En los inicios de su carrera como dramaturgo, William Shakespeare (1564-1616) compuso su obra más alegre y desenfadada, Sueño de una noche de verano (1594). Mitología, costumbrismo cómico, bromas, equívocos, humor y poesía conviven dentro de ella en una zarabanda mágica ambientada en la noche pagana de San Juan, en la que todo es posible, si bien al final, frente al caos, se imponen el orden y la armonía. Esta alocada fantasía de amor está, como no puede ser de otra manera, teñida de elementos inconscientes y oníricos, y de entre la galería de personajes que la pueblan, Oberón y el duendecillo Puck han alcanzado fortuna en la memoria de los hombres.
Última obra teatral escrita en solitario por William Shakespeare (1564-1616), "La tempestad" pertenece a la serie de piezas de este autor que funden el ámbito de lo real con lo mágico y lo maravilloso. La trama gira en torno a Próspero -duque y mago, quien, traicionado y depuesto, tiene que exiliarse, con su hija Miranda, en una isla desierta en la que pasará doce años- y su relación con el genio Ariel y el bestial Calibán, personajes todos que se cuentan entre las grandes creaciones del dramaturgo. El examen de la relación entre realidad y ficción -«estamos tejidos de idéntica tela que los sueños»-, así como entre el hombre y mago y las criaturas a las que libera, pero también somete, otorgan a esta obra un lugar entre las más universales del autor inglés.
Es una chica segura de sí misma, con un grupo de amigas que no cambiaría por nada y un sentido del humor que la ha salvado en más de una ocasión.
Cuando empieza a conocer poco a poco a su compañero de trabajo, Daryn, un chico que parece que dice todo lo que piensa pero que esconde más de lo que ella cree, los cimientos sobre los que había construido su vida empiezan a tambalearse.
1990. SOLO HAY UNA COSA QUE HACE FELIZ A CATALINA:
Acudir todos los viernes al club de lectura, una asociación de mujeres en la que es capaz de fingir que es otra persona. Que no sufre. Que cuando llega a casa no está Héctor esperándola. Que no tiene miedo.
Hasta que un día entra por la puerta del club de lectura Paolo, un chico que siente que la conoce de antes. Un hombre con los ojos más bonitos que ha visto nunca.
A partir de ahí, se va forjando una historia de amor prohibido y en su vida llena de grises el color de la esperanza se va abriendo paso.
Han pasado cinco años desde que el doctor Starks acabó con la pesadilla que casi le cuesta la vida y que arrasó con todo lo que había sido hasta entonces, descubriéndole las facetas más oscuras del alma humana, también la suya.
Desde entonces, ha logrado reconstruir su vida profesional y vuelve a ejercer de psicoanalista instalado en Miami y atendiendo a adolescentes con graves problemas psicológicos y también a pacientes adinerados de la sociedad de Florida.
Sin embargo, una noche, cuando entra en su consulta, descubre tumbado en el diván a aquel al que había dado por muerto: Rumplestilskin ha vuelto y esta vez no busca acabar con él sino solicitar su ayuda. Por supuesto, no va a aceptar un no por respuesta.
Poe sigue siendo para la mayoría el padre del terror contemporáneo, con sus cuentos extraordinarios y fantásticos, de modo que el gran prosista —autor de ensayos y de una novela, Aventuras de Arthur Gordon Pym— habitualmente se ha superpuesto al poeta. Sin embargo, Poe publicó cuatro libros de poemas en vida y nunca dejó de considerarse, esencialmente, poeta. Tamerlán y otros poemas, de 1827, era su primer libro. Pero su libro de veras significativo fue El Cuervo y otros poemas, editado en 1845. Es este Poe, el del último libro de versos y algún poema suelto publicado en revistas al fin de su terrible y sombría vida, el que se constituyó en ese faro del Simbolismo, representado en el cuervo que dice “Never more” —Nunca más— posado en el busto de Palas Atenea.
Cuatro mujeres chilenas, a las puertas de la madurez y a orillas de un lago, dan curso sin inhibiciones al relato apasionado de sus historias personales.
Vidas marcadas a fuego por la experiencia socialista durante el gobierno de Salvador Allende y el golpe militar de 1973, pero también por la huella más íntima del amor y del dolor, el desengaño y la compasión. Los hilos de estas biografías están entrelazados con las vidas de otras mujeres -amigas, primas, hermanas-, planteando página a página los dilemas de la sumisión, la infidelidad y el matrimonio, el trabajo y el sexo.
Apagados el fragor de las utopías y la explosión del feminismo, Marcela Serrano ilumina la relación hombre-mujer desde una óptica femenina inédita y enfrenta sin concesiones los claroscuros de la condición existencial de la mujer.