De entre el Himalaya de genio que forma la poesía francesa desde Gérard de Nerval a Paul Valéry, en la que se cuentan, entre otros, nada menos que Baudelaire, Verlaine o Rimbaud, probablemente sea Stéphane Mallarmé (1842-1898) en el que se den mayores sutileza, musicalidad, concentración formal, manejo del matiz, elegancia y secreta oblicuidad. El presente volumen reúne una imprescindible muestra de sus poemas, entre los se podrán hallar tesoros como «El Azur», «La carne es triste…», «La siesta de un fauno» o «Herodías», en palabras de Antonio Martínez Sarrión –autor de la selección y de esta admirable versión en castellano–, «la pieza mayor de Mallarmé…
monumento al Mito, a la Belleza, a la Muerte, a la Liturgia y a la Esterilidad».
La primera novela de la trilogía The Century, La caída de los gigantes, tuvo un enorme éxito internacional. En El invierno del mundo, la segunda entrega, Ken Follet retoma la historia de los hijos de las cinco familiar protagonistas desde los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial hasta los inicios de la Guerra Fría. El nazismo, la invasión de la Unión Soviética, el ataque a Pearl Harbor, la guerra civil española y el desarrollo de la bomba atómica son algunos de los acontecimientos que marcarán sus vidas.
El hombre que amaba a 1os perros: Iván, aspirante a escritor y ahora responsable de un paupérrimo gabinete de veterinaria de La Habana, recuerda sus encuentros con un solitario personaje que solía pasear por la playa en compañía de dos galgos. Gracias a las confidencias de ese hombre, Iván puede reconstruir las trayectorias vitales de León Trotski y de su célebre asesino, Ramón Mercader, y de cómo se convirtieron en víctima y verdugo de uno de los crímenes más reveladores de la historia.
Leonardo Padura (La Habana, 1955) ha publicado ensayos, cuentos y novelas. Es conocido sobre todo por la serie de novelas policiacas protagonizadas por el detective Mario Conde, merecedoras de premios como el Café Gijón 1995, el Premio de las Islas 2000 y el Premio Hammett 2005. Finalista del Premio Libro del Año 2009 de los libreros madrileños, y traducida a varias lenguas, El hombre que amaba a los perros es una apasionante novela sobre dos personajes muy singulares y, al mismo tiempo, una inquietante indagación histórica en las razones por las que se pervirtió la gran utopía del siglo xx.
A David F. Wallace, los agentes del Centro Regional de Examen de la Agencia Tributaria de Peoria, Illinois, le parecen de lo más normal. A medida que se adentra en la tediosa y repetitiva rutina de su trabajo, conocerá la magnífica variedad de personalidades que han sentido la llamada de Hacienda. Su llegada coincide con el recrudecimiento de fuerzas conspiratorias que pugnan por despojar el trabajo del rastro de humanidad y dignidad que todavía queda. El rey pálido es la novela postuma de David Foster Wallace, que ampliamos, por primera vez en español, con cuatro escenas inéditas.
Esta extraordinaria obra de divulgación que se ha convertido ya en una obra de culto aporta una coherente visión de conjunto sobre aquellos aspectos imprescindibles para comprender la historia de la filosofía occidental. El mundo de Sofía tiene el mérito de haber conjugado, acertadamente, rigor y amenidad en una narración donde una joven irá conociendo su propia identidad mientras descubre la capacidad humana de hacer preguntas.
La actualidad de los grandes autores, como Montaigne, es permanente y múltiple. Pero Stefan Zweig, en un momento en que se ciernen sobre él el drama de la guerra y una íntima y trágica desesperanza, fija su atención en un elemento que es fundamental en el autor de Los ensayos: el esfuerzo por mantener a salvo la propia independencia en una sociedad cada vez más brutal y gregaria. El texto de Zweig sobre Montaigne no es un frío estudio destinado a especialistas, sino una obra emocionada y vibrante dirigida al público habitual del autor vienés. Una obra que Zweig ni siquiera llegó a concluir, porque antes se quitó la vida. A pesar de todo, en vista de la fuerza de este hermoso libro, ¿podemos interpretar que la esperanza de Montaigne se hizo presente en algún momento también en Zweig, y que el gran escritor vienés concibió, a pesar de todo, una nueva aurora para Europa?