos.
Isla de Cortegada, 1910. El hallazgo del cadáver de una niña el día de la matanza genera gran conmoción entre los habitantes de la ría por las circunstancias y la atrocidad del crimen. Un culpable, el poeta Guillermo de Foz. Una condena, la muerte a garrote.
Monasterio de Armenteira, Pontevedra, 2002. Las obras de restauración del claustro sacan a la luz un cuaderno inédito con la confesión del escritor maldito Guillermo de Foz. Antía Fontán, profesora de Literatura en La Sorbona, viajará a Galicia para llevar a cabo un estudio sobre este hallazgo. Lo que desconoce es que su estancia trascenderá lo profesional. Allí descubrirá una historia de amor y muerte, siniestros intereses y se verá envuelta en una serie de asesinatos perpetrados por una mente criminal que sigue el modus operandi de los ángeles caídos de la literatura. El apodado Asesino de la Rosa parece tener un solo destinatario: ella.
Después del éxito de El silencio de las olas y La conjura de la niebla, la escritora Ángela Banzas despliega su virtuosismo narrativo y nos ofrece un rompecabezas en el que la tensión aumenta con cada página. La sombra de la rosa es una novela ágil, llena de resonancias y golpes de efecto, que explora la raíz del mal y nos conecta con el lado oscuro del amor y el más cruento de la literatura universal. Sombras, rosas y espinas.
Cuando se publicó El retrato de Dorian Gray, la crítica moralizante acusó a su protagonista de ser una figura satánica, corrompida y corruptora, sin comprender que era el héroe de una novela que reflejaba la fatalidad de los románticos: Oscar Wilde (1854-1900) había querido hacer de la belleza un refinamiento de la inteligencia; y para ello sumió a su protagonista en una atmósfera de perversión dominada por el arte y los poderes de un misterio que está más allá de la realidad. Pero el autor no se conforma con la simple descripción: incrusta a su personaje en un crimen y, como Edgar Allan Poe en sus relatos, lo rodea de un misterio que la razón no puede explicar. Dorian Gray sigue siendo, más de cien años después de la muerte de su autor, una piedra angular en los debates entre la ética y la estética, en las relaciones que mantienen el bien y el mal, el alma y el cuerpo, el arte y la vida.